viernes, 22 de octubre de 2010

huelga de vida




EL NACIONAL - Viernes 22 de Octubre de 2010 Ciudadanos/1
SOLIDARIDAD El sacerdote jesuita trabaja con los indígenas desde hace 40 años
"Mi fuerza viene de la fe"
José María Korta lleva cuatro días en huelga de hambre en reclamo de los derechos de los pueblos originarios
LAURA WEFFER CIFUENTES


No hay que llamarse a engaño. La fragilidad de José María Korta es una ilusión óptica. Sus palabras son tan firmes como sus ideas, todas nacidas del compromiso que decidió establecer con las comunidades indígenas venezolanas hace 40 años, y que hoy lo impulsan a seguir la huelga de hambre que comenzó el lunes pasado.

Acostado en un catre, frente a la entrada del edificio José María Vargas, en el centro de Caracas, Korta está acompañado por una multitud de amigos y seguidores que no dudan en llamarlo maestro y padre. Arropado hasta el cuello, con una bufanda de lana y una gorra con el nombre de Alí Primera, los recibe a todos, a todos les da la mano, a todos los bendice. Tiene una mirada amable y el raro don de transmitir calidez.

Tiene 81 años de edad. Pero, como afirma, no es viejo sino que tiene juventud acumulada. El pasado 12 de octubre dijo a sus alumnos de la Universidad Indígena: "El lunes sabrán de mí", y dejó la interrogante en el aire. Ayer, un grupo de 30 bachilleres de esa casa de estudios del estado Bolívar se trasladó a la capital para expresar su solidaridad a quien por cariño llaman "abuelo".

"Mi fuerza viene de la fe. Fundamentalmente, mi opción es cristiana profunda y sigo a Jesús con mucho cariño", dice Korta, como si se refiriera al mejor de sus amigos. "Al Jesús consagrado al pueblo; al Jesús de los marginados... Con Jesús no hay ningún excluido".

Razones trascendentales. La palabra y las acciones de este religioso nacido en Donostia, País Vasco, el 13 de febrero de 1929, y que por decisión asumió la nacionalidad venezolana, han alcanzado a toda la población, especialmente a los indígenas. Ha puesto en práctica su misión evangelizadora en los rincones más abandonados del país. De hecho, al concluir la fundación del Instituto Técnico Jesús Obrero le preguntó a los otros miembros de la Compañía de Jesús quiénes eran los más desamparados, los más olvidados. Le respondieron que los indígenas. Entonces, agarró los pocos enseres que tenía y se internó en lo profundo de la selva, hasta hoy.

"Llevo 40 años con los indígenas, viviendo en situaciones de mucha dificultad", afirma sin dejo de tristeza. Luego de exaltar la pertinencia y visión de avanzada del Título III capítulo VIII de la Constitución nacional, en el que se establecen los derechos de los pueblos originarios, el hermano señala las causas que lo llevaron a declararse en huelga de hambre.

"Nos duele que después de 11 años no se aplique la Constitución. No creo que sea responsabilidad del presidente Hugo Chávez, sino lineamientos y pautas de ministerios que han estado ahogados con burocracia y corrupción, y no es que el Gobierno sea corrupto, sino que tenemos una manera de ser, la viveza del venezolano".

Su propuesta aboga por la aplicación inmediata de la jurisdicción indígena y el respeto a la autodemarcación de los territorios de esas comunidades. "El derecho a la demarcación no es otra cosa que el derecho a la tierra y todavía, después de 11 años de gobierno revolucionario, no se ha podido concretar", indicaba Korta en el comunicado que publicó para explicar las razones de la huelga.

Alejandro Rivas es uno de sus pupilos. Se preocupa porque no hable demasiado y es uno de los integrantes del grupo que decidió cuidar al religioso mientras dure la huelga. "Esta decisión es parte de su lucha, desde la fe. Es coherente con su proceso de vida", afirma el joven.

Explica que formó parte de Yarikajé, escuela de jóvenes voluntarios que en la década de los ochenta se trasladaron al estado Bolívar en busca de un acercamiento a las comunidades indígenas: "Korta era el maestro, el mentor que desarrolló esa iniciativa para jóvenes, que estaba basada en la pedagogía ignaciana: reflexión, discernimiento y planificación".

Trinidad solidaria. El hermano Korta no está solo. Desde el miércoles en la noche se sumó a la huelga el médico Limin Wú, un venezolano que se define como chino y guariqueño, que asegura que atendió a Chávez mientras el ahora presidente estuvo preso en Yare en 1992.

Las razones que lo impulsaron a acompañar al sacerdote tienen que ver con la situación de marginación y exclusión de los indígenas. Considera que también es su lucha. "Yo estoy preparado para esto", señala convencido, al tiempo que mira con ternura a Korta.

Mucho más discreto es Ramón Sanare, que acompaña al religioso desde el lunes. El jesuita lo invitó a que se uniera a la iniciativa, que aún no ha recibido respuesta oficial, aunque se han dado reuniones preliminares con el ministro del Ambiente, Alejandro Hitcher, y con representantes de la Asamblea Nacional.

Sanare es profesor de la universidad indígena: "Korta es un tipo que vive el evangelio, que vive con el Jesús real". Cuando se le pregunta si no es extremo sumarse a la huelga como muestra de amistad y si está dispuesto a llegar al final, responde: "Claro que sí. ¿Cómo no voy a acompañar a este viejo?".

Aún no hay respuesta del Ejecutivo a las peticiones de Korta.

Sin embargo, quienes lo acompañan y los integrantes de la Compañía de Jesús que emitieron el comunicado de apoyo hacen votos porque haya una réplica a la brevedad posible, que evite el deterioro de la salud del anciano.

Fotografías: Centro Gumilla y Omar Véliz

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