viernes, 8 de octubre de 2010

más fe


San Lucas, 17: 5 – 10

En su homilía dominical, el Padre Alvaro Lacasta (SJ) comentó la fuerte petición de los apóstoles, tal como una vez le pidieron que los enseñara a orar. Significa descubrir y redescubrir lo que significa el Reino de Dios. No les bastó la fe aprendida desde niños, pues la querían más robusta, vigorosa. Y han pasado más de 20 siglos de la Iglesia, con sus luces y sus sombras.

Hoy existen motivos para pedirle a Dios que aumente nuestra fe, con fidelidad infiltrada en el corazón y como actitud de vida. Pasión con Dios y compasión con el prójimo, sobre todo el más débil. Más que la cantidad, importa la calidad de fe. Jesús es el mejor ofrecimiento, aunque descubrirlo es dejar todo lo que se tiene.

Es necesario conocer el Proyecto que Dios nos tiene en la vida, conociéndonos para vivir y contagiar el contenido de fe.

MFS

Demos gracias a Dios por ese regalo, don. La montaña más cerca de remover es nuestro propio corazón. Creemos en Dios, pero le pedimos que aumente nuestra fe.

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