domingo, 16 de enero de 2011

¿aviso clasificado?


EL NACIONAL - Domingo 16 de Enero de 2011 Siete Días/1
¿Qué líder buscan los jóvenes?
Identificar las cualidades que los jóvenes valoran en un dirigente es clave para la clase política. Cada vez hacen escuchar más su voz y sus acciones pueden ser definitorias en la toma de decisiones y en el camino hacia las elecciones de 2012 cuando habrá -según proyecciones del Instituto Nacional de Estadística- 2,4 millones de nuevos votantes
LAURA HELENA CASTILLO

Ricardo Obregón cumplió 18 años de edad en octubre, vive en el 23 de Enero, se graduó en el colegio Divino Maestro, de Catia, y tiene claro el dibujo: "Un líder debe estar atento a todas las demandas de la población que votó por él, debe ser trabajador por vocación y no por el sueldo o por el cargo, tiene que saber escuchar y no sólo someter y someter. Es muy importante que sea respetuoso y no ofenda a la población".

Pero no le basta con ese repertorio, y agrega una cualidad seductora e imprescindible entre la gente joven: "Sería bueno que estuviera en cuenta de lo que pasa en el mundo, que sea actualizado política y tecnológicamente".

Para las elecciones presidenciales y regionales de 2012, cuya carrera debe comenzar este año con la definición de candidaturas, hay un grupo apetitoso al que todos querrán conquistar: los aproximadamente 2.481.682 nuevos votantes (según proyecciones del Instituto Nacional de Estadística) que, como Obregón, no participaron en las elecciones presidenciales en 2006 y en un par de años elegirán al primer mandatario de Venezuela.

Las que vienen serán las primeras votaciones para Presidente, después de la consolidación del movimiento estudiantil nacido en 2007. En tres años han nacido organizaciones juveniles como Futuro Presente, Defiende tu Voto, Quiero paz con Todo, Voto Joven, Venezuela sin Mordaza, Movimiento 13, Asamblea Visible, así como la militancia organizada por la juventud del PSUV y un número importante de cuadrillas comunicacionales de jóvenes, auspiciadas por el partido de gobierno e instituciones públicas.

Entonces, descifrar qué tipo de liderazgo conquistará a la juventud ­muy militante pero no siempre por canales regulares, como los partidos­ y cuáles mensajes pueden despegarlos de las patinetas, los teléfonos celulares, Justin Bieber, la separación de Voz Veiz, Wii, los cibercafés, Facebook, Twitter y Youtube y atraerlos a las máquinas de votación, será materia de estudio de la clase política en los candentes meses que siguen.

Los muchachos venezolanos, que tienen en los estudiantes universitarios el grupo más visible y articulado, han sido muro de contención para medidas tomadas por el gobierno de Hugo Chávez que les afectarían directamente. La más reciente fue el veto del Presidente a la Ley de Educación Superior, días después de que fuera aprobada, en horas de la madrugada, por la Asamblea Nacional.

La norma activó a estudiantes, profesores, rectores y a la sociedad civil por considerar que violaba el artículo 109 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que consagra la autonomía universitaria.

El 4 de enero, Chávez consideró que era "inaplicable" y que tenía "debilidades y contradicciones", a pesar de que seguidores del ala juvenil de su partido la habían alabado públicamente. La cuenta de Twitter @juventudPSUV (que tiene más de 25.000 seguidores) publicó: "Ley de universidades es una conquista histórica del movimiento estudiantil"; y, el diputado Robert Serra escribió a través de @robertserraPsuv: "¡Bienvenida la nueva ley de universidad! García Arocha si tuviera algo de ética debería renunciar y medirse de nuevo en condiciones paritarias!".

Tal vez, el Presidente sacó un cálculo matemático sencillo: si el chavismo ha perdido desde el referéndum revocatorio de agosto de 2004 casi medio millón de electores (de 5,8 millones de votos a 5,4 millones el 26-S de 2010), mientras que la base electoral de la oposición ha crecido más de 1,5 millones de votos en el mismo lapso (de 3,9 a más de 5,4 millones), pues los más de 2 millones de electores que habrá en 2012 deben ser ganados para su causa. Propiciar una reacción política encendida, como la de los estudiantes, no es algo que pareciera convenirle. Como dice Ricardo Obregón, un líder debe "saber escuchar", aunque sea tarde.

100% responsable. Vive en Petare, cumple 18 años de edad en junio y aspira a estudiar Ciencias Políticas. Yohanna Ysazzi es una hincha de la participación política, le atrae la idea de acercarse a un partido, dice que la democracia es una "llave que tienen los ciudadanos para abrirse caminos y mejorar la vida de la gente" y tiene sus dudas sobre el socialismo del siglo XXI: "En otros países ha funcionado el socialismo. Por lo que tengo entendido es darle el poder al pueblo, que sean las mismas personas las que se las arreglen para vivir cómodamente. No sé si Venezuela está preparada para ese movimiento político".

