martes, 31 de agosto de 2010

radar para un enredo


Estupefacción de Estado
Luis Barragán


Galopantemente, el Estado está copando todos los espacios posibles. Confundiendo la propiedad social con la estatal, inevitablemente estamos condenados a depender de la gran burocracia del PSUV, según la grata utopía de los privilegiados del poder. De modo que no hay ni habrá iniciativa personal o comunitaria alguna, libre de sospecha. Toda aquella que aparezca, aún en medio del fulgurante ascenso de la supervivencia que los magnificos (y magnánimos) monopolizadores de las divisas (y de la pólvora) imponen, merece la asfixia del caso, literal y preferiblemente mecánica de haber ocasión.

La sociabilidad es un dato condenable, porque el único relacionamiento admisible es con el Estado que todo lo concibe, ordena, concede, niega, retribuye, amonesta y redefine. Los obreros de Guayana que aplaudieron a rabiar el anacronismo de una nacionalización según el canon, deben esperar el dedo gracioso de Chávez Frías (de acuerdo a la inolvidable metáfora de Jacqueline Farías), en lugar de la contratación colectiva, la solución al inmenso pasivo laboral u otras demandas que se suponen de inmediata satisfacción por el Estado que los representa y los hace protagonistas de una hora histórica.

Estupefactos, nos descubriremos como Estado. Evidentemente, en los suburbios más alejados del núcleo de poder, porque estamos destinados a ser sus empleados o asalariados si de sobrevivir se trata y, a lo sumo, radicalmente flexibilizado el mercado laboral, a integrarnos en la alianza patriótica que haga con empresas de otros países, incluyendo las transnacionales que hoy son malas y mañana pueden ser buenas en el burdo maniqueísmo de la evolución del modelo que – por única novedad – se nombra como el siglo en curso.

“El hombre es social en virtud de su condición de persona, que exige para realizarse como tal el establecimiento de relaciones con otras personas iguales”, refirió en una ocasión José Barbeito. Y, convengamos, no es precisamente lo que caracteriza – además – ese comunalismo en ciernes, supeditado a los intereses del poder central que puede convertirlo rápidamente en sendos comités de defensa de una revolución que cuenta con un único beneficiario, el relacionante o relacionador de la Venezuela que se abre paso en medio de excesivos odios, rencores y temores.

Fuente:
http://notivargas.org/columnistas/14109-luis-barragan--estupefaccion-de-estado.html
Ilustración:
http://radardelosbarrios.blogspot.com/2010_05_01_archive.html

la ciudad se llamará rif


De la letrerósis y los conos de...
Luis Barragán


La alcaldía menor de Caracas ha dispuesto reordenar la literatura comercial de la ciudad, indicando un formato de promoción de los locales un poco más proporcionado a los ritmos de sus contaminaciones, hasta desaparecer. Unicamente, la numeración del llamado RIF dirá bastar para saber del ramo o especialización de la casa.

El asunto no es enteramente anecdótico, pues, si de contaminante visual tratamos, desde hace poco tiempo deslumbra la identificación de la Asamblea Nacional en la sede administrativa de la esquina de Pajaritos. Además de tomar el inmueble, darle los manotazos de pintura que mejor merecía cuando estaba poblado de todos los tribunales de la urbe, ahora suponen que nadie conoce el lugar en el que lo más importante es la estética de un anuncio vertical que las misiones constitucionales abandonadas por el parlamento.

Poca autoridad moral hay para una regulación que sólo toca a la economía formal, porque estamos literalmente inundados de toda suerte de mensajes que tienen por domicilio privilegiado los postes, paredes, árboles y cualesquiera de los soportes que nos convierten en un gran escombro pictórico. Mensajes de devoción, porque tratan del único individuo susceptible de una biografía en el país, devenido Comandante-Presidente de diferentes tomas y colores, abombado por frases de enfermiza y eterna repetición.

Pulverizar hasta las denominaciones comerciales, ciertamente alternativas ante aquellas con las que suelen bautizar las misiones, campañas electorales o las propias entidades del Estado, constituye una proeza de la Ciudad Socialista que construyen invisiblemente. Y esto, porque no se ve nada distinto y más humano a lo que hay, siendo peor de lo mismo: el parapeto del PSUV que se hace llamar alcaldía, es evidentemente indiferente a los males que padece la población caraaqueña.

Falta por acabar con todas las señales de tránsito, en medio de la creciente pobreza toponímica que estamos padeciendo. Ciudadela que se anuncia, en la que cada quien tendrá que ir de la casa a buscar trabajo y viceversa, esperando por el paquete turístico que te permita salir de la manzana, el único nombre será el del miraflorino.

Conos de ....

Entendemos que hay ciertas caravanas de vehículos con privilegios de circulación en nuestras acogotadas ciudades, con el despliegue de los operativos de seguridad correspondientes a las altas investiduras que ya no parecen de ocasión. E, incluso, asumimos como convenientes el celoso resguardo de determinadas zonas de acceso, siendo el caso la andanza urbana del presidente de la República y su lugar cotidiano de despacho. Sin embargo, generalizar la fórmula constituye un irrespeto contra el desenvolvimiento y el propio derecho constitucional de movilidad o tránsito ciudadano.

En efecto, sorprende la proliferación de los presuntos y más variados funcionarios del Estado capaces de obstaculizar el tráfico automotor y peatonal, por el vanidoso atravesamiento de sus automóviles y de los auxiliares no menos arrogantes que frenan repentinamente a las personas ajenas al desplazamiento. Policías sin uniformes de los que no se sabe demasiado, excepto la temible estampa que nos cohíbe de una riesgosa solicitud de identificación, agotan sus malsonantes interjecciones de rutina para desgaste del asfalto.

Quizá el precursor más visible fue el otrora alcalde mayor Juan Barreto, cuyo tren galopaba las calles junto a los motorizados violentos de ninguna credencial como funcionarios, además. Y, no siéndolos, otra memorable referencia son los acompañantes y la mismísima Lina Ron que tienen por rieles la humillación ciudadana.

Agregemos los conos de las calles y avenidas que garantizan un canal exclusivo para los líderes que supusimos momentáneos, porque así se evidencia al pie de la sede de la vicepresidencia de la República o de la de CANTV. Esos conos de … las calles y avenidas, amén de entorpecer la circulación, por céntrica que sea la esquina de Carmelitas o la avenida Libertador, simplemente, nunca estuvieron ahí antes de 1999, por lo menos, en forma permanente.

Vicisitudes de la Ciudad Socialista, pues. Todos somos iguales, pero – a lo Orwell – unos lo son más que otros.

Fuente:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/5523-de-la-letrerosis-y-los-conos-de-http://www.analitica.com/va/politica/opinion/9069823.asp
Ilustración:
http://lamula.pe/tag/cuba

ciudad rejadura


El único portal posible
Luis Barragán


Los específicos problemas del redundante Municipio Bolivariano Libertador, obvia y dramática clave del esquema centralista del poder, suelen solaparse y desaparecer frente a los que tienen alcance y envergadura nacional. Muy pocas veces el papel estelar le corresponde a la administración de la ciudad, pues el vecino de Miraflores ha logrado anularla por completo para beneplácito del gris alcalde menor que tiene el PSUV aposentado en ella.

Recientemente, la autoridad capitalina ha dispuesto la sustitución de infranqueables puertas y portalones de acero, por las llamadas santamarías (palabras más, palabras menos: de acero galvanizado y perforadas). Aceleradamente, los pasajes más concurridos y comerciales de la capital, deberán exhibir la novedad que ciertamente lo es, como prioridad de una gestión que olvida olímpicamente las altísimas cotas alcanzadas por el crimen, organizado o no.

Digamos que, en medio del campante desempleo muy bien disfrazado por Elías Eljuri a la cabeza del INE, el reemplazo supone una inversión adicional e imprevista, cercana a la fecha navideña, más de las veces insoportable para mantener dos o más empleados. Sin embargo, el debate ha de moverse muy bien por otra calle, definitivamente ciega y penumbrosa: la de la inseguridad personal.

Recordemos que el auge de los portones blindados partió del Caracazo tan celebrado hoy por el régimen, quedando como la irremediable opción ante la agresivísima delincuencia urbana. Y es que, inicial medida de emergencia, son pocos los locales, incluyendo los inmuebles invadidos, por modestos que sean, que no cuentan con el único valladar posible que nos dejan once años de chavezato.

Ocurre que el reemplazo inmediato no apunta a la solución más expedita y que, a juzgar por la botarata de real de la campaña oficialista, parece tener seguro financiamiento: la policía. Empero, ocurre algo semejante a la obligación de los residentes y empresarios privados de pintar sus fechadas: están condenados a hacerlo eternamente, porque el Estado (y la alcaldía lo es), no impide que las pintas callejeras y desorbitadas las contaminen (y hasta pagan para que lo hagan, propagandizando al Señor Presidente).

La Ciudad Socialista que dicen construir, reclama mayor fragilidad para reforzar una grata apariencia. Incumplidores, dejan que cada quien se aventure a la supervivencia, pues en la urbe premoderna a la que hemos retrocedido, la del asalto sistemático o espontáneo, bien vale dar una impresión estética de ornada y contradictoria postmodernidad, enmascarándola.

Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2010/08/el-unico-portal-posible/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=687929
Ilustración:
http://radardelosbarrios.blogspot.com/2010_05_01_archive.html

ruptura


Lucas, 14: 1, 7-14:

En su homilía de hoy, el Padre Numa Molina (SJ) versó sobre la humildad como característica del cristiano. Contextualizado históricamente el pasaje, observó que Jesús cobraba importancia por lo que el jefe de los fariseos lo invitaba, algo que no hubiera ocurrido cuando tuvo por oficio la carpintería.

Humano es el afán de situarse, de estar por encima de los demás, supeditados socialmente a un complejo sistema de normas y protocolos. Jesús rompe con el rigor de los fariseos, empleando otra lógica. La práctica habitual del cristiano debe ser la de ubicarse en el último lugar por libre elección. Los demás deben darle el puesto.

El Padre Molina recordaba aquella escena de la Madre Teresa de Calcuta, quien se encontraba en la cocina ayudando a lavar los enseres, mientras preguntaban por ella los que concurrieron a un evento vaticano en su honor con motivo del premio Nobel de la Paz.

Hay una segunda lección, y es la de actuar desinteresadamente. Significa compartir con los ninguneados, con los que no nos recompensarán acá. Hallamos así una novena Bienaventuranza sobre el servicio.

Acota el Padre Molina sobre la necesidad de escuchar. Frecuentemente, la oración es habladera. No escuchamos. No meditamos. Por cierto, la humildad no significa dejarse torturar...

Imagen: La Madre Teresa de Calcuta, quién con su ejemplo nos mostró el alcance la palabra de Dios.

