martes, 27 de julio de 2010

doblegando la luz


La Poesía 2

Inmóvil en la luz, pero danzante,
tu movimiento a la quietud que cría
en la cima del vértigo se alía
deteniendo, no al vuelo, sí al instante.

Luz que no se derrama, ya diamante,
fija en la rotación del mediodía,
sol que no se consume ni se enfría
de cenizas y llama equidistante.

Tu salto es un segundo congelado
que ni apresura el tiempo ni lo mata:
preso en su movimiento ensimismado


tu cuerpo de sí mismo se desata
y cae y se dispersa tu blancura
y vuelves a ser agua y tierra obscura.

Del verdecido júbilo del cielo
luces recobras que la luna pierde
porque la luz de sí misma recuerde
relámpagos y otoños en tu pelo.

El viento bebe viento en su revuelo,
mueve las hojas y su lluvia verde
moja tus hombros, tus espaldas muerde
y te denuda y quema y vuelve yelo.

Dos barcos de velamen desplegado
tus dos pechos. Tu espalda es un torrente.
Tu vientre es un jardín petrificado.

Es otoño en tu nuca: sol y bruma.
Bajo del verde cielo adolescente
tu cuerpo da su enamorada suma.

OCTAVIO PAZ
Ilustración: Marcela Sánchez Danchuk (tomada de Facebook)

de la oración eficiente y eficaz para la travesía en este mundo


San Lucas, 11: 1 - 13

En su más reciente homilía dominical, el Padre Alvaro Lacasta (SJ) señaló que Jesús enseñó a orar con el ejemplo de su vida. Hilo conductor de las lecturas, el objetivo consiste en demostrar nuestra filiación divina, siendo hermanos de Jesús, con el mismo Padre, concluyendo que las condiciones previas para la oración eficiente y eficaz son la fe y la confianza ilimitada en Dios. Sobre el Padre Nuestro, indicó, por una parte, que la santisificación implica reconocerlo, pues está con nosotros, misericordioso, revelado a todos; comentó, por otra, los millones se seres humanos que pasan hambre y les falta educación, transporte, etc., llevándonos al pan espiritual y al material; y, finalmente, sabe de qué barro estamos hecho, a veces muy sucio, y de nuestra fragilidad, dándonos la gracia y el apoyo especial: sin El no somos nada, perdonando nuestras ofensas mientras que también nosotros debemos hacerlo con los que nos ofenden....

Imagen: "El bote", de Antonella Sigillo

algo más que un pin


NOTITARDE, Valencia, 25 de Julio de 2010
Jesús y la oración (Lc. 11, 1-13)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

El evangelio de este domingo nos presenta a Jesús enseñando a sus discípulos a orar. Uno de sus discípulos, que lo había visto orando (Jesús no emprendía ninguna acción, si antes no dialogaba a solas con su Padre Dios), le pide que le enseñe a todos a orar como Él lo hace y la respuesta de Jesús fue enseñarles el Padrenuestro, oración por demás conocida por nosotros y que tantas veces rezamos. Lo primero que hay que decir, que sólo Mateo y Lucas tienen en su escrito esta oración que es la oración central del cristianismo y que cada domingo recitamos en la misa. Entre el relato de Lucas y Mateo hay pequeñas variantes, Mateo agrega dos aspectos más: "Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo" y "líbranos del mal".

