lunes, 23 de agosto de 2010

problemario


EL NACIONAL - Domingo 22 de Agosto de 2010 Siete Días/4
entrevista
Teodoro Petkoff
"Es posible enfrentar electoralmente al autocratismo y derrotarlo"
La publicación de El chavismo como problema (Editorial Libros Marcados, 2010) sirve de punto de partida para que el político reflexione sobre el estado actual del Gobierno y los retos que afronta la oposición semanas antes de las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre
DIEGO ARROYO GIL

Es un libro escrito al calor de lo que ocurre. Su título es El chavismo como problema y el autor, Teodoro Petkoff. Salió a la venta la primera semana de agosto y hace pocos días comenzó a circular la tercera edición. Aparece en un momento en que el país se encuentra según el analista en un punto que pudiera ser de inflexión, pues tras 11 años de gestión, el gobierno de Chávez "nunca ha estado en peor forma", mientras que "la oposición democrática" nunca ha estado mejor. No obstante, es resultado de un examen desengañado que no ignora la complejidad de la realidad actual venezolana, como tampoco fantasea utopías futuristas.

Leído de cabo a rabo, de un tirón, tiene la ventaja de que pinta un panorama de lo que ha sido la última década: cómo y por qué se llegó hasta aquí, a la vez que pondera los retos que afronta la vida política y social de la nación ante ese "problema" que se conoce como el chavismo.

En el transcurso de esta entrevista, llevada a cabo en la oficina desde donde dirige el diario Tal Cual, Petkoff reflexiona sobre inquietudes que surgen después de la lectura de su obra pero que, por el tema que tratan, como se verá, pudieran considerarse independientes del volumen.

El encuentro ocurrió temprano el viernes en que apareció, en la primera página de El Nacional, la fotografía de la morgue de Bello Monte. El lunes, Petkoff reprodujo la misma fotografía en la portada de Tal Cual, "un acto de desobediencia civil asegura realizado a plena conciencia, no para vender periódicos ni para solazarnos en la necrofilia, sino para expresar nuestra protesta por el ultraje cometido contra la sensibilidad pública por la risa burlona de Andrés Izarra".

Ambos periódicos fueron sancionados.

--¿Por qué el chavismo como problema en vez de Chávez como problema? --Bueno, Chávez ha dado origen a un cuerpo de ideas y a un movimiento popular que se identifica con él, pero que va más allá de él, y he querido referirme a la significación de ese fenómeno dentro del espíritu político, y del espíritu en general de los venezolanos, tanto de quienes lo siguen como de quienes lo adversan. Quise hacer algo como lo que hice con mi primer libro, El socialismo como problema. En 1968, la invasión de Checoslovaquia puso de manifiesto que el socialismo tenía que ser pensado como un problema por nosotros, los comunistas. En esta obra reflexiono sobre el chavismo como el problema que es para nosotros los venezolanos. El chavismo ha neurotizado este país.

--¿Considera que ese problema se mantendría aun a falta de Chávez? --Hay experiencias que demuestran que ese tipo de fenómeno a veces trasciende a sus líderes. Tal vez el caso más prominente en América Latina sea el de Juan Domingo Perón.

Por eso el chavismo tiene que ser pensado, no como una contingencia histórica que ocurrió por casualidad, sino como el resultado de una crisis económica, social, política, institucional, moral, que explicaría la emergencia de ese líder y su vinculación con una parte muy grande del país. Pareciera que no se trata simplemente de un fenómeno como el de Marcos Pérez Jiménez, que no dejó prácticamente huellas, sino de algo más profundo, algo que alude a corrientes subterráneas de la sociedad venezolana.

--En el libro afirma que el autocratismo del Presidente es potencialmente reversible por vía democrática. Pero, ¿cómo asegurar que su estrategia no sea ahogar definitivamente esa viabilidad? --Cuando me refiero a que es reversible quiero decir que el control autocrático de todos los poderes del Estado puede ser revertido, o parcialmente revertido, con una presencia parlamentaria importante, por ejemplo. No olvidemos que la clave del autocratismo es el control del Poder Legislativo, pues éste es el que permite al Ejecutivo controlar todos los otros poderes. Si la oposición obtiene un resultado que le permita estar presente en el Parlamento de una manera significativa, ese autocratismo comenzará a debilitarse. De allí que yo diga que en el caso venezolano no estamos todavía en presencia de una sociedad autocrática plenamente consolidada como la cubana, en la que el control de todos los poderes es absoluto y no hay ninguna posibilidad de echarlo atrás por vía democrática. En Venezuela aún existe la posibilidad de enfrentar electoralmente al autocratismo y derrotarlo. Yo creo que la oposición está haciendo lo que debe hacer, tanto organizacional como políticamente.

