viernes, 1 de octubre de 2010

historia y literatura (y viceversa)


EL NACIONAL, Caracas, 01 de Noviembre de 1996
CUENTA DE LIBROS
Nuevos estudios sobrela novela histórica
ALEXIS MARQUEZ RODRIGUEZ

Pese a sus detractores, la novela histórica ha demostrado gran vigor y ha gozado siempre y en todas partes de gran favor del público. Por supuesto, hay momentos en que se hace más atractiva, y otros en que el fervor por ella decae un poco. Pero siempre se ha mantenido, y sin duda se seguirá manteniendo entre los géneros más leídos.

En las cercanías del quinto centenario del Descubrimiento la novela histórica alcanzó un verdadero auge. En los posteriores ese entusiasmo ha disminuido, como es natural, pero el grado de aceptación y de interés por ella se mantiene en cotas bastante elevadas. Las razones no pueden ser analizadas en las breves líneas de esta columna. Nos limitamos a señalar el hecho, por lo demás fácilmente verificable.

Junto con el auge de la novela histórica, hay también un gran interés entre teóricos y críticos literarios por su estudio. Es enorme el caudal de trabajos sobre el tema publicados en los últimos diez años más o menos, amén de otros aparecidos en diversas épocas. El año pasado, del 3 al 6 de julio, se realizó en Cuenca, España, en la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el V Seminario Internacional del Instituto de Semiótica Literaria y Teatral, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España, cuyo tema fue ``La novela histórica a finales del siglo XX''. Ahora aparece el volumen con los trabajos de ese Seminario. ( José Romera Castilla, Fco . Gutiérrez Carvajo y Mario García- Page . Editores: `` La novela histórica a finales del siglo XX'' . Visor Libros . Madrid, 1996 . 15x22, 5 cm . 439 pp .).

Este importante libro reúne cuarenta y tres ponencias y comunicaciones (confesamos no percibir muy bien la diferencia entre estas denominaciones), con gran variedad de temas y enfoques. La mayoría se refieren al tema en términos generales, de teoría literaria, y a obras y autores españoles. Algunos, muy pocos, pero no menos importantes, hablan de obras y autores hispanoamericanos, como Miguel Otero Silva y su novela ``Lope de Aguirre, Príncipe de la Libertad'' (María Leonor Andreu Milani, de la Universidad Católica Andrés Bello, de Caracas), y Abel Posse y ``La pasión según Eva'' (Matías Barchino, de la Universidad de Castilla-La Mancha). Un interesante trabajo de Niall Binns (Pontificia Universidad Católica de Santiago de Chile) trata incluso sobre ``La novela histórica hispanoamericana en el debate postmoderno''.

Entre los españoles analizados figuran Eduardo Mendoza, Antonio Gala, Juan Goytisolo, Max Aub, Ramón Carnicer, Camilo José Cela, Jesús Fernández Santos... Al final, José Romera Castilla, organizador principal del Seminario y uno de los compiladores del libro, agrega como apéndice una ``Selección bibliográfica sobre novela histórica'', con un registro de doscientas setenta entradas, entre títulos de libros, artículos y ensayos publicados en diversos lugares de Europa y América, sobre los más diversos aspectos del tema general de la novela histórica.

En otro apéndice, Alfredo Caunedo Alvarez presenta un interesante repertorio sobre novelas históricas publicadas en España entre 1980 y 1991, de autores españoles, hispanoamericanos o extranjeros traducidos al Español, seguido de un registro de las reseñas publicadas, en ese lapso, en los diarios españoles ``El País'' y ``ABC'', sobre novelas históricas. De 189 novelas publicadas, apenas 21 son de autores hispanoamericanos, no obstante que es en nuestro continente donde la novela histórica ha presentado las mayores y más profundas novedades. Y de 186 reseñas, 23, un escuálido 12,4%, corresponde a obras hispanoamericanas, 47,3% a novelas españolas y 40,3% a traducidas. Son muchas más las novelas históricas de autores hispanoamericanos publicadas en ese período, pero la cifra señalada corresponde sólo a las aparecidas en España. Lo bajo de esa cifra, lo mismo que la flaca presencia de nuestras novelas en las reseñas, sólo revelan el menosprecio que las editoriales, la prensa y los críticos y reseñistas españoles tienen por nuestra literatura.

En todo caso, queda en pie la perdurabilidad de la novela histórica, aunque tenga momentos de gran auge y otros en que el interés por ella decae, pero manteniéndose siempre en un nivel apreciable. Como dice Romera Castilla en la presentación del libro ``...la novela histórica moderna (...) ha tenido en estas últimas décadas un desarrollo importante en casi todas las literaturas, como ponen de manifiesto los nombres de los hermanos Thomas y Heinrich Mann, Bertold Brecht, Robert Graves, L. Feuchtanger, Thorton Wilder, Margueritte Yourcenar, H. Fast, Arthur Koestler, Umberto Eco, etc. La literatura en lengua española (...) no ha sido ajena al hecho'' (p.10).

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