(MFSG)

frente a la arrogancia


NOTITARDE, Valencia, 28 de Agosto de 2010
Humildad vs arrogancia (Lc. 14, 1.7-14)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

El evangelio que se proclama en la Iglesia este domingo nos relata que Jesús fue a comer en casa de un jefe fariseo, mientras estaba allí observó cómo los invitados que iban llegando elegían los puestos de honor; por eso, Él pronuncia unas palabras con el fin de presentar dos actitudes que son claves en la vida de un hombre virtuoso y/o religioso y/o que profesa su fe en Dios. Por una parte, está la humildad, que se contrapone a la arrogancia o soberbia o lo que es lo mismo, el creerse más que los demás y el pensar que merece honores y reverencias. Por eso, Jesús dice la sentencia: "Todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido". La segunda actitud, es el amor desinteresado con el prójimo; especialmente con el más necesitado.
Jesús había logrado fama, era considerado un maestro judío, sin haber pasado ni estado en una escuela rabínica; su sabiduría, lenguaje y actitud eran reconocidas por todo el Pueblo de Israel: "Habla, como quien tiene autoridad". Tanto era así, que los jefes religiosos lo invitan a sus casas para escucharlo, para conocerlo, para estar al día con los acontecimientos y pretender querer descubrir si realmente este hombre que tenían delante de sus ojos era el Mesías esperado. A este grupo de personas también les habla El Señor, los exhorta, los enseña, con la autoridad de su propia vida. Por eso, la primera parte del evangelio de hoy es un consejo para todos los comensales, dicho en parábolas y donde los invita a la humildad. La segunda parte, es una sugerencia al anfitrión; invitándolo a la caridad, al servicio con los más necesitados; sin buscar nada más que cumplir la voluntad de Dios.
La enseñanza es clara para nosotros los cristianos de hoy; el discípulo-misionero, necesita vivir en humildad, no en arrogancia ni soberbia. La sencillez, una vida "llana", es exigencia clave frente al Reino de los cielos; al estilo propio de Nuestro Señor, Jesucristo; que siendo rico se hizo pobre; siendo Dios, se hizo hombre; siendo Rey, se hizo esclavo; siendo inocente, tomó el puesto del pecador; siendo el dueño de la vida, se sometió a la muerte en cruz y todo esto por amor a la humanidad, por salvar al hombre sumergido en el pecado y la condena eterna. En la humildad, el discípulo se hace uno con su divino Maestro, en la sencillez de cada día lo encuentra y es capaz de transparentar el verdadero rostro de Dios que viene al encuentro del hombre a brindarle su amor y salvación. Así mismo, como lo enseña la segunda parte del evangelio de hoy, donde Jesús instruye al fariseo que lo invitó a su casa; el discípulo-misionero, necesita vivir el amor desinteresado, sin cálculos, sin buscar recompensas o asegurando prebendas para el futuro. Dios es gratuidad, don, regalo; su amor es sin medida, de la misma manera necesitan vivir los que profesan su fe en Él. Por tanto, la vida del cristiano que sigue a Cristo, necesita ser una vida entregada en la humildad, en la sencillez y en un amor sin cálculos ni egoísmos; dando al otro de lo que se tiene, sin esperar recompensas.
Por supuesto, que en una sociedad materialista, consumista e individualista y competitiva como la nuestra, las actitudes que nos propone el evangelio de hoy, se hacen difíciles de vivir para aquellos que han entregado vida, alma y corazón a los bienes y honores de este mundo; en cambio, para los que saben trascender y entender que no sólo esto es necesario para la vida y dan el salto hacia la humildad, el desprendimiento, la libertad y la caridad. En efecto, el cristiano humilde y desprendido es aquel que sabe reconocer sus limitaciones, sus sombras y por eso, camina en la verdad de su propia vida, en la sencillez y comparte desinteresadamente y en generosidad con los demás; al estilo de Cristo, Nuestro Señor, que nos quiere libres, no esclavos de apariencias, de soberbias, de cálculos o consumismos. Necesitamos recordar que todo en la vida y nuestra propia vida es don y gracia, que somos criaturas, que somos "humus" o tierra (de donde se deriva la palabra humildad) y que no podemos creernos más que nadie, ni pretender ocupar el puesto de Dios.
IDA Y RETORNO: ¿Existen los ángeles? ¿Quiénes son los ángeles? ¿Podemos invocar a los ángeles? El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento mencionan o dan prueba de la existencia de los ángeles como criaturas de Dios; de naturaleza espiritual, encargados de llevar un mensaje o cumplir una misión en su nombre o anunciar una buena noticia; jamás ocupan su lugar o lo usurpan. Ellos están constantemente alabando a Dios, glorificando su nombre y no reciben la gloria para sí. Dios nos ha colocado un ángel guardián que tiene la misión de acompañarnos en nuestra vida y a quien podemos invocar cada día como amigo y compañero en el camino de nuestra existencia; desde que nacemos hasta nuestra muerte (Mt.18,10 ; Lc.16,22). Los ángeles, según Col. 1,16, se dividen en clases: Tronos, dominaciones, principados, potestades, ángeles, arcángeles, querubines

Ilustración:
Manuel Mampaso "Abstracto" / Óleo sobre tabla Medidas50x70
Agregar un pie de foto
NOTITARDE, Valencia, 28 de Agosto de 2010
Humildad vs arrogancia (Lc. 14, 1.7-14)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

El evangelio que se proclama en la Iglesia este domingo nos relata que Jesús fue a comer en casa de un jefe fariseo, mientras estaba allí observó cómo los invitados que iban llegando elegían los puestos de honor; por eso, Él pronuncia unas palabras con el fin de presentar dos actitudes que son claves en la vida de un hombre virtuoso y/o religioso y/o que profesa su fe en Dios. Por una parte, está la humildad, que se contrapone a la arrogancia o soberbia o lo que es lo mismo, el creerse más que los demás y el pensar que merece honores y reverencias. Por eso, Jesús dice la sentencia: "Todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido". La segunda actitud, es el amor desinteresado con el prójimo; especialmente con el más necesitado.
Jesús había logrado fama, era considerado un maestro judío, sin haber pasado ni estado en una escuela rabínica; su sabiduría, lenguaje y actitud eran reconocidas por todo el Pueblo de Israel: "Habla, como quien tiene autoridad". Tanto era así, que los jefes religiosos lo invitan a sus casas para escucharlo, para conocerlo, para estar al día con los acontecimientos y pretender querer descubrir si realmente este hombre que tenían delante de sus ojos era el Mesías esperado. A este grupo de personas también les habla El Señor, los exhorta, los enseña, con la autoridad de su propia vida. Por eso, la primera parte del evangelio de hoy es un consejo para todos los comensales, dicho en parábolas y donde los invita a la humildad. La segunda parte, es una sugerencia al anfitrión; invitándolo a la caridad, al servicio con los más necesitados; sin buscar nada más que cumplir la voluntad de Dios.
La enseñanza es clara para nosotros los cristianos de hoy; el discípulo-misionero, necesita vivir en humildad, no en arrogancia ni soberbia. La sencillez, una vida "llana", es exigencia clave frente al Reino de los cielos; al estilo propio de Nuestro Señor, Jesucristo; que siendo rico se hizo pobre; siendo Dios, se hizo hombre; siendo Rey, se hizo esclavo; siendo inocente, tomó el puesto del pecador; siendo el dueño de la vida, se sometió a la muerte en cruz y todo esto por amor a la humanidad, por salvar al hombre sumergido en el pecado y la condena eterna. En la humildad, el discípulo se hace uno con su divino Maestro, en la sencillez de cada día lo encuentra y es capaz de transparentar el verdadero rostro de Dios que viene al encuentro del hombre a brindarle su amor y salvación. Así mismo, como lo enseña la segunda parte del evangelio de hoy, donde Jesús instruye al fariseo que lo invitó a su casa; el discípulo-misionero, necesita vivir el amor desinteresado, sin cálculos, sin buscar recompensas o asegurando prebendas para el futuro. Dios es gratuidad, don, regalo; su amor es sin medida, de la misma manera necesitan vivir los que profesan su fe en Él. Por tanto, la vida del cristiano que sigue a Cristo, necesita ser una vida entregada en la humildad, en la sencillez y en un amor sin cálculos ni egoísmos; dando al otro de lo que se tiene, sin esperar recompensas.
Por supuesto, que en una sociedad materialista, consumista e individualista y competitiva como la nuestra, las actitudes que nos propone el evangelio de hoy, se hacen difíciles de vivir para aquellos que han entregado vida, alma y corazón a los bienes y honores de este mundo; en cambio, para los que saben trascender y entender que no sólo esto es necesario para la vida y dan el salto hacia la humildad, el desprendimiento, la libertad y la caridad. En efecto, el cristiano humilde y desprendido es aquel que sabe reconocer sus limitaciones, sus sombras y por eso, camina en la verdad de su propia vida, en la sencillez y comparte desinteresadamente y en generosidad con los demás; al estilo de Cristo, Nuestro Señor, que nos quiere libres, no esclavos de apariencias, de soberbias, de cálculos o consumismos. Necesitamos recordar que todo en la vida y nuestra propia vida es don y gracia, que somos criaturas, que somos "humus" o tierra (de donde se deriva la palabra humildad) y que no podemos creernos más que nadie, ni pretender ocupar el puesto de Dios.
IDA Y RETORNO: ¿Existen los ángeles? ¿Quiénes son los ángeles? ¿Podemos invocar a los ángeles? El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento mencionan o dan prueba de la existencia de los ángeles como criaturas de Dios; de naturaleza espiritual, encargados de llevar un mensaje o cumplir una misión en su nombre o anunciar una buena noticia; jamás ocupan su lugar o lo usurpan. Ellos están constantemente alabando a Dios, glorificando su nombre y no reciben la gloria para sí. Dios nos ha colocado un ángel guardián que tiene la misión de acompañarnos en nuestra vida y a quien podemos invocar cada día como amigo y compañero en el camino de nuestra existencia; desde que nacemos hasta nuestra muerte (Mt.18,10 ; Lc.16,22). Los ángeles, según Col. 1,16, se dividen en clases: Tronos, dominaciones, principados, potestades, ángeles, arcángeles, querubines

Ilustración:
Manuel Mampaso "Abstracto" / Óleo sobre tabla Medidas50x70

un libro indispensable


De 1984, José Napoleón Oropeza (Puerto Nutrias, 1950). Aficionado, el poco criterio literario que tengo, lo debo a la lectura de este paseo histórico que colocó puntos y acentos sobre nuestra narrativa. Recuerdo, muy a principios de los noventa, al salir del tribunal penal donde laboraba, en período de vacaciones de la universidad, le"tragué" en la Biblioteca Nacional de San Francisco. Después fue reeditado por la Gobernación de Carabobo. Entiendo, Oropeza presidió el Ateneo de Valencia...

Fuente:
http://www.facebook.com/photo.php?pid=1415430&fbid=1488229720289&op=1&o=all&view=all&subj=13765738818&aid=-1&oid=13765738818&id=1070325318#!/photo.php?pid=76761&fbid=1022123747931&op=7&o=all&view=all&subj=13765738818&aid=-1&oid=13765738818&id=1070325318
(04 de agosto de 2008)

pensando también a balza


EL NACIONAL - LUNES 22 DE SEPTIEMBRE DE 2008 CULTURA/3
El foro del lunes
JOSÉ BALZA El escritor es el autor del libro Pensar a Venezuela
Con la aparición de esta obra, Bid & Co. Editor trae de vuelta a la luz a un ensayista que, durante los años que estuvo sin publicar, además de escribir narrativa se dedicó, como aquí se demuestra, a reflexionar sobre el país y sus problemas
«Pese a todo, hay una coherencia de la personalidad venezolana»
DIEGO ARROYO GIL


Pensar a Venezuela, este libro de ensayos tan interesante de José Balza, aparece en un momento en que nadie se esperaba ninguna reflexión sobre el país que corriese a contravía de lo contingente, es decir, de la noticia del día o del día anterior. Su trabajo principal –el que da título a la obra–, es un texto desconcertante por dos razones: además de que hurga en las entrañas colectivas de la nación, no ofrece respuestas, no sutura la herida por donde pasa el bisturí sino que la deja abierta para la mirada distraída.