Si vamos a la respuesta de Jesús, vemos que Él no les enseña a sus discípulos una oración mecánica, vacía, mercantilista; les enseña más bien una relación y los invita a una actitud de confianza total y de persistencia; veamos cómo es esto. La oración es un diálogo íntimo con Dios, un encuentro entre dos personas; una perfecta comunicación desde la fe. Por eso, Jesús les dice a sus discípulos, cuando oren digan: "Padre"; es decir, sepan que Dios no es un extraño, no es alguien distante, no es cualquier persona; es nuestro Padre, el mejor de los papás, aquel que está atento a las necesidades espirituales y materiales de sus hijos, el que presta oídos y corazón a nuestras súplicas, el que también nos habla a través de su Palabra y de muchos signos. La oración debe llevar al cristiano a una actitud de confianza total, de esperanza, al saber que si está delante de Dios, jamás quedará desamparado, porque Dios es el Todopoderoso, quien gobierna cielos y tierra y por encima de Él no hay nada ni nadie. Por eso, en la parte final del evangelio de hoy Jesús dice: "si ustedes que son malos saben dar cosas buenas a sus hijos, cuánto más les dará el Padre el Espíritu Santo (es decir, la plenitud de Dios) a quienes se lo pidan". Ésta es la razón por la cual el cristiano debe orar confiado, sabiendo que lo que pida a Dios Padre, le será concedido, si sirve para su bien. La oración, que es ese diálogo confiado con Dios, necesita ser un diálogo persistente, continuo; porque por experiencia humana sabemos que cuando amamos a alguien y nos agrada estar en su compañía buscamos no un momento, sino varios momentos para hablar y compartir; pues bien, Jesús mismo dice que tenemos que insistir como el amigo que toca a la puerta de otro amigo cuando tiene una necesidad; no le importa si pasa por inoportuno; va confiado e insiste y agrega el Señor categóricamente: "Pidan y Dios les dará; busquen y encontrarán; llamen a la puerta y se les abrirá…".

Para muchos hoy, la oración les puede resultar algo innecesario o sin ningún sentido; pero para un verdadero cristiano, que quiere vivir al estilo de su Maestro, sabe que la oración es la fuerza que nos impulsa cotidianamente a la acción; es ese espacio donde nos encontramos a solas con Dios y le planteamos nuestras necesidades, angustias, tristezas, alegrías, triunfos, fracasos, metas, proyectos, esperanzas, ilusiones; es ese momento donde le pedimos perdón por nuestros errores y debilidades, donde le contamos de nuestro día a día y el trabajo que vamos a realizar; es ese encuentro donde le pedimos fuerzas para luchar contra el mal y que nos aleje de los peligros del maligno y sus seguidores; es ese rato donde le alabamos y reconocemos como el Único que merece gloria y alabanza. Por eso, le decimos: Padre, que tu nombre sea glorificado por encima de otro nombre; venga tu reinado de amor sobre el mundo, para que el mundo viva en tu voluntad, para que sepamos esperar en Ti; danos lo que cada día necesitamos para vivir, lo espiritual y lo material; danos el pan de la Eucaristía, que sepamos compartir nuestro pan con los más necesitados; perdona nuestras ofensas, como perdonamos las ofensas de los demás; no nos dejes caer en la tentación que nos pueda apartar de Ti y de los hermanos, permite que seamos fieles y líbranos de todo mal que podamos cometer nosotros o del que podamos ser víctimas; líbranos del demonio que nos quiere apartar de tu camino.

Necesitamos buscar espacios para estar con Dios, para dialogar con Él; no permitamos que el estrés de la vida nos aparte de estos momentos de intimidad con el Señor.

IDA Y RETORNO: El próximo domingo, los seminaristas de nuestra Arquidiócesis, junto a los formadores del Seminario, comenzarán las misiones en la parroquia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa de Chirgua. Pidamos al Señor y a la Santísima Virgen María que estas jornadas evangelizadoras traigan muchos frutos espirituales para los futuros sacerdotes de nuestra Iglesia y para todas aquellas personas que recibirán la Palabra de Dios.

Oremos desde ya por los jóvenes que en el próximo año académico ingresarán a nuestra Casa de Formación, para que Dios les conceda perseverar en su vocación.

Ilustración: Antoni Conejo (http://www.tonielpintor.es)

veinte años son como ¿muchos?


EL NACIONAL - Sábado 24 de Julio de 2010 Escenas/2
20 años del Festival Nuevas Bandas
CRÓNICAS CALIDOSCÓPICAS
MÚSICA
JUAN CARLOS BALLESTA

El 21 de septiem-bre de 1986, la Comisión de Educación y Cultura del Municipio Sucre y la Fundación José Ángel Lamas organizaron un concierto en la Concha Acústica del Parque del Este con cuatro grupos para entonces desconocidos. Al frente de aquella iniciativa estaba Félix Allueva, que se estrenaba como organizador de conciertos de rock.