Ysazzi habla como si se tratara de la frescura de un cartón de jugo de naranja. "Un líder tiene que ser 100% humilde y responsable", y añade: "Tengo muchas ganas de que llegue el día de tomar la decisión que considero correcta y votar".

Javier Martucci, uno de los fundadores de la organización Voto Joven, creada en 2007, coincide con ella. "Hoy en día, la mayor cualidad que se busca es la responsabilidad de asumir la dimensión de sus compromisos y el aporte de nuevos caminos para solucionar los problemas de la juventud. Ser joven es tener compromiso con el país". Martucci añade un dato fundamental: "La juventud es la más afectada por los conflictos de Venezuela". Y tiene razón.

A partir de 2001, el número de defunciones de hombres venezolanos con edades entre 15 y 29 años estuvo por encima de 10.000: en el período 2000-2006 sumaron más de 75.000, según el estudio Años de Vida Perdidos por Muertes Violentas entre la Población Joven de Venezuela (diciembre 2008), publicado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB.

La deserción escolar se dispara en los 3 primeros años del bachillerato y el desempleo en jóvenes es mayor que en adultos. Además, los datos presupuestarios del Gobierno central son poco alentadores: el Instituto Nacional de la Juventud, adscrito al Ministerio del Despacho de la Presidencia, recibió en recursos ordinarios 20 millones de bolívares en 2010 y en 2011 tiene asignados 12,5 millones.

Rubén Valero vive en Altamira con su familia; su madre es conserje y su padre, plomero. Se graduó en el liceo Gustavo Herrera, estudia Idiomas Modernos en la UCV, votó por primera vez en las parlamentarias del año pasado y espera debutar en unas presidenciales.

Dice que su posición política es de centro: "Saco lo bueno del Gobierno y de la oposición". De un gobernante espera que "asuma para bien la responsabilidad que le tocó. Tiene que llevar al país hacia el futuro y no dividirlo".

La Fundación Futuro Presente, creada por Yon Goicoechea, tiene un programa de formación llamado Lidera, para jóvenes interesados en la participación política.

Ricardo Diamanti trabaja en la Asociación Civil Liderazgo y Visión y es miembro fundador de Futuro Presente. De su experiencia a partir del contacto con ese grupo, expresa: "Los jóvenes buscan al líder inspirador, al líder referente.

Una persona que pueda ayudarlos a dar respuesta a las preguntas que ellos tienen por dentro. Preguntas prácticas, preguntas ideológicas, preguntas emocionales, preguntas laborales, preguntas al fin. Ellos buscan líderes que se parezcan a ellos, a sus sueños y a su irreverencia. Los jóvenes buscan siempre el liderazgo nuevo, es decir, aquel que se diferencia de lo que ya existe. Y si no lo encuentran, ellos lo personificarán. Tal vez eso es lo que está pasando en estos momentos".

No sabe, no quiere. Ricar- do, Yohanna, Javier y Rubén saben qué tipo de liderazgo les entusiasma, pero ellos no son la representación de toda la juventud. De hecho, hay muchos que ni siquiera se enteran de cuándo hay elecciones y cómo se hace para participar.

Durante el proceso de inscripción en el registro electoral para los comicios del 26-S, Voto Joven impulsó una campaña destinada a animar a los muchachos de todo el país a convertirse en electores. Se apostaron en sus ecosistemas naturales: liceos, conciertos, centros comerciales, playas, parques. Allí, no sólo los captaron, sino que los interrogaron: gracias al apoyo de voluntarios hicieron 500 encuestas en cada uno de los 24 estados del país, para un total de 12.000.

A la pregunta sobre por qué no estaban inscritos en el CNE, 40% respondió en las categorías de "me da fastidio / no tengo tiempo / no quiero".

El resto se dividió entre "no sabía que podía / no sé cómo / no sé dónde". Entonces, falta de motivación y falta de información son las razones gruesas por las cuales los jóvenes venezolanos no se alistan en el RE. En otra pregunta, 78% dijo que el voto podía resolver los problemas versus 22% que consideró que era inútil.

Todavía quedan muchos por convencer.

El propio jefe del Estado ha pedido más vigor a los muchachos que le siguen. En "Las líneas de Chávez" del domingo 14 de febrero de 2010, animó a los jóvenes a actuar vigorosamente contra la corrupción y la ineficiencia del Gobierno. "No puede haber una juventud acrítica. A la juventud revolucionaria le corresponde el ejercicio de la rebeldía crítica y creadora".

"La juventud es un momento de cuestionamiento, de incredulidad. Eso mismo pasa con la imagen de líder. Dudo que podamos tener una construcción del líder que prefiere un joven porque lo que debería ser distintivo es que no se tiene claridad. Cuando responden que buscan responsabilidad es por una proyección de su propia irresponsabilidad. Es como decir `cuidado y sea alguien como yo", dice José Luis López, sociólogo y profesor de sociología política.