Se trata, hay que advertirlo, de un ensayo exigente, que se da de cabezazos a medida que trata de encontrarle un asidero explicativo, una respuesta a la pregunta que el autor postula en las dos primeras líneas de su trabajo: "¿Llegaremos, alcanzaremos a ser una Venezuela íntegra?". A partir de allí, el viaje de la escritura estará orientado por una reflexión profunda, plagada de datos y comparaciones. Va al pasado como en busca de una definición que sitúe al presente, que lo ponga en su lugar. Una tarea difícil pero necesaria.

Publicado por Bid & Co. Editor, Pensar a Venezuela aparece conjuntamente con dos libros de narrativa del autor: Un hombre de aceite, bajo este mismo sello, y El doble arte de morir, de Ediciones B.

–Usted subraya que el decurso de nuestra fundación como nación ha estado marcado por "interrupciones", ¿cómo definiría estas "interrupciones"?
–Lo explico. Es probable que haya habido un transcurrir en estas tierras, un transcurrir ignoto, ignorado, que puede haber comenzado de manera más o menos estructurada hacia el año 500 D. C., cuando se asentaron aquí las diversas etnias indígenas. Todas esas etnias tenían sus lenguajes propios, sus ritos, como es natural. Ahora, la aparición de Colón, sin duda interrumpe el fluir de esas tradiciones, de ese lenguaje, de esa cultura.

Allí se produciría la primera interrupción, al menos la primera de la que somos conscientes, la primera de la que tenemos constancia. La primera evidencia de esa transformación, de esa ruptura, es la transformación del lenguaje. Ninguno de los lenguajes indígenas va a predominar sobre el que llegaba: el español se impone. Allí tenemos una reformulación social. Lo mismo que sucedió con el lenguaje ocurrió con las religiones, con las tradiciones. El mundo indígena retrocede, y pasarán siglos para que vuelva a ser apreciado y rescatado, como ha ocurrido.

–De modo que la interrupción implicaría como una mutación en la cultura. ¿Hubo una segunda?
–Sí. La otra gran interrupción ocurrió una vez que se había establecido el mundo colonial con todo eso que había llegado, una vez que el indígena y el negro se habían integrado a esta nueva realidad. Fue entonces cuando se deseó una ruptura con esa matriz de lenguaje que era España. No se va a cambiar de idioma, pero éste quiere decir otra cosa.

Ello se produce desde finales del siglo XVIII hasta 1810 al menos. La ruptura vendría por la acusación que se le hace al imperio, pero sobre todo a la religión, de someter a estas tierras como una colonia.

El Dios y el rey tienen que ser eliminados. Se produce un nuevo canal de pensamiento, de sensibilidad. El gran héroe se convierte en un fantasma que nos paraliza, porque se pretendió convertirlo en Dios. Creo que todavía estamos viviendo esa segunda gran interrupción. Para muchos venezolanos el héroe es más importante que Dios; lo sienten más cerca. Pero ese héroe nos paraliza. ¿No es eso lo que está ocurriendo fundamentalmente hoy? Estamos paralizados en la deificación de la historia. Somos incapaces de liberarnos de esto. Lo más triste es que ello conlleva a que la imagen militar, la imagen guerrera, la imagen bélica, la imagen destructora, predominen como factores de orientación de la sociedad.

En cambio, nuestros filósofos, nuestros religiosos, nuestros artistas, claro que ocupan un lugar importante, pero no son el norte que orienta al país, como debería ser.

–¿Así que mantenemos rasgos de "personalidad" como nación que tienen origen remoto? En su ensayo usted llega a remontarse al siglo XVII venezolano. –Si duda. Es que si tú lees o escuchas las historias de un transmisor de la etnia wayúu, como Miguel Ángel Jusayú, por ejemplo, te enteras de que él conoce esas historias porque se las contaron sus abuelos, y sus abuelos las conocieron a la vez por sus abuelos.

Así uno puede remontarse a 1.000 años atrás. Es un testimonio directo. Cito 2 elementos caracterológicos. Un relato de Jusayú, guajiro, se detiene en el mundo de la flojera, de cómo un nieto engaña a una abuela, al hacerle creer que va al conuco a trabajar y nunca va, hasta que las señora se da cuenta. El otro: hay un tarén, o formulación mágica de los indios pemones, donde se puede encontrar un ensalme para que un chico que es feo se vea atractivo ante la chica que él desea. La gente está acostumbrada a pensar que las cosas indígenas son sólo cantos de amor. No. La tradición indígena registra toda la cotidianidad, pero no nos damos cuenta por las interrupciones. Tenemos componentes de aquella realidad en nosotros. Otro ejemplo.

Cuando se revisan las actas de la Inquisición, la cual funcionó en Venezuela a partir de 1610, te das cuenta de que aquí muchísimas personas fueron llevadas a la muerte o a prisión porque hablaban demasiado, no podían contenerse, tenían que hablar y hablar y hablar. Es la habladora nuestra, nuestra capacidad de ofrecer y no cumplir.

Tenemos rasgos cuyo testimonio está en documentos precolombinos, así como en toda la literatura y el arte venezolanos de los siglos XVIII, XIX y XX. No podemos dejar de ser la sangre indígena, negra y blanca que se reúne en nosotros. Configura nuestra personalidad.

–Volvamos a las interrupciones. ¿Ellas están alimentadas por eso que usted llama "el inmaduro deseo venezolano por la novedad"?
–Hay algo de eso. Se plantea un problema interesante. El padre José Gumilla, en 1739, discute el problema de si las almas del negro y del indio son iguales a la del blanco.

Pasan 200 años y Guillermo Meneses también toca ese asunto, sin saber que lo había tratado Gumilla. De este problema nació una desconfianza hacia nosotros mismos, de superstición de nuestra capacidad. Se estableció una desigualdad que aceptamos.

Al ser evaluados, nosotros los mulatos, negativamente, comenzamos a creer que teníamos que interrumpirnos para imitar lo que no éramos. Esto tiene vigencia. Es el fantasma del blanco que no somos. Se refleja en nuestros modelos políticos, que están incesantemente interrumpiendo, a diferencia del modelo profundo, que es el de los creadores, aunque permanece oculto.

Que los gobiernos improvisen parece ser nuestro consuelo, cuando nuestro consuelo debería ser la continuidad que venimos siendo. Tenemos un inexorable deseo de recomenzar todo. Creemos que debemos ser eternamente jóvenes.

–¿Esto es lo que hace atractivas las nuevas propuestas, sobre todo las que prometen acabar con todo con la promesa de reconstruir?
–Sí, aunque sean erróneas.

–Usted acaba de hablar de la "continuidad que venimos siendo", que es, por cierto, la reflexión con la que cierra su ensayo. ¿Por qué cree que es importante mencionarla en los momentos actuales? –No se trata sólo de los momentos actuales. Es que tenemos que darnos cuenta de que al lado de la eterna juventud y del recomenzar hay una línea estructurante de la personalidad del país. Quienes han sido libres para explorarla, para mostrarla, para vivirla, han sido los pensadores de todo ámbito: plástico, musical, literario, filosófico, religioso, psicológico. Son ellos quienes nos han dado continuidad. En 1640 el padre Jacinto de Carvajal escribió la que es, posiblemente, la primera copla llanera de este país. Esa copla ha recorrido el llano durante siglos. Hay un registro mental o estético, como se le quiera llamar, que es constante en nosotros. En esa copla, como en nuestras creaciones, hay un autorretrato. Lo que ocurre es que nuestro pueblo no está educado, nuestra clase media no lee, no participa de eso, la clase alta sigue viendo televisión tonta.

Esto impide que se advierta esa espiral, ese mundo fluido donde sí tenemos vertebración. Porque lo cierto es que, pese a todo, hay una coherencia de la personalidad venezolana.

oz en escena


EL NACIONAL - Lunes 23 de Agosto de 2010 Opinión/7
Libros: Amos Oz
NELSON RIVERA

He temido sentarme a escribir esta nota, temido traicionar la triste, sedimentada e íntima belleza que reposa en Escenas de la vida rural (Ediciones Siruela, España, 2010): ese silencio que Amos Oz ha volcado como aire y aliento, pero también como pátina de las cosas y de los días; el derrumbe irreversible y sin premura que tiene lugar en un pueblo imaginario de Israel llamado Tel Ilán; la presencia recurrente o sorpresiva de asuntos pendientes que son esenciales a los hombres y mujeres que allí viven.

Temo decir que estas páginas están pobladas de seres solitarios y que la frase distorsione la sobriedad, la persistente recurrencia de las rutinas, el orden y la lucha sin trucos en la que viven estos personajes (que, por momentos, me han recordado a los hombres y las mujeres que habitan en los relatos de Anton Chejov). La soledad de cada uno no proviene únicamente del interior de cada quien, también está entrelazada al tiempo que vivimos.

Dice el narrador en uno de los relatos: "Se habían acabado los días en que las personas, al menos algunas, al menos de vez en cuando, aún se amaban o se apreciaban sin hacer todo tipo de cálculos.

En estos nuevos tiempos todos sin excepción, repetía el anciano una y otra vez a su hija, todos traman algo.

Hoy todo el mundo busca arrebatar algunas migajas de la mesa del prójimo. Nadie, eso le ha enseñado su larga vida llena de decepciones, nadie llama a tu puerta si no es para sacar algún provecho, para obtener algún beneficio o para sacar una ventaja. Hoy todo se hace de forma calculada, y casi siempre con un cálculo abyecto".

Como si fuera un signo de la vida en Tel Ilán, Oz incorpora elementos en unos y otros relatos: aquí aparece fugazmente un personaje que será el protagonista en otra historia; aquí y allá alguien estudia la oposición entre urbano y rural; aquí y allá alguien compara un cuello flácido con el buche de un pavo; aquí y allá un silencio espeso se posa sobre casas, jardines, calles y campos, mientras el viento trae el aullido lejano de un perro salvaje. Aquí y allá, una y otra vez, el gran maestro del oficio de narrar que es Oz, nos coloca, sin estrépitos ni alharacas, ante los dilemas últimos de unos seres que uno siente próximos y remotos a un mismo tiempo.

Hay libros que no finalizan, que no se marchan nunca.

Entre ellos no comparten un modo de quedarse. Al contrario: si es cierto que una de las predilecciones de la memoria es lo peculiar, entonces cada libro que se acomoda en nuestro espíritu lo hace con movimientos propios, con sus inequívocos presagios, llamados e incitaciones. Esto es lo que he sentido: que estas Escenas de la vida rural son inextinguibles. Que vinieron para perdurar.

lunes, 23 de agosto de 2010

baremo indispensable


Cum grano salis
Luis Barragán


Naturalmente, hay competencia en los cuadros políticos de la consabida polarización. En el seno de la oposición o del oficialismo, irreprimibles los matices y desencuentros, hay indicios muy severos de deslealtad entre los actores, siendo gravísimos en un flanco por la inexcusable lógica de los privilegios del poder. Empero, en el otro, hay muestras de mayor madurez, consistencia, perseverancia y consecuencia, aunque los voceros gubernamentales inventen mil veces un financiamiento masivo, sucio y foráneo que no se ve por ninguna parte.

La oposición no sólo ha sobrevivido a la agresión constante, directa e indirecta de los sectores que monopolizan la dirección del Estado, incurriendo en desafueros como los ataques al Cardenal Urosa o la ruptura de las relaciones diplomáticas con Colombia, sino ha logrado afianzar un entendimiento básico y común que, con todas sus imperfecciones, los servicios de inteligencia o contra-inteligencia no logran torpedear efectivamente. Y es que no cabe otra conclusión, perdida crecientemente la calle, que la del empleo subrepticio de todos los recursos del Estado en el intento de neutralizar a la dirigencia opositora habida cuenta de la falta de control público del aparato miraflorino que ayuda a confirmar la hipótesis.

De matices y diferencias se hace toda obra humana, por lo que ha sido una buena noticia el proceso de composición unitaria de la oposición que permita afrontar el desafío del 26-S. Este, por más que se insista – precisamente – en la polarización, no tiene por principal protagonista a Chávez Frías, sino las realidades inaguantables que se viven en las regiones y localidades del país, domicilios exactos de nuestros comunes esfuerzos de reconstrucción democrática.

El protagonismo circunstancial de uno u otro factor, las figuraciones mediáticas de uno u otro aspirante, la misma vanidad de aquellos que dirán alcanzar la gloria con la sola curul, luce imposible si cada uno de los venezolanos aportamos nuestro grano de sal a la tarea que nos convoca. Significa contribuir con la sabiduría de los valores que se defienden y de la experiencia conquistada a lo largo de la década, por más modesto que sea o diga ser nuestro concurso, a objeto de alcanzar un triunfo que tendrá por única paternidad el anhelo de equidad social en la vía al desarrollo económico, en paz, libertad y democracia.

No puede angustiarnos el inaceptable, aunque comprensible, afán de capitalización del éxito por algunas individualidades u organizaciones de carácter político o social. En lugar de caer en la tentación de un desaforado ataque a estas muestras probables, infundadas y contraproducentes de engreimiento, se impone la reivindicación del esfuerzo común al que debemos contribuir convencidos que la menor diligencia personal también aportará decisivamente a la futura transición democrática, porque se trata de nuestros hijos.

A esa tentación se orientan los misiles gubernamentales, tratando de impactar a la población para denostar de una dirigencia que día a día necesita reflexionar sobre lo que es, en última instancia, una responsabilidad histórica. Por ello, el 26-S ha de ser un acontecimiento de recuperación de la confianza compartida, baremo indispensable para saber de las bondades de esa transición que, tarde o temprano, nos retará.

Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2010/08/cum-grano-salis/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=685948
Ilustración: http://www.corneta.org/no_37/corneta_carlos_cruz_diez_muestra_el_color_sucede.html

heredad


Pro heredere gestio
Luis Barragán


La inmediata etapa posterior a las elecciones del 26-S, no sólo será difícil, inédita y compleja por la coexistencia relativamente prolongada de dos parlamentos que, por cierto, indica muy bien el cortocircuito institucional del régimen, sino por la determinada, inédita e inevitable estructuración y organización que alcanzará a las fuerzas opositoras y oficialistas. Una, evaluará con mayor soltura las bondades y los defectos de la plataforma unitaria diseñada, mientras que la otra, presionada por las propias circunstancias del ejercicio privilegiado e incontrolado del poder, experimentará una crisis imposible de solventar con rapidez por Miraflores, excepto se imponga el latigazo del erario público. Sin embargo, otra será la herencia que el parlamento democrático, el de la bancada que le corresponderá defender la Constitución y desarrollar la constitucionalidad, asumirá: la Fuerza Armada Nacional (Bolivariana).

La ciudadanía no debe renunciar a la consideración de la política militar, por más que el presidente Chávez monopolice absolutamente las promociones o ascensos, distorsionando - digamos – la voluntad del constituyente, si la interpretásemos sistémicamente. Sobre todo porque existe otro principio, ahora ampliamente manipulado, como es el de la corresponsabilidad del Estado y de la sociedad en materia de seguridad y defensa.

Completamente falso es que la oposición pretenda descalificar a los hombres de uniforme, golpeando y desmoralizando a la corporación castrense a la vez que profundiza una voluntad entreguista, como refiere José Vicente Rangel, por ejemplo. Todo el país sabe muy bien lo que ha hecho Chávez Frías con el elemento armado, involucrado directamente en sus intereses partidistas, por no citar que el espantapájaros anti-imperialista le ayuda o dice ayudar a ocultar las tan particulares relaciones que hay con Cuba, comprometida severamente nuestra soberanía, y en defensa de las cuales impide judicialmente que Antonio Rivero ventile públicamente lo que sabe.

La oficialidad misma no es inmune a la habitual agresión callejera y, así como perdió la vida un mayor a manos del hampa recientemente, ocurre en la calle a otros tan venezolanos como él, por no apuntar sobre las balaceras dentro del propio Fuerte Tiuna. Los hechos son los que ofenden, atentando contra la noción misma de patria, por lo que son fáciles de corregir esas imputaciones temerarias del gubernamentalismo contra una oposición leal a la Constitución.

Hace poco, en legítima y pacífica protesta escenificada en un container o contenedor en la plaza de Chacaíto, el cual vimos camino al acto fundacional de la Concertación Humanista, hubo una muestra de la agresivísima reacción del oficialismo. Al regresar, próximos a sufrir el rito de la violencia, no más de veinte personas respaldadas por motorizados seguramente armados, tomaron “heroicamente” el lugar, destrozando la exposición putrefactal, pintando mentiras sobre la Pdval que todos conocemos y gritando consignas que dijeron dar cuenta de la CIA y de todos los intereses imperiales concentrados en un rincón minúsculo de Caracas.

Heredaremos esta siembra de odio, rencor y violencia real que hoy mira la Fuerza Armada, sabiéndola propiciada por el gobierno que la usurpa. Sin embargo, el parlamentarismo democrático capaz de reivindicar el debate, el control y la legislación limpia y transparente, sabe que debe dar herramientas que reivindiquen a la institución armada al servicio de la nación, para liquidar las condiciones que hacen posible cada acto consecutivo de ciego odio, ciego rencor y ciega violencia.

El respeto y la consideración por el profesionalismo militar a recuperar, por iniciativa del parlamento, mediante las reformas legales pertinentes, el control administrativo de la suprema jefatura que es condición o carácter y no grado militar, orientados por un debate abierto, fundado y plural, es el horizonte adecuado y necesario para la transición democrática pendiente. Al sufragar por la oposición, en el ejercicio secreto de su irrenunciable ciudadanía, el soldado contribuirá a la responsable asunción del tema militar hacia una democracia que, por participativa, es representativa (y viceversa).

Fuente:
http://www.notivargas.org/columnistas/13802-luis-barragan--pro-heredere-gestio.html
Ilustración:
http://www.spiralscripts.co.uk/virtuemart-examples/View-all-products-in-shop.html?DescOrderBy=ASC&keyword1=0&keyword2=0

el autobús de la duda



De omnibus dubitando
Luis Barragán


Ha fallado la constante y directa provocación del gobierno, frente a la oposición política y social que, a partir del 26-S, puede encontrar definitivos cauces para las tareas eficientes y eficaces que conduzcan a la transición democrática. Artilugios como la agresión contra la Iglesia Católica, la ruptura de las relaciones con Colombia o cualesquiera de las ocurrencias presidenciales, según las recomendaciones de los laboratoristas de opinión con los que cuenta, están francamente agotados para detener y distorsionar no sólo casos como el de Pdval o la inseguridad personal, sino la mismísima derrota en las venideras parlamentarias.

El reducido abanico de una táctica orientada a la distracción de la población en torno a las amarguras que soporta, probablemente refrescará algunos intentos de inducir o propiciar la alteración del orden público en las vacaciones escolares que atravesamos. O, nada descartable, empujará una que otra iniciativa más consistente para infiltrar y condicionar a la dirigencia opositora más consistente. Sin embargo, el escenario es más amplio y complejo.

En efecto, procurará el gobierno que la población dude absolutamente de todo y todos, sembrando la desconfianza no sólo en la posibilidad del triunfo opositor, sino en la propia credibilidad y honorabilidad de los aspirantes parlamentarios. No cabe otra hipótesis al fracasar la publicidad engañosa con sus recientes y consabidas prácticas necropolíticas, por lo que buscará afanosamente que los segmentos más decisivos de los celebérrimos niníes, fundamentalmente urbanos, renuncien al ejercicio del sufragio.

La abstención, ya no por la que puedan provocar las “maquinitas”, como en ocurrió en 2005, tendrá otras raíces. Y es que la exhumación bolivariana no logró motivar a la población, creyéndola una gesta que llevaría a su interesada e inmediata cohesión, por lo que saldrá más económico explotar las vacilaciones, confundir el mensaje al auspiciar una campaña de descrédito, que haga del hogar un rincón de despreocupada festividad dominical con motivo de las votaciones.

En la dubitación, el recelo o la indecisión misma de votar por quienes creen pendejo al elector, está la clave de una campaña de opinión que, por rigurosa lógica, se le ofrece a un régimen que no ha hecho precisamente gala de sus escrúpulos. Por ello, debemos redoblar los esfuerzos para que del sano escepticismo pasemos a una fundada certeza del desafío histórico en el que nos encontramos, imperforable ante los disparos reales e imaginarios de los privilegiados del poder.

Fuente:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/5447-de-omnibus-dubitando
Ilustración:
BLACKLIGHTNINGII
SHEONE

mixturas


EL NACIONAL - Viernes 20 de Agosto de 2010 Cultura/6
EXPOSICIÓN Ocupación doble combina esculturas y ensamblajes pictóricos
Luis Millé y Jhonny Fung comparten su pasión por el color y el espacio
La muestra establece un contrapunteo técnico y generacional entre dos exponentes de la abstracción
CARMEN VICTORIA MÉNDEZ

El Espacio de Arte del hotel Altamira Suites recuerda los restaurantes de comida rápida en los cuales es posible ordenar la comida desde el carro. A un lado y otro del estacionamiento hay obras suspendidas en vitrinas, que no pasan inadvertidas a pesar del ajetreo de conductores y transeúntes. Desde ayer, todos los ojos se posan en las esculturas de Luis Millé y en los ensamblajes pictóricos de Jhonny Fung, los protagonistas de la muestra Ocupación doble.

El esquema expositivo poco convencional le viene de perlas a la propuesta cromática y espacial de ambos, señala el curador Alberto Asprino, cuya intención es aprovechar la bipolaridad de la sala para establecer diálogos artísticos entre distintas generaciones y visiones del arte contemporáneo.

Millé y Fung tienen sus propias orientaciones, pero comparten dos pasiones: el espacio y el color. La relación entre ambos elementos es clave en sus respectivas investigaciones, basadas en la abstracción geométrica.

En las piezas de Millé, el elemento cromático se despoja por completo del volumen y se manifiesta de manera espacial. Es el caso de la pieza Digresión roja y azul, inspirada en las Ambivalencias de Jesús Soto. "Esa obra es puro espacio. Trabajo con la atemporalidad y propongo un manejo de la forma y la energía al mismo tiempo", señala el artista.

Millé plantea un juego entre segmentos vacíos y llenos para hacer que el espectador se pregunte si el tono que observa viene del fondo de la obra, o si está superpuesto como una última capa de color. La reflexión espacio-temporal pareciera recordar que hoy en día la escultura y el arte en general han superado sus limitaciones materiales para convertirse en una experiencia, la misma promesa que hacen en otros ámbitos de la cultura las películas 3D y la cocina de autor.

Una segunda etapa de Millé se despoja del color para concentrarse en la ingravidez del objeto tridimensional, con creaciones basadas en el mundo del papel que recuerdan al origami, aunque se trata de estructuras de aluminio pintadas con acrílico. Las esculturas son creadas a partir de ligas que generan tensiones y que determinan las formas. Estas piezas guardan relación con la más reciente exposición del artista en la galería Graphicarts.

