martes, 27 de julio de 2010

el pasado como noticia


EL NACIONAL - Lunes 26 de Julio de 2010 Cultura/4
El foro del lunes
MARÍA ELENA GONZÁLEZ DELUCA ocupa la silla marcada con la letra Y, que perteneció a Virgilio Tosta
«Bolívar ha pasado a ser casi un militante del PSUV»
Para la investigadora, que desde el jueves es individuo de número de la Academia Nacional de la Historia, la exhumación de los restos del Libertador fue una medida política y la posible revisión de los de su hermana, María Antonia Bolívar, está relacionada con los antagonismos del Presidente con la Iglesia Católica
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ / FOTOGRAFIA: ERNESTO MORGADO


María Elena González Deluca ve con preocupación lo noticioso que se ha vuelto el pasado en los últimos meses. Le preocupa porque ahora ella misma estará en el ojo del huracán de los acontecimientos.

Sin embargo, aceptó gustosa la tarea que ahora le toca cumplir.

El jueves 22 de julio, la investigadora se convirtió en la numeraria más reciente de la Academia Nacional de la Historia, institución donde ocupa el sillón marcado con la letra Y, que hasta hace poco perteneció a Virgilio Tosta, quien falleció en septiembre.

González Deluca se desempeña como profesora de la Universidad Central de Venezuela desde el año 2002. Además, es coordinadora del posgrado en Historia de América de la casa de estudios. En su extensa obra destacan ensayos sobre los siglos XIX y XX venezolanos. Historia e historiadores de Venezuela 1950-2000 (2007), Biografía de Antonio Guzmán Blanco (2007), Descubrimiento del norte. Miranda en el extranjero (2003) y Balance de una pasión. Ideas para entender las representaciones de Eva Perón (2000) son algunos de los títulos de sus investigaciones.

Fiel a su preocupación por el presente, su discurso de incorporación como individuo de número a la Academia de la Historia versó, justamente, sobre las preguntas que deben hacerse los historiadores y los venezolanos en general sobre hechos de los cuales este año se conmemora el bicentenario: el 19 de Abril, la formación de la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII y la firma del Acta de Independencia. Para González Deluca, en el pasado están las metáforas del presente.

"Una de las cosas que dije en mi discurso es que entre el 19 de abril de 1810 y el 5 de julio 1811 ocurrió el primer salto de talanquera en la política venezolana. Como los saltos de talanquera actuales, aquellos fueron muy tímidos. Quienes el 19 de abril se declararon a favor de la monarquía, aunque no sabían si la dinastía de los Borbones regresaría al poder, rompieron relaciones con ella abiertamente apenas un año después", relata.

--¿Cómo interpreta, desde el punto de vista de historiadora, la decisión del presidente Hugo Chávez de exhumar los restos de Simón Bolívar? --No es la primera vez que se hace una exhumación de los restos de Bolívar. La primera vez que esto ocurrió fue cuando se trasladaron desde Colombia a Venezuela, en el año 1842. Luego hubo otra, en tiempos del presidente Rafael Caldera; de hecho, el esqueleto de Simón Bolívar que se vio el otro día por televisión fue reconstruido con unos alambres para que tuviera la forma de un cuerpo humano, porque lo que había allí, hasta ese momento, era una urna con los huesos en desorden.

El problema no es la exhumación, que no hubiera sido gran cosa de tener un propósito claro. Uno se pregunta por qué este héroe en particular no puede descansar finalmente en paz, como es el derecho de todos los muertos.

Es evidente que esta exhumación tiene causas políticas.

Aparentemente no se quiere sólo comprobar cómo murió Bolívar, sino también averiguar su ADN y si verdaderamente se trata de los restos del Libertador.

--Pero si esos no son los restos de Bolívar el presidente Chávez quedaría muy mal después de lo que escribió en Twitter.

--El Presidente tendría entonces que decir que el corazón le falló.

--¿Y cómo interpreta que ahora se quiera también exhumar los restos de la hermana del Libertador, María Antonia Bolívar? --Levantar los restos de María Antonia Bolívar es una acción oportunista y tiene que ver con el conflicto con la Iglesia que se desarrolla por estos días, porque esos restos están en una cripta privada que está ubicada en la Catedral y, para exhumarlos, haya que pedirle permiso a la Iglesia, porque María Antonia no fue una heroína de la revolución independentista, por el contrario, era realista.

--¿Diría que las exhumaciones de los hermanos Bolívar esconden motivos políticos? --Sí, sobre todo tienen que ver con la obsesión que tiene Chávez con Bolívar, que se conoce desde la época en la que era candidato a la Presidencia de la República. Últimamente Bolívar ha pasado a ser casi un militante del PSUV, es decir, un militante socialista en una versión de la historia que no tiene ninguna base, porque cuando uno lee la documentación del Libertador, cuando conoce bien su pensamiento, se da cuenta de que nada tiene que ver con el socialismo. Las ideas revolucionarias de Bolívar lo eran con respecto a su época y no tenían nada que ver con una revolución socialista ni mucho menos.

--¿Es coherente que se quiera identificar al Bolívar revolucionario con las luchas sociales que cabían entonces, como la de la libertad de los esclavos? --Luego de la sangrienta Guerra de Independencia, la institución de la esclavitud quedó muy disminuida, pero no porque se hubiera hecho mucho por la libertad de los esclavos, sino porque los mantuanos prácticamente desaparecieron como clase social y las grandes plantaciones quedaron arruinadas y, aunque quedaron unos cuantos miles de esclavos, ya no eran la base de la economía, como lo fueron durante la Colonia.

--Ante todos los retos que impone la coyuntura política actual, ¿cuál es el papel que debe asumir la Academia de la Historia? --Es difícil saber qué hacer.

Hubo un episodio reciente con los archivos del Libertador y de Miranda. En otras circunstancias la Academia es una institución pública y forma parte, en cierta forma, del ordenamiento del Estado y no debería haber contradicción entre la actuación del Gobierno y el desenvolvimiento de la Academia, de manera que una situación como la ocurrida con los archivos no tenía por qué haberse planteado así, mucho menos para ponerlos "al servicio de la revolución", como dice el decreto, lo cual me parece absurdo.

Los documentos de los próceres viven en la medida y en el momento en el cual el historiador les pone el ojo para analizarlos en función de un tema, pero si no son apenas papeles que están en un archivo; entonces, eso de que se les considera ahora al servicio de la revolución o del pueblo me parece la cosa más absurda del mundo. Por otra parte, esto tiene que ver un poco con la actitud del Gobierno, que siente que aunque la Academia no ha hecho pronunciamientos políticos, lo cual no le corresponde, la mayoría de los numerarios que reúne no son afectos al Ejecutivo.

Bajo ninguna circunstancia una academia debería ser una institución del Gobierno, en el pasado no lo ha sido y en esta coyuntura menos, es una institución académica y punto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario