martes, 10 de agosto de 2010

al encuentro de los retratos


EL NACIONAL - Lunes 09 de Agosto de 2010 Opinión/6
Libros: Gay Talese
NELSON RIVERA

Dios particular entre algunos cultores del periodismo narrativo, nombre que se pronuncia con delectación y maravilla en talleres de crónicas, autor de reportajes que se han convertido en clásicos de las más afamadas revistas y diarios estadounidenses, la obra de Gay Talese (1932) ha sido señalada como una de las fuentes originales del llamado Nuevo Periodismo del que hablara Tom Wolfe.

Retratos y encuentros. Una antología de Gay Talese (Editorial Aguilar, Grupo Santillana, Primera reimpresión, Colombia, 2009) incluye "El perdedor", "Frank Sinatra está resfriado", "Buscando a Hemingway" y "Orígenes de un escritor de no ficción", así como otros diez de sus textos de mayor fama y lustre (la propia edición nos informa que en 2003, la revista Esquire eligió el texto dedicado a Sinatra como la mejor historia jamás publicada en sus páginas).

Aunque sus mayores contribuciones al gran periodismo han ocurrido en libros volcados sobre temas y personas ajenos a la fama (The bridge, lectura de culto, narra la historia del levantamiento de un puente y las historias de un grupo de trabajadores especializados en los duros oficios de la construcción), esta antología pasa por las vidas de gente como Floyd Patterson (un campeón mundial de boxeo), el mítico beisbolista Joe Di Maggio o el mismísimo Sinatra, para muchos la más hermosa voz entre los intérpretes de música popular urbana del siglo XX.

Mi experiencia: no pude separarme de esta lectura hasta finalizarla. He sido lector de dos largas biografías de Sinatra, y lo que Talese logra en unas pocas páginas justifica el asombro: un hondo retrato de personalidad, una indagación en las complejidades del carácter, respuestas a las preguntas de las motivaciones que explican las conductas inciertas de quien fue un gran artista ("Parecería también haberse convertido en la encarnación del macho completamente emancipado, quizás el único en América, el hombre que puede hacer lo que le venga en gana, cualquier cosa, que puede hacerlo porque tiene el dinero, la energía y tal parece que la falta de culpa"). No estoy seguro de que la técnica Talese pueda reducirse a unos pocos enunciados, sino justo lo contrario: a cada personaje parece corresponder una especie de específico método narrativo. Inscribe a cada uno en un determinado firmamento. Lo refiere a un específico imaginario cultural. Gira, de improviso, al pequeño y revelador detalle que aproxima al lector a velocidad de vértigo.

Nos conduce al terreno de su cotidianidad imprevista. En pocas palabras: nos acerca a la circunstancia del hombre, no sólo por los caminos regulares, sino también por la trastienda, a través de aproximaciones oblicuas que llevan a las personas hasta su último y más revelador lugar.

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