Cuando el arte está en el marco. Si Millé representa al color en el espacio, Fung lo traslada al ámbito del volumen. Sus obras se basan en listones de madera que alguna vez formaron parte de marcos de cuadros que el artista ha hallado, con los cuales crea una composición de líneas verticales. "Me interesa combinar elementos pictóricos y extrapictóricos en mis ensamblajes. En este caso, lo que una vez fue un marco pierde su sentido original, lo descontextualizo y pasa a ocupar el lugar de la obra de arte", dice Fung.

Las piezas del artista rompen con la homogeneidad y se caracterizan por su ritmo. Los volúmenes difieren entre sí y constituyen policromías que no pueden negar la herencia cinética de su creador. "Trabajo la sensación de color a través de la acumulación de materiales. Creo que mi obra dialoga con la de Millé porque ambos trabajamos la línea, aunque para él la línea es tensión y yo la veo más bien como color".

Fung expuso el mes pasado en el Museo Alejandro Otero.

Desde sus inicios, ha trabajado con el arte hecho de fragmentos. El artista disfruta fusionar diversos materiales por lo general objetos hallados con una intención casi lúdica, como quien se sienta ante un lego. Así crea sus ensamblajes y collages, que luego interviene con pinturas preparadas por él mismo.

La experiencia pictórica que propone Fung trasciende las limitaciones del marco a partir de la aplicación de la técnica mixta y la búsqueda de texturas, tan en boga en el arte contemporáneo.

el arte de las dificultades



EL NACIONAL - Sábado 21 de Agosto de 2010 Cultura/5
MERCADO Trabas cambiarias y aduanales impiden intercambio internacional
El arte venezolano se ve afectado por la crisis política y económica
Las galerías han disminuido sus actividades expositivas y comerciales en espera de los resultados electorales
CARMEN VICTORIA MÉNDEZ
A pesar de las limitaciones, la programación de las galerías llena el vacío que dejaron los museos nacionales en el circuito expositivo

Hace una década que Caracas dejó de ser la capital del arte en América Latina. La crisis política y económica ha mermado la actividad expositiva y el coleccionismo, y ha obligado a artistas y galerías a buscar otros mercados. En los últimos tres meses no se han inaugurado grandes muestras en la capital y las ventas se han estancado, en especial en los espacios de mayor tradición.

Es el caso de la galería Durban Segnini, que se mantiene a flote a fuerza de exposiciones colectivas de las obras que atesora. Se trata de una verdadera mina de las vanguardias latinoamericanas de la segunda mitad del siglo XX. Antonio Seguí, Roberto Matta, Eduardo Ramírez Villamizar, Jesús Soto y Carlos Cruz-Diez figuran entre sus artistas representados.

Su propietario, César Segnini, señala que la actividad ha decaído y el mercado se encuentra paralizado. "Las galerías ya no tienen los visitantes ni la programación de antes. El arte es muy sensible a los cambios políticos y económicos, porque refugia dinero, representa una inversión y necesita gran libertad tanto económica como de expresión. En Venezuela no existe nada de eso".

Segnini tiene 40 años al frente de la galería de Las Mercedes y hace 2 décadas abrió una sucursal en Miami. En todo ese tiempo, no había experimentado las trabas para la libre circulación de las obras de arte que existen actualmente. "No hay libertad cambiaria, tampoco se facilita la entrada y salida de obras de arte a través de las aduanas. Eso impide traer a artistas extranjeros".

En ello coincide Zoraida Irazábal, cofundadora de la galería D’ Museo y miembro del comité organizador de la Feria Iberoamericana de Arte de Caracas. "Tenemos poca actividad en el exterior, pero cuando nos toca sacar una obra en préstamo para una bienal o exposición internacional el tema no es sólo Cadivi, sino también la aduana. Ahora existen otras limitaciones impuestas por el Instituto de Patrimonio Cultural, que establecen que los valores culturales que sean considerados patrimonio no pueden salir del país. Afortunadamente, aún no se han aplicado".

Jóvenes en alza. D’ Museo, al igual que otras galerías, ha logrado consolidar una programación en torno a artistas menores de 35 años de edad, pues sus propietarios consideran que no sólo es la única manera de mantenerse activos, sino también de paliar el vacío que dejó en el circuito expositivo el cambio de giro de los museos nacionales. "Las galerías tienen que reinventarse y mostrar las propuestas nuevas y de altísima factura que tenemos en el país", indica Irazábal. En la plantilla de artistas de esta sala figuran Reymond Romero, Ángel Marcano, Hayfer Brea y Emilio Narciso.

La logística de cada exposición cuesta alrededor de 9 millones de bolívares, que no pueden ser recuperados a través de la venta de los catálogos y menos con el cobro de entradas. "La gente se niega a pagar por ver", agrega la propietaria de D’ Museo. Para esta galerista, la clave está en financiar el arte joven con la venta de obras de figuras consagradas.

"Los Soto, los Cruz-Diez y los Otero son los que te permiten mantener de verdad una galería".

La misma línea siguen las galerías agrupadas en el Centro de Arte Los Galpones. Adriana Meneses afirma que G7 mantiene un perfil amplio. "Apostamos a jóvenes artistas, pero también manejamos el arte de los años cincuenta y sesenta, tanto venezolano como internacional, a través del mercado secundario".

Locales como G7, Fernando Zubillaga, Oficina N° 1, Paréntesis y Periférico Caracas tienen ventas moderadas y se apoyan entre sí. Una gran inauguración es beneficiosa no sólo para la galería que la organice, sino también para las demás. El centro de arte vivió su mejor momento en noviembre, con La experiencia sensorial del color de Carlos Cruz-Diez, el evento de arte más importante del año pasado, que contó con aproximadamente 12.000 visitantes. El proyecto fue posible gracias a una alianza entre Periférico Caracas y el Miami Art Museum.

Desde la otra acera, Segnini justifica el éxito del complejo cultural como una cuestión generacional. "Hay un nuevo público en el arte: los jóvenes, personas de entre 25 y 35 años de edad que se interesan por lo que hacen sus contemporáneos y que visitan estos lugares. Fuera de Los Galpones se han abierto otras galerías que se caracterizan por sus dimensiones pequeñas y bajo mantenimiento".

Una de las salas recién fundadas es la galería Extracto, en El Hatillo. Su propietario, Juan Carlos Montenegro, afirma que decidió abrir el local por su pasión por el arte y no por el afán de lucro. "Es un negocio modesto, aunque en el año que llevamos aquí hemos visto superadas nuestras proyecciones. Hemos vendido 30 obras. Nuestro perfil es de arte joven. El mayor de nuestros representados es Julián Villafañe, que tiene 43 años de edad, y sólo tengo un cliente mayor de 50 años. Todos los compradores regatean y ponen el valor económico por encima de lo estético".

Maestros venden poco. Aunque las obras de los jóvenes artistas atraen a un sector de los coleccionistas de arte, los costos de las galerías se cubren con la negociación de piezas de alto valor en el mercado internacional, por lo general de cinéticos y abstracto geométricos, que son precisamente las que menos se han vendido en el último trimestre. "Hasta el año pasado ese tipo de obra tenía demanda. Pero este año, con la situación crítica que está planteada, casi no tienen salida", asegura Irazábal.

La propietaria de D’ Museo afirma que todas las galerías han visto limitadas sus ventas a partir de mayo. "Hay poco dinero y la gente está esperando las elecciones de septiembre.

Además, hay temor. Más de un coleccionista ha salido de sus obras de Soto y Cruz-Diez por miedo a que sean declaradas patrimonio cultural de la nación".

Segnini afirma que tiene muchos compradores que jamás han puesto un pie en su galería caraqueña, pero que son asiduos a la sucursal de Miami.

"El mercado más importante del arte venezolano se desplazó al exterior, se maneja desde Miami, Bogotá y Panamá. Los mercados no desaparecen; se mueven".

Para el experto en arte, ello no significa que las galerías venezolanas estén condenadas a bajar la santamaría. "Las galerías no han cerrado, siguen existiendo aunque cambien de nombres y de espacios".

FOTOGRAFÏA: BELINDA UZCÁTEGUI/ARCHIVO

frente a las carcajadas


EL NACIONAL - Domingo 22 de Agosto de 2010 Opinión/10
¿De qué habla Briceño León?
MILAGROS SOCORRO

El patético ensayo general desplegado por el funcionario Izarra ante las cámaras de CNN para representar el personaje de Chávez ha competido en interés con lo dicho en ese espacio por el sociólogo Roberto Briceño León. La atención prestada a la caracterización del llanero sancochero, expresada en carcajadas de alcaraván y la reiteración de apelativos confianzudos como "compadre" y "hermano", ha superado lo relevante, que son las graves declaraciones del académico.

Anotemos, pues, de qué habla Roberto Briceño León.

El entrevistador recordó que Briceño había escrito en este diario que no tenía dudas de que Caracas es la ciudad más violenta del mundo. Y que la tasa de homicidios de Venezuela, una de las más altas de la región, es de 70 por cada 100.000 habitantes. El ancla de CNN quiso saber de dónde había obtenido Briceño esos datos; y éste explicó que tanto la tasa mencionada como la que recoge que Caracas tiene una tasa de homicidios de 200 por cada 100.000 habitantes, provienen de la Encuesta de Victimización, realizada este año por el Observatorio Venezolano de Violencia, cuyo informe definitivo todavía no ha concluido. "Puede resultar una exageración --admitió-- pero los datos que tiene el Gobierno son todavía peores".

Un cuadro del Cicpc indica que en 1999 hubo en Caracas 1.905 homicidios; y 6.583, en todo el país. Mientras que en 2009, se registraron 2.897 homicidios en la capital; y 16.094 en la totalidad del territorio.

Según esa misma fuente, en 2005, año de notable bonanza económica y reducción de la pobreza en los hogares, debido a los excepcionales recursos provenientes del petróleo, hubo en Caracas 1.975 homicidios, y 11.313 en todo el país.

Y en 2006, 2.301 homicidios en este valle; y, en la suma nacional, 13.382. Queda con esto abatida la tesis del funcionario Izarra, quien, en una pausa de la rochelita, culpó a la pobreza de la violencia.

En febrero de 2010 se divulgó el informe del OVV correspondiente al pasado. Roberto Briceño León dirigió este estudio, que daba cuenta de 16.047 homicidios en Venezuela en 2009. Obsérvese que, efectivamente, es un poquito menor a la del Cicpc. Pero registraba un alza espantosa frente a los 14.589 de 2008. El documento, titulado Una Década de Impunidad en Venezuela (19982009), señalaba la impunidad y la corrupción como principales causas de esta tragedia: entre 1998 y 2009 se perpetraron 123.091 homicidios. Y 91% de esos crímenes no derivó en ninguna detención. "Con Chávez se triplicaron los homicidios", de eso habla Roberto Briceño León.

Que "Caracas es, con creces, la capital más violenta de América Latina", ya lo había establecido el mismo catedrático, como parte del equipo que integra el Laboratorio de Ciencias Sociales (Lacso), autor en conjunto del libro Inseguridad y violencia en Venezuela - Informe 2008 (Editorial Alfa, Caracas, 2009). "Cuando se alcanzan las tasas de homicidios, como las de Venezuela, estamos hablando no de enfermos aislados, sino de una epidemia. Hace unos años, Venezuela no aparecía en los anales de violencia y hoy en día es, junto con El Salvador, uno de los dos países más violentos de América Latina".

