domingo, 30 de enero de 2011

invenciones policiales


EL NACIONAL - Sábado 29 de Enero de 2011 Papel Literario/3
Reflexiones sobre una falsificación
DIAJANIDA HERNÁNDEZ G.

Los Protocolos de los sabios de Sión son un panfleto que reúne las actas de 22 sesiones de un supuesto congreso organizado por los representantes de las doce tribus de Israel, conducido por un Gran Rabino, con el objeto de planear la conquista del mundo. Este documento fue inventado por la policía secreta de la Rusia zarista (la Ojrana) y reúne los lugares comunes, mitos y prejuicios sobre los judíos. Fue publicado por vez primera en 1903 en un diario de San Petersburgo, llamado La Bandera (Znamya), editado por P. A. Krishevan, "un antisemita muy conocido y uno de sus principales instigadores". En un principio se utilizó para responsabilizar a los judíos de la revolución que sucedió en Rusia en el año 1905. En algunos casos motorizó pogromos. Con el tiempo los Protocolos se fueron divulgando por el mundo y sirvieron de sustento para azuzar a grupos antisemitas, conservadores y fundamentalistas. Incluso fueron usados por la Alemania de Hitler.

Sthepen Bronner, profesor de Ciencias Políticas, Literatura Comparada y Germanística de la Universidad Rutgers, vuelve sobre los Protocolos para hacer una lectura en el tiempo y contemporánea del antisemitismo; el resultado está en el libro Un rumor sobre los judíos. Antisemitismo, conspiración y los Protocolos de los sabios de Sión.

En Un rumor sobre los judíos Bronner reflexiona y explica el origen, fuentes y recorrido de los Protocolos; se hace preguntas acerca del tema (por ejemplo, ¿cómo fue posible que el antisemitismo adquiriera tal predominio en la época de entreguerras?); y procura ver el antisemitismo hoy en día.

Después de una introducción, Bronner presenta una selección de fragmentos de los Protocolos para que el lector se haga una idea sobre el panfleto y pueda afrontar el resto del libro. Este gesto se le agradece a Bronner pues, la verdad, el contenido del documento es aburrido, necio y molesto para cualquiera que tenga un mínimo de centro y sensibilidad. La descripción que hace el mismo autor de los Protocolos es justa: "no son una obra intelectual de calidad. Tienen pocas ideas, y aún menos argumentos. Su visión es bárbara, y el panfleto está imbuido de un sentimiento melodramático de mal gusto. La redacción resulta patética. Su prosa enrevesada, sus incoherencias lógicas y sus imágenes empobrecidas delatan el carácter y el nivel intelectual de sus autores. El panfleto se basa en mitos tradicionales, aunque ponen un giro claramente moderno a los prejuicios del pasado: en realidad, da una idea de los temores suscitados por `los judíos’".

Bronner muestra los Protocolos no sólo porque son la base de su reflexión sobre el antisemitismo, sino también porque considera que en general hay una falta de conocimiento sobre el panfleto. Una vez salvado este punto, el autor se lanza a ensayar sobre el tema.

Aborda la judeofobia en tres vertientes: la intolerancia religiosa, el prejuicio social y el antisemitismo político. También construye una suerte de crónica o relato sobre la invención del panfleto, su recorrido, cómo fue difundido en el mundo y algunos de los efectos que causó su circulación. Una de las ideas que queda flotando con el libro, que debe llevar a pensar e interrogarse es la siguiente: los Protocolos no fueron escritos para el medio académico, sino para las masas, para el consumo popular, sin embargo, gozaron de popularidad y aceptación en círculos intelectuales. En el fondo, tal como señala Bronner, este documento es una proyección de los temores y anhelos de los antisemitas.

Para finalizar su estudio, Bronner escribe sobre el antisemitismo en la actualidad y trae los Protocolos a nuestro tiempo, para dar una visión contemporánea del tema. Varios puntos deja en limpio Bronner: si bien el antisemitismo ha mutado, los fanáticos, árabes y judíos, viven atrapados en el mundo ilusorio de los Protocolos; parte del mundo árabe continúa alimentando el mito de la conspiración judía y la voces progresistas no se hacen sentir; el antisemitismo no ha sido una actividad con impulso propio, y hoy está asociado al trato bárbaro que se le ha dado a los palestinos, mas se debe evitar asociar la actuación del Estado israelí con la comunidad judía.

Los tiempos han cambiado y la judeofobia también. Bronner anota: "el antisemitismo está ligado en la actualidad a la respuesta de una crisis auténtica y no es expresión de una simple paranoia, de una proyección psicológica o de una legitimación existencial".

Al final, a lo que apunta el libro es a la necesidad de tratar, de intentar salvar la "división dogmática e inflexible entre un `nosotros’ y un `ellos’".

*Son recomendables dos ensayos de Sebald traducidos al español: "Con los ojos del ave nocturna", que forma parte de Campo Santo ; y "País perdido", incluido en Pútrida patria. Ensayos sobre literatura ; ambos están disponibles en ediciones de Anagrama

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