Diamanti asegura que en la juventud en general, no sólo entre los estudiantes, hay ahora más interés en el tema político. "No hay apatía. Esa diferencia que vemos entre la juventud y los estudiantes se da sólo por un hecho logístico.

Los jóvenes que estudian tienen estructuras que les facilitan organizarse para fines políticos, tales como los centros de estudiantes y la representación estudiantil. El resto se activa cuando son convocados por organizaciones que les generan confianza, con temas de su interés y horarios convenientes. Es por eso que no me cabe la menor duda de que el espíritu de lucha en toda la juventud venezolana es el mismo".

En 2006, Chávez ganó su segundo periodo presidencial con 7.309.080 votos contra 4.292.466 del zuliano Manuel Rosales. Fueron 3.016.614 votos de diferencia. El domingo 2 de diciembre de 2012, con un registro electoral que ya supera los 17 millones de electores, se sabrá si esos 2,4 millones de nuevos votantes harán la diferencia en la elección del Presidente.

ENTRE LOS JÓVENES, LOS NI-NI LLEGAN A 45%
Más visibles, menos alineados
El que los estudiantes sean un grupo con gran capacidad de reacción no implica que la juventud tenga más intención de voto


Muchos de los que están en el movimiento estudiantil venezolano lograron superar una carrera de obstáculos que deja en el camino a una gran cantidad de los jóvenes de este país. Terminaron la primaria a tiempo y sin deficiencias nutricionales, encontraron cupo en un liceo o un colegio donde estudiar bachillerato, los profesores cumplieron con los horarios y las materias y ningún evento familiar los obligó a desertar para contribuir con el ingreso del hogar. Son unos privilegiados; una película que buena parte de la juventud ve proyectarse a lo lejos.

Esa distancia entre unos y otros impide que sea posible hacer una equivalencia entre la participación política de los estudiantes y el resto de sus pares etáreos.

"Joven no necesariamente es equivalente a estudiante universitario. Obviamente, los universitarios son jóvenes, pero son un subconjunto pequeño de la sociedad venezolana. No importa de cuál universidad ni de qué parte del país, los estudiantes son una élite", afirma Luis Vicente León, director de Datanálisis.

Sin embargo, la separación entre alumnos universitarios y el resto de la juventud es más física ­de espacios de encuentro­ que simbólica. "Los estudiantes, los que están más cerca o más lejos del Gobierno, tienen una altísima disposición a actuar y un altísimo respaldo de la población, de todos los estratos. Es la institución con más prestigio de la población, con 30 puntos por encima de Hugo Chávez.

Aun si no está de acuerdo con las protestas de los estudiantes, la gente rescata el derecho que tienen de hacerlo porque todo el mundo tiene una relación con ellos: bien porque fue estudiante, porque lo quiso ser, porque tiene un hijo que lo es o porque desea que lo sea. Lo que no se le perdonaría a un par, se le rescata como un valor en el estudiante", destaca León.

¿En qué términos serán los encuentros entre el líder del Gobierno y este grupo en 2012? "La juventud masiva es, sin duda, irreverente, y eso hace que el chavismo la tenga más difícil para convencerlos. Muchos son opositores de Chávez porque él representa el poder, pero si fuera otro, serían opositores de ese otro. La gente cree que la generación que ha sido criada durante el chavismo debe apoyarlo porque es lo único que conoce, y es lo contrario, porque su irreverencia será frente al único poder que conocen, que es Chávez. Eso no quiere decir que el chavismo no tiene juventud, que no ha logrado captar grupos de la sociedad con misiones educativas y otras conexiones", dice León.

En 2007, cuando nació el movimiento estudiantil en contra del cierre de RCTV, el voto joven fue decisivo en el rechazo de la reforma constitucional de diciembre de ese año y en el crecimiento de la base del voto opositor. Después, el ímpetu de participación ha ido perdiendo fuelle.

"En las últimas elecciones regionales y parlamentarias la intención de voto juvenil ha sido menor. Han estado menos motivados. Entre otras cosas, porque los jóvenes son menos alineados políticamente. Ese grupo, que en el total de la población usualmente representa un tercio, en los jóvenes es de 45%".

Vicente Díaz, rector del Consejo Nacional Electoral, dice que no está previsto que este año se haga ninguna campaña especial para incentivar a los jóvenes a inscribirse para que sufraguen. "En general, el crecimiento del Registro Electoral ha ido llegando a un tope, se acerca a 18 millones de personas, lo que representa 57% de la población.

El crecimiento se evidencia en las ciudades importantes del país, con más de 50.000 habitantes, donde ha habido un esfuerzo del CNE para lograr una buena inscripción.

Hay atraso en las poblaciones más pequeñas y rurales, en las cuales hay un margen de personas de 18 años de edad que no están inscritas. El número de jóvenes en el registro se ha mantenido coherente con la proporción que de ellos hay en el país".

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