"En Venezuela --dice Briceño León-, el período 2007--2008 estuvo marcado por un notable incremento de ingresos petroleros y de homicidios. En este corto tiempo, el país tuvo riqueza y asesinatos como nunca antes. Entre 1998 y 2008 los precios del petróleo se multiplicaron por 12 y el número de homicidios, por 3".

La tasa de homicidios a escala mundial --explica el informe Lacso 2008-- es de 8,8 muertes por cada 100.00 habitantes, muy inferior a los suicidios (14,5). Algunos países duplican la tasa mundial; en este grupo se encuentran Brasil y México (pues Venezuela, que hasta comienzos del nuevo siglo formaba parte de ese grupo, ahora está en el siguiente, el de los que triplican la tasa mundial). En el grupo de los que triplican la tasa de homicidios, además de Venezuela, está Colombia, que tiene una guerra interna; y El Salvador, que la tuvo.

En Venezuela, el homicidio es la primera causa de muerte en jóvenes de entre 15 y 24 años de edad. Y, si bien no hay estadística disponible sobre la condición social de las víctimas de homicidios, los estudios muestran que la mayoría de los muertos los aportan los pobres. De eso habla Briceño León.

duro oficio


EL NACIONAL - Domingo 22 de Agosto de 2010 Opinión/9
ATres Manos
Miradas múltiples para el diálogo atresmanosrlanz@gmail.com
El duro oficio de pensar
"Es posible que el libro, que sobrevivió a incendios de la biblioteca de Alejandría, a la furia del inquisidor, a la persecución de los tiranos, a los nuevos y efímeros dioses de la imagen televisiva, afirme, una vez más, la multiplicidad de mundos que habitan sus páginas, y sobreviva a la gran hoguera desde siglos encendida" Víctor Bravo: Leer el mundo, pág. 182
RIGOBERTO LANZ

Hubo una época de tanta sinceridad publicitaria que Goodyear saturaba el mercado con una edificante cuña que remataba así: "...permítanos pensar por usted"
. Semejante transparencia aturde.

Algún disimulo hay que intercalar allí para que las masas se coman el cuento de que "piensan con cabeza propia".

El simulacro massmediático es a la larga más eficaz: sustrae todo rastro de autonomía crítica compactando la pastosa sensibilidad del idiota funcional en paquetes de felicidad al gusto. Para sobrevivir en los vertederos de la flamante "sociedad de masas" no hace falta estar pensando. Después de todo, la ignorancia no está en crisis por lo que miles de millones de trajes ambulantes van y vienen como si todo está "normal" (este es el momento en el que usted dirige la mirada hacia el cuadro de la Mona Lisa y se hace cómplice de su venenosa sonrisa: todo ha sido dicho).

De los modos de pensar somos víctimas tal vez desde la etapa fetal. En esta larga travesía nos topamos con su versión más lograda: el paradigma de la simplicidad. En el fondo de lo que se trata es de ahorrarle a la gente el fastidio de estar pensando. La simplificación de todo transmite la imagen amigable de que así son las cosas, nadie se muere de ayuna intelectual. La tarea reflexiva está acompañada de estudios, formación, mucha lectura, diálogo intelectual. Todo ello implica grandes esfuerzos que estarían descontados al sagrado principio de tener más. Las personas "exitosas" lo son justamente en ámbitos completamente ajenos a exquisiteces epistemológicas.

Imagine usted cómo se complican las cosas si le planteamos ahora la necesidad vital de cambiar los modos de pensar, es decir, el reconocimiento de que la dominación está garantizada mientras prevalezca el modelo cognitivo de la Modernidad, que las relaciones de poder están instaladas también en los procesos de producción de conocimiento, que las prácticas y discursos predominantes en el conjunto de la sociedad son enteramente funcionales a las necesidades de reproducción de la racionalidad imperante. Ello incluye los aparatos científicos, a los espacios de escolarización, los aparatos culturales, religiosos, etc.

La regla de oro para salir del tremedal intelectual que caracteriza a la "sociedad de masas" es recuperar la criticidad del pensamiento. Ello presupone una sensibilidad, más que una acumulación de conocimientos. No se entregan títulos académicos de pensamiento crítico. De lo que se trata es de un distanciamiento (ético-estético-epistémico) en relación con la hegemonía del paradigma de la simplicidad. ¿Cómo se logra semejante mutación? No hay fórmulas ni caminos cortos. Se trata siempre de un proceso muy complejo en el que las rupturas se viven no sin desgarramientos. Agregue usted la condición de base de todo pensamiento que es su vinculación con los contextos culturales y el entramado de prácticas características de cada coyuntura histórica.

Nadie piensa en el vacío desde un enigmático punto cero.

Quiere ello decir que todo se mezcla con todo, no existe un pensamiento crítico "puro". Ya es bastante que las personas salgan del rebaño, que puedan sospechar de los paquetes que suministra la subcultura massmediática, que puedan conmoverse ante la desidia y la mediocridad reinantes. A este fenómeno se le llamaba en los predios del marxismo "tomar conciencia". Lo que importa destacar es la idea de un proceso que puede liberar ataduras, introducir interrogantes en los núcleos duros de creencias muy arraigadas, en fin, abrir compuertas que parecían irremediablemente cerradas.

Al lado del trabajo intransferiblemente personal que está en juego, hay una dimensión fundamental que es el arte de pensar juntos (en el mismo sentido de la estética maffesoliana de "sentir juntos").

Ilustración: Manuel Felguérez,

problemario


EL NACIONAL - Domingo 22 de Agosto de 2010 Siete Días/4
entrevista
Teodoro Petkoff
"Es posible enfrentar electoralmente al autocratismo y derrotarlo"
La publicación de El chavismo como problema (Editorial Libros Marcados, 2010) sirve de punto de partida para que el político reflexione sobre el estado actual del Gobierno y los retos que afronta la oposición semanas antes de las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre
DIEGO ARROYO GIL

Es un libro escrito al calor de lo que ocurre. Su título es El chavismo como problema y el autor, Teodoro Petkoff. Salió a la venta la primera semana de agosto y hace pocos días comenzó a circular la tercera edición. Aparece en un momento en que el país se encuentra según el analista en un punto que pudiera ser de inflexión, pues tras 11 años de gestión, el gobierno de Chávez "nunca ha estado en peor forma", mientras que "la oposición democrática" nunca ha estado mejor. No obstante, es resultado de un examen desengañado que no ignora la complejidad de la realidad actual venezolana, como tampoco fantasea utopías futuristas.

Leído de cabo a rabo, de un tirón, tiene la ventaja de que pinta un panorama de lo que ha sido la última década: cómo y por qué se llegó hasta aquí, a la vez que pondera los retos que afronta la vida política y social de la nación ante ese "problema" que se conoce como el chavismo.

En el transcurso de esta entrevista, llevada a cabo en la oficina desde donde dirige el diario Tal Cual, Petkoff reflexiona sobre inquietudes que surgen después de la lectura de su obra pero que, por el tema que tratan, como se verá, pudieran considerarse independientes del volumen.

El encuentro ocurrió temprano el viernes en que apareció, en la primera página de El Nacional, la fotografía de la morgue de Bello Monte. El lunes, Petkoff reprodujo la misma fotografía en la portada de Tal Cual, "un acto de desobediencia civil asegura realizado a plena conciencia, no para vender periódicos ni para solazarnos en la necrofilia, sino para expresar nuestra protesta por el ultraje cometido contra la sensibilidad pública por la risa burlona de Andrés Izarra".

Ambos periódicos fueron sancionados.

--¿Por qué el chavismo como problema en vez de Chávez como problema? --Bueno, Chávez ha dado origen a un cuerpo de ideas y a un movimiento popular que se identifica con él, pero que va más allá de él, y he querido referirme a la significación de ese fenómeno dentro del espíritu político, y del espíritu en general de los venezolanos, tanto de quienes lo siguen como de quienes lo adversan. Quise hacer algo como lo que hice con mi primer libro, El socialismo como problema. En 1968, la invasión de Checoslovaquia puso de manifiesto que el socialismo tenía que ser pensado como un problema por nosotros, los comunistas. En esta obra reflexiono sobre el chavismo como el problema que es para nosotros los venezolanos. El chavismo ha neurotizado este país.

--¿Considera que ese problema se mantendría aun a falta de Chávez? --Hay experiencias que demuestran que ese tipo de fenómeno a veces trasciende a sus líderes. Tal vez el caso más prominente en América Latina sea el de Juan Domingo Perón.

Por eso el chavismo tiene que ser pensado, no como una contingencia histórica que ocurrió por casualidad, sino como el resultado de una crisis económica, social, política, institucional, moral, que explicaría la emergencia de ese líder y su vinculación con una parte muy grande del país. Pareciera que no se trata simplemente de un fenómeno como el de Marcos Pérez Jiménez, que no dejó prácticamente huellas, sino de algo más profundo, algo que alude a corrientes subterráneas de la sociedad venezolana.

--En el libro afirma que el autocratismo del Presidente es potencialmente reversible por vía democrática. Pero, ¿cómo asegurar que su estrategia no sea ahogar definitivamente esa viabilidad? --Cuando me refiero a que es reversible quiero decir que el control autocrático de todos los poderes del Estado puede ser revertido, o parcialmente revertido, con una presencia parlamentaria importante, por ejemplo. No olvidemos que la clave del autocratismo es el control del Poder Legislativo, pues éste es el que permite al Ejecutivo controlar todos los otros poderes. Si la oposición obtiene un resultado que le permita estar presente en el Parlamento de una manera significativa, ese autocratismo comenzará a debilitarse. De allí que yo diga que en el caso venezolano no estamos todavía en presencia de una sociedad autocrática plenamente consolidada como la cubana, en la que el control de todos los poderes es absoluto y no hay ninguna posibilidad de echarlo atrás por vía democrática. En Venezuela aún existe la posibilidad de enfrentar electoralmente al autocratismo y derrotarlo. Yo creo que la oposición está haciendo lo que debe hacer, tanto organizacional como políticamente.

--¿No teme que Chávez le dé una patada a la mesa? --¿En relación con las elecciones parlamentarias? No.

Chávez está en plena campaña y, aunque con él nada se puede asegurar, creo que su estrategia está dirigida a las elecciones del 26 de septiembre. Vamos a esas elecciones.

--¿Qué resultado haría falta en las parlamentarias para que la oposición pueda considerar, en términos reales, que obtuvo una victoria política? --Puesto que me niego a hacer predicciones matemáticas, considero que la presencia de la oposición en la Asamblea, que creo que será significativa, es ya una victoria. Eso va a cambiar la calidad de la vida política venezolana, va a permitir que el Parlamento recupere su rol de escenario del debate político, que recupere la capacidad de discutir los actos del Ejecutivo, para que no sigan siendo tan impunes como lo han sido hasta este momento. Por supuesto, si en el mejor de los casos la oposición ganara la Asamblea, desde luego que la capacidad de controlar al Gobierno, de meter en cintura al Presidente, es decir, de obligarlo a gobernar dentro de la Constitución, será muchísimo mayor, implicaría un cambio copernicano en la política venezolana.

