viernes, 29 de octubre de 2010

de un infante de margarita


EL NACIONAL - Miércoles 27 de Octubre de 2010 Cultura/5
LITERATURA Margarita infanta es la publicación más reciente de Francisco Suniaga
Memorias de una niñez sin televisión son referidas en 17 relatos cortos
El autor recuerda su infancia en La Asunción en un libro que escribió antes de La otra isla (2005)
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ


Un lugar común de la literatura es pensar que "la patria es la infancia". La frase que los críticos e historiadores de las letras le adjudican al poeta francés Charles Baudelaire pertenece, palabras más palabras menos, a muchos escritores, entre ellos J. M. Barrie, Gabriela Mistral, Rainer Maria Rilke o Antoine de Saint-Exupéry. Ahora le toca el turno a Francisco Suniaga trazar paralelismos entre las dimensiones del tiempo y el espacio en las que habita un hombre en sus primeros años, como se lee en su más reciente libro, Margarita infanta (Random House Mondadori).

El escritor, que nació en La Asunción en 1954, presenta 17 cuentos en 120 páginas que tienen la belleza nostálgica de la niñez. En uno recuerda que así ­echándose cuentos, en el cine, oyendo a sus padres hablar y jugando en las calles del pueblo­ se divertían los muchachos antes de que existiera la televisión, en una isla que apenas comenzaba a asomarse al progreso con el primer ferry.

"Son escritos referidos a una situación que nos pareció (...) que requería tratamiento urgente: la modernidad poco a poco comenzaba a demoler el mundo margariteño en el que fuimos felices", señala en el prólogo, al que le sigue una breve viñeta en la que reflexiona sobre la capital del estado Nueva Esparta y que titula "La ciudad". En ella sienta las bases de la añoranza que atraviesa todo el tomo: "La Asunción hace ya mucho tiempo siguió su camino con ese andar incierto y pesado de las viejas capitales coloniales, pero mi infancia, en cambio, no se ha movido de lugar".

El autor de El pasajero de Truman (2009) indica que la publicación trata de darle respuesta a la gente que quería saber qué había escrito él antes de La otra isla (2005): "Son relatos muy margariteños, de La Asunción, que de alguna manera están proyectados en mi primera novela".

Un ánimo parecido se lee en "Tirano", una postal en la que relata la leyenda de Lope de Aguirre ­alias el Loco, el Traidor, el Tirano­ y del fantasma que, antes de la electricidad, asustaba a los niños del pueblo.

Allí se queja de la inseguridad que hoy se vive en su terruño: "Algunos margariteños, a pesar de que cuando niños vivieron bajo el temor constante de su amenaza, se preguntan si no habrá manera de hacerlo regresar, que vuelva a tomar su lugar en las noches margariteñas, porque el miedo sin fantasmas de ahora es otra cosa".

Los personajes de Margarita infanta se fueron de los pueblos venezolanos con la modernidad. El profesor regañón, la abuela dicharachera o el cuentacuentos que relataba películas quedaron para las páginas.

"Margarita es el paraíso de la literatura oral, allá todo el mundo es un literato de la oralidad. Si se sentaran a escribir, la isla estaría por encima de cualquier capital literaria en cuanto a las estadísticas de producción de escritores en el mundo. La necesidad de narrar cuentos influye mucho en uno", afirma el escritor que ahora se dedica a afinar los detalles de su próxima novela, en la que una mujer se muda a Margarita para reencontrarse consigo misma.

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