--¿No teme que Chávez le dé una patada a la mesa? --¿En relación con las elecciones parlamentarias? No.

Chávez está en plena campaña y, aunque con él nada se puede asegurar, creo que su estrategia está dirigida a las elecciones del 26 de septiembre. Vamos a esas elecciones.

--¿Qué resultado haría falta en las parlamentarias para que la oposición pueda considerar, en términos reales, que obtuvo una victoria política? --Puesto que me niego a hacer predicciones matemáticas, considero que la presencia de la oposición en la Asamblea, que creo que será significativa, es ya una victoria. Eso va a cambiar la calidad de la vida política venezolana, va a permitir que el Parlamento recupere su rol de escenario del debate político, que recupere la capacidad de discutir los actos del Ejecutivo, para que no sigan siendo tan impunes como lo han sido hasta este momento. Por supuesto, si en el mejor de los casos la oposición ganara la Asamblea, desde luego que la capacidad de controlar al Gobierno, de meter en cintura al Presidente, es decir, de obligarlo a gobernar dentro de la Constitución, será muchísimo mayor, implicaría un cambio copernicano en la política venezolana.

--Si las elecciones fueran mañana, ¿usted se sentiría seguro con las garantías que brinda hoy el CNE? --El CNE no puede ser un organismo confiable porque cuatro de sus cinco miembros son militantes del PSUV. Aunque formalmente hayan renunciado a la militancia, se sabe que están identificados con el Gobierno. Sin embargo, creo que el sistema electoral electrónico es confiable, pues el CNE tiene que manejarlo dentro de ciertas reglas de juego, las que hacen posible que la oposición audite las actas. Con testigos en las mesas, los resultados que arrojan las máquinas, convalidados con los papelitos que son depositados en las urnas, hasta ahora han mostrado que son confiables. De lo contrario no se entendería cómo la oposición ganó el referéndum constitucional, así como algunas de las gobernaciones más importantes del país. Si por Chávez hubiera sido, ni Miranda ni Carabobo ni Zulia ni Táchira ni Nueva Esparta ni la Alcaldía Metropolitana estuvieran en manos de la oposición.

Por eso es una responsabilidad de la oposición garantizar la presencia de testigos en todas las mesas.

--¿Es posible que después de 11 años, el Gobierno pueda revertir su decadencia y remontar, o la caída es definitiva? --Mientras mantenga la misma política en general y en particular la económica, el desenvolvimiento del país será calamitoso. El Gobierno tuvo la fortuna de tener durante cinco años precios petroleros astronómicos, pero la capacidad del petróleo y del gasto público para dinamizar la economía está seriamente lesionada. Una economía basada en tal expansión del gasto público, que por cierto ya no tiene los efectos que antes tenía, con una sobrevaluación permanente de la moneda, con un control de cambio que se ha vuelto caótico y con una escasez de dólares en perspectiva a pesar de los altos precios del petróleo, es una economía que va de mal en peor y con ella la sociedad. En el último año se han revertido algunos de los índices sociales que habían mejorado en los años de la bonanza petrolera. Muchos de los programas sociales están subfinanciados. Claro, se trata de una descomposición lenta y contradictoria. No es la caída de una máquina de escribir desde un quinto piso.

--Usted opina que, hoy por hoy, a diferencia de en 20022003, la oposición está jugando bien sus cartas. Pero hay quienes piensan que hasta que no aparezca un liderazgo capaz de enfrentarse directamente al de Chávez, la derrota de éste en las urnas será difícil. --Con relación a las elecciones parlamentarias, los liderazgos que hacen falta son locales.

Por mucho que Chávez trate de ser el candidato de 165 cargos en disputa, lo cierto del caso es que los candidatos son otros.

Con respecto a la confrontación electoral con el propio Chávez en 2012, falta mucha agua por correr. Tenemos dos años por delante. Yo creo que finalmente las sociedades producen una especie de alquimia social que va generando liderazgo. Venezuela vivió una tragedia histórica colosal, el sistema de partidos colapsó y el proceso de reconstrucción de ese sistema toma su tiempo. Hay mucha gente joven que está emergiendo. Los hechos muestran que hoy existen más figuras a las que la gente les atribuye condición de liderazgo que las que había en 2006. No me desespero en relación con esto.

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