--Si las elecciones fueran mañana, ¿usted se sentiría seguro con las garantías que brinda hoy el CNE? --El CNE no puede ser un organismo confiable porque cuatro de sus cinco miembros son militantes del PSUV. Aunque formalmente hayan renunciado a la militancia, se sabe que están identificados con el Gobierno. Sin embargo, creo que el sistema electoral electrónico es confiable, pues el CNE tiene que manejarlo dentro de ciertas reglas de juego, las que hacen posible que la oposición audite las actas. Con testigos en las mesas, los resultados que arrojan las máquinas, convalidados con los papelitos que son depositados en las urnas, hasta ahora han mostrado que son confiables. De lo contrario no se entendería cómo la oposición ganó el referéndum constitucional, así como algunas de las gobernaciones más importantes del país. Si por Chávez hubiera sido, ni Miranda ni Carabobo ni Zulia ni Táchira ni Nueva Esparta ni la Alcaldía Metropolitana estuvieran en manos de la oposición.

Por eso es una responsabilidad de la oposición garantizar la presencia de testigos en todas las mesas.

--¿Es posible que después de 11 años, el Gobierno pueda revertir su decadencia y remontar, o la caída es definitiva? --Mientras mantenga la misma política en general y en particular la económica, el desenvolvimiento del país será calamitoso. El Gobierno tuvo la fortuna de tener durante cinco años precios petroleros astronómicos, pero la capacidad del petróleo y del gasto público para dinamizar la economía está seriamente lesionada. Una economía basada en tal expansión del gasto público, que por cierto ya no tiene los efectos que antes tenía, con una sobrevaluación permanente de la moneda, con un control de cambio que se ha vuelto caótico y con una escasez de dólares en perspectiva a pesar de los altos precios del petróleo, es una economía que va de mal en peor y con ella la sociedad. En el último año se han revertido algunos de los índices sociales que habían mejorado en los años de la bonanza petrolera. Muchos de los programas sociales están subfinanciados. Claro, se trata de una descomposición lenta y contradictoria. No es la caída de una máquina de escribir desde un quinto piso.

--Usted opina que, hoy por hoy, a diferencia de en 20022003, la oposición está jugando bien sus cartas. Pero hay quienes piensan que hasta que no aparezca un liderazgo capaz de enfrentarse directamente al de Chávez, la derrota de éste en las urnas será difícil. --Con relación a las elecciones parlamentarias, los liderazgos que hacen falta son locales.

Por mucho que Chávez trate de ser el candidato de 165 cargos en disputa, lo cierto del caso es que los candidatos son otros.

Con respecto a la confrontación electoral con el propio Chávez en 2012, falta mucha agua por correr. Tenemos dos años por delante. Yo creo que finalmente las sociedades producen una especie de alquimia social que va generando liderazgo. Venezuela vivió una tragedia histórica colosal, el sistema de partidos colapsó y el proceso de reconstrucción de ese sistema toma su tiempo. Hay mucha gente joven que está emergiendo. Los hechos muestran que hoy existen más figuras a las que la gente les atribuye condición de liderazgo que las que había en 2006. No me desespero en relación con esto.

ciudad


EL NACIONAL - Sábado 21 de Agosto de 2010 Papel Literario/2
La Ciudad (y II)
ANTONIO PASQUALI


Antes de ofrecer un primer ejemplo de lectura comunicacional de una ciudad, constatemos la falta de análisis similares en el pasado y su porqué. La comunicación --y a fortiori las disciplinas cibernéticas vinculadas a la Teoría de la Información-- ha llegado a erigirse en problema y teoría tan sólo en la edad contemporánea, por presiones de una revolución tecnológica que le impuso varios saltos cualitativos. Los antiguos e incluso los modernos no llegaron a problematizarla (Galileo intuye sólo por un instante sus dimensiones, y en el propio Marx el comunicar no está tematizado), lo que les impidió parar mientes en la inherencia comunicar/comunidad; profundizar en la intuición democritiana de que en la protocélula de la intercomunicación nace lo social; sospechar siquiera que entre transporte y comunicación hay un fuerte aire de parentesco; concluir que toda comunicación tiene un carácter ontológicamente político.

Esta carencia categorial o conceptual está en la base de una de las más vistosas y sorprendentes lagunas en la literatura utópica: al no concebir el tejido urbano como trama o red comunicante precursora, epifenómeno y vitrina del nuevo modelo de comunidad deseada, casi ninguna de las utopías clásicas se esmeró en ofrecernos el detalle topográfico de las ciudades ideales que describía, privilegiando hasta la obsesión su orden institucional, jerarquías y leyes.

Desde Piero della Francesca, y otros renacentistas, a Sant’Elía, De Chirico y Le Corbusier, una corriente paralela intentó durante siglos dar forma plástica y arquitectónica a la noción de "ciudad ideal"; pero no hay evidencia (hasta tiempos recientes) de vasos comunicantes entre ciudad ideal y utopía moderna. Pocos utopistas se preocuparon realmente (como por el contrario fue el caso de Auroville y Brasilia el pasado siglo, o de Masdar City en éste) de que el diseño, planta y red vial ciudadana encarnaran y exhibieran, cual símbolos tangibles, el nuevo ideal de sociedad que allí se pretendía fundar. Las escasas descripciones topográficas que nos ha legado esa literatura social parecieran más bien reflejar, con pocas excepciones, preocupaciones estéticas, religiosas o esotéricas; un hecho doblemente sorprendente y contradictorio con su matriz inicial si se considera que el patriarca Hipodamos fue un urbanista de la época de Pericles que --inspirándose en aislados antecedentes babilónicos y egipcios-- formalizó y dio concreción a la ciudad-utopía en su propia Mileto y en Turios, el Pireo y Rodas, legando a la cultura occidental no sólo una abstracta e imaginada concepción de nueva pólis (cosa que también hizo, y que no gustó a Aristóteles) sino su terrenal asentamiento bajo forma de un concretísimo y muy ortogonal plano cuadriculado o "trazado hipodámico", ese damero todo abierto y sin impasses que España popularizaría luego en las Américas; una planta urbana que sí se proponía deliberadamente representar, prefigurar e inducir en sus habitantes los grandes ideales helenos de la racionalidad, la democracia y la concordia ciudadana.

Como insisten los manuales de Filosofía e inmortalizó Rafael en su Escuela de Atenas, Platón no se ocupó más de la cuenta de las concreciones y materializaciones de la Idea.

No dejó casi indicaciones urbanísticas ni arquitecturales de la ciudad que encarnaría su nueva y complicada República "ni muy pequeña ni muy grande" (Rep. 423,c) dividida en doce partes con 5040 lotes de tierra en propiedad, 37 guardianes de la ley, 12 pritanes y cofradías de 360 habitantes, a no ser la muy apretada descripción administrativa, unas veinte líneas, de Las Leyes (745,b). Casi nada igualmente en San Agustín, ni en Thomas Moro padre del término Utopía, quien tuvo el acierto, aún sin ser el primero de la serie (Evemero, en el siglo III a.C., ya había inventado Pancaya, una isla imaginaria) de ubicar prudentemente Amaurot, su ciudad ideal, en una menos contaminable y mejor gobernable isla, con 54 pueblos cada uno de 4 barrios y abundantes jardines donde la gente se sienta a comer junta; ni en Francis Bacon, cuya Nueva Atlántida también es ubicada en una isla, Bensalem, donde se reedita un gobierno platónico de sabios, pero esta vez científicos y tecnócratas. También La Ciudad del Sol, de Tomás Campanella, está asentada en una isla imaginaria, Taprobana, con una teocracia fuertemente comunista (sus escasos y obscuros detalles urbanísticos hablan de un enorme templo central sobre una montaña, con siete anillos y cuatro puertas), y lo mismo dígase de la Christianopolis de Andrea, rosacruz y único utopista alemán, ubicada en la inexistente isla de Capharsalama, un minúsculo y ordenadísimo poblado igualmente teocráticocomunista de 400 habitantes, de una sola vía central y una sola plaza, en que todo detalle de vida está predispuesto por la autoridad y faltar a la castidad es crimen gravísimo. En el siglo XIX, que acumula los dos tercios de todas las utopías publicadas (Mumford), se esboza un retorno "hipodámico" al tejido urbano y su importancia social. El demasiado célebre Nouveau Monde de Charles Fourier (con falansterios de 1500 habitantes repartidos en 16 tribus y 32 edificios) es tal vez la última obra utópica barroca, de una minuciosidad y un sobrecargado enfermizos cuya lectura muy pocos lectores soportarían hoy. Pero faltaban sólo veinte años para que el extravagante inglés James Buckingham publicase en 1849 su National Evils... como un Plan of a model town, una obra en que la ingeniería social vuelve a sentir la necesidad del urbanista, dando vida a un proyecto de poblado de 10.000 habitantes, simétrico y sumergido en jardines.

Tras una nueva isla, la Spensonia de Thomas Spence, una nueva sociedad comunista, la Freeland de Theodor Hertzka, y la utopía anarquista absoluta del Humanisferio de Joseph Déjacque (que llega a suprimir, inter alia, la familia y la remuneración por el trabajo), el imponente fenómeno del "icarismo" del comunistademocrático francés Etienne Cabet (autor de la obra utópica Viaje en Icaria) llena casi medio siglo de historia, con reiterados intentos de fundar colonias icarianas en varias regiones norteamericanas. Cabet, faro del socialismo utópico, pudiera considerarse el Hipodamos del siglo XIX: soñó fraguar su utopía social en una metrópolis pensada por urbanistas "que escogieran entre miles de planes el modelo más perfecto, concibiendo una ciudad más bella de todas las que la precedieron; eso será Icaria".

En 1888 publica E. Bellamy la primera gran utopía socialista americana, Looking Backward, (una obra de enorme repercusión que pregona la entrega de la entera economía al pueblo, exalta la organización industrial perfecta, aboga por la nacionalización de todos los servicios públicos y elimina la propiedad privada, asegurando un ingreso fijo de 4.000 dólares a cada ciudadano); pese a sus abstractos ideales de garden city y a sus referencias a uno que otro edificio futurista (en las que se cree pudo inspirarse King Gillette, el padre de la hojilla, para su faraónica y nonata utopía urbana Metrópolis) la obra no hereda en absoluto el ímpetu urbanista de Cabet, como tampoco lo heredaría News from Nowhere de W. Morris, un retorno nostálgico a una medieval Arcadia, sin dinero ni propiedad privada, toda alegría, arte y vida bucólica, desprovista de referentes urbanísticos pero dudosa olla podrida arquitectónica de "blancos edificios que sintetizan lo mejor del gótico, del mudéjar y del bizantino, con una torre octogonal análoga al Baptisterio de Florencia".

* * * Cuando Diego de Losada funda o refunda Caracas, aún faltaban cinco años para que Felipe II promulgase en 1573 su Plan de Ordenamiento Urbano para las Indias. La España imperial nada dejaba al azar ni para mañana: de las Capitulaciones de Santa Fe de Granada de abril de 1492, aseguran los historiadores, ya se desprende una suerte de Organización Territorial Colombina ante litteram, a la que siguieron tres muy formales: la que se conoce como Organización Urbana Ovandina de fray Nicolás de Ovando gobernador de Santo Domingo de 1502, el Códice Mendocino del primer virrey de Nueva España de 1541, y el citado Plan de 1573. Dentro de cada uno de esos incunables de la protohistoria americana, y por diferentes entregas, vino Hipodamos a las Américas. Como otras tantas ciudades y capitales de esta parte del mundo, Caracas nació con un trazado ortogonal milesio aún antes de que Felipe II ordenara que así fuesen todas, "a eje y cordel", trazado que permaneció inalterado hasta comienzos del siglo XX.

Luego llegó el petróleo. En 1914 revienta Zumaque 1 dando inicio a incontables cambios y al boom urbanístico. De esa fecha a hoy la población de Venezuela se ha multiplicado por once, pero la de su capital por cuarenta ("Tan altos son sus edificios / que ya no se ve nada de mi infancia", Eugenio Montejo). Surgen las primeras expansiones capitalinas (el Paraíso, San Agustín del Norte, el Silencio, la Florida, San Bernardino) de trazados más libres pero aún suficiente y armoniosamente intercomunicadas con el viejo casco colonial. Luego, y tras archivar el Plan Rotival de 1939, por proterva obra mancomunada de urbanistas improvisados o francamente ignorantes, nuevos ricos, especuladores, falsas concepciones de la privacidad o simple mal gusto, insensibilidad ciudadana y culposas irresponsabilidades de ministerios, planificadores e ingenierías municipales, Caracas comienza a descoserse en una suerte de involución perversa de ciudad a no-ciudad, a desmembrar masivamente su tejido orgánico desdibujando así el perfil del caraqueño como ciudadano integrado. Las viejas haciendas agrícolas del valle de Caracas, separadas una de otra por algún accidente topográfico, generalmente una modesta quebrada, se desforestan y desfiguran orográficamente, se embaúlan o aplanan quebradas y se urbanizan una tras otra sin responder a nadie de su inserción en el tejido urbano general, cuidándose de no salirse de los viejos linderos para evitar conectarse con las haciendas colindantes urbanizadas o por urbanizar, inventando modelos de calles, aceras o alumbrado que ninguna autoridad ha homologado, convirtiendo muchas fronteras interurbanización en tierra de nadie que pronto ocuparían basureros y rancheríos.

Añádase a lo que antecede lo siguiente: en enero de 2010 un especialista calculó en 281 kilómetros el déficit de vías necesarias para fluidificar el tránsito capitalino, a saber, para acercarse al 25% deseable de espacios públicos; otros señalaron que su red vial actual, con cero crecimiento en los últimos diez años frente a un incremento interanual del 15% del parque automotor y una reducción del 75% en la expansión de la metropolitana, le generaba a Caracas una pérdida diaria de diez millones de horas-hombre.

Ilustración:
El trazado hipodémico de Caracas, en los siglos XVII y XIX CORTESÍA ANTONIO PASQUALI

libelo de demanda


EL NACIONAL - Jueves 19 de Agosto de 2010 Opinión/7
Definir el socialismo
En septiembre estamos llamados a ejercer nuestra responsabilidad ciudadana
OVIDIO PÉREZ M.

Alguien me pidió, por twitter, definir el socialismo. Me puso un serio problema. Por el laconismo obligante de ese medio de comunicación, unido a lo complejo de una tal definición. He decidido responder con las presentes líneas.

Cuando uno viene opinando desde hace unos cuantos años, siente no pocas veces la tentación de "plagiarse". Porque en nuestro cambiante mundo, los seres humanos tienden a repetirse, reeditando sus historias.

"Los obispos venezolanos y el socialismo", artículo publicado por mí en este mismo diario, dieciséis años antes de la caída del Muro de Berlín, es una de esas piezas documentales críticas de museo, que pueden salir hoy campantes a relucir, porque ideas y políticas consideradas hasta poco jurásicas, pretenden aparecer up-to-date. Tal el caso del socialismo marxista. A continuación sintetizo lo expuesto entonces, con sus inevitables actualizaciones.

El término socialismo ofrece gran variedad de acepciones y, por ende, una innegable ambigüedad. Esto en la teoría y en la práctica. Por eso aquel vocablo dice mucho y no dice nada.

Un diálogo o una discusión sobre el socialismo exige una inicial definición de dicho multiforme término, para precisar la significación que concretamente se asume. Es decir, ¿de qué socialismo se está hablando? Pues no es lo mismo, por ejemplo, el socialismo romántico, que el denominado democrático; el explicitado en la identificación de la URSS, que el llamado árabe; el monárquico-hereditario castrista y el collage que por ahora ofrece el PSUV, que el "africano" propuesto por un obispo en 1973 como solución para ese continente.

Las posiciones con respecto al socialismo varían necesariamente, por tanto, frente a lo que se entiende específicamente como tal. De manera que si se sinonimizase el término simplemente con responsabilidad social, búsqueda de justicia, promoción de solidaridad y valores por el estilo, no hay persona coherentemente humana y cristiana que no deba ser socialista.

Los obispos venezolanos han asumido en los últimos años una posición bien clara en relación con un socialismo muy preciso: el oficial socialismo del siglo XXI, inspirado en el castrocomunismo y reedición del marxista-leninista-stalinista. El del lema "Patria, socialismo o muerte".

El oficialismo para implantar su proyecto a un pueblo que mayoritariamente lo rechaza, juega con ambigüedades retóricas; por ello ha reaccionado duramente frente a la clarificación hecha por el episcopado.

Uno de los derechos fundamentales de los seres humanos y de los pueblos es el de que no se les trate de engañar en cuestiones que tocan lo más definitorio de su destino; es el caso de las apelaciones al mensaje cristiano, para maquillar ideologías materialistas y sistemas totalitarios.

El próximo septiembre estamos llamados a ejercer nuestra responsabilidad ciudadana frente al futuro del país. Es preciso tener bien clara la alternativa real que se presenta.

Frente a "Patria, socialismo o muerte" es preciso mantener muy firme esta positiva convicción: "Patria, democracia y vida".

La celebración del Bicentenario de la Independencia nos interpela a todos a progresar en verdadera soberanía, genuina libertad, auténtica solidaridad.

Asumiendo coherentemente el legado cristiano en el nuevo escenario pluralista y construyendo un nuevo modelo de sociedad, verdaderamente democrática y fraterna. De todos.

Para todos.

dela fe y su ejercicio


San Lucas, 13: 22-30

En su homilía de hoy, el Padre Álvaro Lacasta (SJ) versó sobre dos verdades importantes y trascendentes: la fe y el ejercicio que conlleva.

Dios es el vértice de nuestra existencia y nos da el mejor regalo: la fe. Dudar no constituye ningún pecado.

El amor de Dios es bonito, optimista, esperanzador, pero también duro y exigente. No es signo de su voluntad despótica, sino espacio de libertad. Es un amor universal y sin fronteras.
Andar el camino estrecho ayuda con una fe dura y exigente, no sustituible por la idolatría. Con coraje. La puerta es estrecha.

Imagen: El Maestro Carlos Cruz- Diez

portales, estrecheces, portales


NOTITARDE, Valencia, 22 de Agosto de 2010
La puerta angosta (Lc. 13, 22-30)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

El evangelio de este domingo nos presenta a Jesús enseñando en pueblos y aldeas, camino de Jerusalén. Ante la pregunta de uno que le dijo: "¿Son pocos los que se salvan?" Jesús respondió para todos: "Procuren entrar por la puerta angosta". La pregunta del interlocutor anónimo de Jesús es la pregunta de la humanidad y expresa la preocupación del hombre por su futuro, por su destino final y en el caso de sus coterráneos expone uno de los temas de las escuelas rabínicas que se preocupaban por el número de los que se salvarán. Para los judíos, los únicos que se salvarían serían ellos; los demás (llamados paganos y no pertenecientes al Pueblo de Israel se condenarían). Jesús no toma postura por el tema planteado, no sigue la actitud judía de querer cuantificar la salvación, sino que hace una exhortación personal diciendo que se esfuercen por entrar por la puerta estrecha y apoyado en la parábola de unos que no son admitidos al banquete del Reino y otros que venidos de otras partes sí son admitidos, concluye diciendo que "hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos"; exhorta a la conversión personal, a luchar por alcanzar la vida eterna, que va más allá de una simple salvación automática, por tradición o simple costumbre. Así Jesús deja claro que no sólo por el hecho de ser judío ya se está salvado, hoy sería que no sólo por ser cristiano o pertenecer a la Iglesia Católica, ya la salvación es un hecho.

El mensaje, por tanto, del evangelio de hoy es que Dios ofrece la salvación a todos los hombres; es una invitación universal, no está reservada para unos pocos o unos cuantos; sino que está abierta y ofertada a toda la humanidad. El camino que conduce a la vida es angosto, mientras que el camino que conduce a la perdición es ancho y por allí se van muchos, dice Jesús (Mt. 7,13-ss). Dios quiere que sus hijos se salven, pero no obliga a nadie, cada quien tiene que optar y discernir bien el camino.

La parábola del evangelio describe a un primer grupo que conociendo al Señor, sin embargo, llegaron tarde al banquete y no fueron admitidos. Representa este grupo a los judíos que no creyeron en el mensaje de Jesús. El otro grupo que sí fue admitido al banquete, representa los pueblos paganos, aquellos que sí creyeron en el mensaje y la obra de Nuestro Señor, Jesucristo.

Para nosotros los cristianos católicos e incluso para los cristianos protestantes, el mensaje es claro: no nos salva el simple hecho o la fácil pertenencia socio-religiosa a la Iglesia, a la comunidad cristiana; sino la respuesta sincera a Dios y a los hermanos en la fe, la fidelidad y sobre todo el amor, traducido en las buenas obras o dicho de otra forma; se trata de vivir en medio del mundo con los valores y principios del Reino de Dios; sintetizados en el amor a Dios y el amor al prójimo y las bienaventuranzas salidas de la boca de Cristo.

Hoy Dios, en Cristo Jesús, nos invita a la conversión, al cambio de vida. Por supuesto, no se trata de caer en posturas obsesivas o neuróticas, ni llenas de fanatismo, sino un acercamiento sincero a Dios y a los hermanos. No dejemos pasar las oportunidades que Él y la vida nos presentan para crecer en santidad, en el bien y en el amor. No sabemos cuándo será la última oportunidad que se nos regale para poder alcanzar la salvación final.

No son tanto los rituales los que nos salvan, porque podemos caer en un mercantilismo de la fe, como sucedió en el pasado; es la vivencia cotidiana, actual y hasta heroica de la Palabra de Dios y de la vivencia de los sacramentos que nos colocan en el camino de la salvación. Nadie puede estar seguro de su propia salvación; Dios tiene y tendrá la última palabra; nos toca es vivir de la fe, la esperanza y la caridad. Quien vive así, vive en el camino que conduce a Dios, que al fin de cuentas es la vida eterna.

En fin, vivamos los valores del Reino: fraternidad, servicio, responsabilidad, fidelidad y amor que nos ayudan a estar en sintonía con lo que Dios quiere y espera de sus hijos y rechacemos el egoísmo, la violencia, la indiferencia y la soberbia que nos apartan de los demás y nos cierran las puertas del cielo. Todos estamos llamados a la santidad en cualquier condición que hayamos elegido en la vida.

IDA Y RETORNO: Pido disculpas, porque por razones ajenas a mi voluntad, el domingo pasado mi artículo salió en letra minúscula y, por lo tanto, habían evidentes errores ortográficos. Gracias por sus llamadas y mensajes de preocupación y aprovecho para agradecer el estímulo, apoyo y solidaridad que me dan al ser lectores de esta columna, que lo que pretende es llevar domingo a domingo, el mensaje del evangelio de Nuestro Señor. Que Dios y la Santísima Virgen del Socorro los bendigan y cuiden de todo mal y peligro.

El próximo domingo responderé a las preguntas: ¿Existen los ángeles? ¿Quiénes son los ángeles? ¿Podemos invocar a los ángeles? Preguntas que varios de ustedes me han hecho en varias oportunidades.

Pjoel_15895@hotmail.com twitter:@padrejoel95

Ilustración, Willem de Kooning, "Puerta hacia el río" (1960): http://www.artespain.com/tag/abstraccion-postpictorica