Muchos hemos vivido de cerca la evolución.

La primera banda que se presentó fue Postdata ­en la que yo tocaba batería­, que también debutaba ese día. Luego participaríamos en otros eventos y festivales coordinados por Allueva y su primera organización, Cultura Subterránea.

El primero fue La Ciudad y sus Nuevas Tendencias Musicales en la Casa de la Cultura de Chacao; después, los conciertos en el Teatro Rafael Guinand, en el Centro Plaza, y el ciclo Las Nuevas Bandas en el Teatro Cadafe, en que compartimos con grupos como Radio Clip, Novo Tango, Alter Ego, Jean Luc y otros.

Un próximo y ambicioso paso fue la creación de un festival que aglutinara las nuevas tendencias. Nació así el festival Los Insurgentes, que en dos ediciones (1989 y 1990, en el Teatro Cadafe) mostró una serie de nuevas agrupaciones, entre ellas, Spias, El Rastro, Trucos (luego convertida en Los Amigos Invisibles), Lavanda Cinética, Za-Zen....

Entre ambas muestras, Allueva y un grupo de jóvenes soñadores acometieron el más ambicioso reto, el recordado concierto En- cuentro en el ruedo (Nuevo Circo, 30 de septiembre de 1989), en el que tocaron las tres bandas más populares de aquel momento: Zapato 3, Desorden Público y Sentimiento Muerto. En 1991 emprenderían la riesgosa aventura, la más longeva de su tipo en Latinoamérica, que ahora cumple 20 años: el Festival Nuevas Bandas, en el que han estado involucradas muchas personas a lo largo del tiempo, en un buen balance entre varias generaciones.

Las primeras ediciones, que comenzaron en 1991, se realizaron como Muestra de Nuevas Bandas, sin la figura de banda ganadora que se instituyó en 1994. El Celarg (años 1991, 1992, 1995, 1996), Teatro Cadafe (1993), Sala de Conciertos del Ateneo (1994), Teatro Nacional (1997), sala Anna Julia Rojas del Ateneo (1998), los espacios abiertos del Teresa Carreño (de 1999 a 2001), estacionamiento del CCCT (2002, 2004, 2005), estacionamiento del Sambil (2003), Concha Acústica de Bello Monte (2006) y plaza La Castellana (2008, 2009, 2010) han cobijado la historia del festival, por el cual han pasado bandas nuevas en su momento (Los Amigos Invisibles, Caramelos de Cianuro, Viniloversus, Candy 66, La Vida Bohème, La Muy Bestia Pop, Trance Nuance, La Calle, La Nave, Fauna Crepuscular, Luz Verde, Culto Oculto, Tomates Fritos, Wahala, Los Mentas, La Puta Eléctrica, Submarino, Liqüet, Master Gurú, Skin, Billy Se Fue, Mochuelo, Los Mesoneros y muchas más), consagradas en plan de invitadas (Desorden Público, Sentimiento Muerto, Dermis Tatú, La Corte, Zapato 3, Bacalao Men, Claroscuro, Miguel Noya, Papashanty Saundsystem, Seguridad Nacional...) y visitantes de lujo como Enrique Bunbury (España), Juanes (Colombia), Los Tetas (Chile), Pluramon (Alemania), Koji K’ Utho (Colombia), Pony Bravo (España) y Tom Cary (España), entre otras.

La celebración del 20 aniversario, hoy y mañana en La Castellana, trae varias sorpresas que ningún seguidor del rock venezolano, de cualquier edad, debería perderse. La historia se sigue escribiendo.

Ilustración:
http://www.pinturayartistas.com/wordpress/wp-content/uploads/2009

la otra osamenta



EL NACIONAL - Sábado 24 de Julio de 2010 Escenas/1
El grafiti salta de la pared al lienzo
Los artistas del spray más conocidos del área metropolitana exponen en la galería Espacios Libres del Centro de Arte El Hatillo, en la exhibición Caracas Street Art
CARMEN VICTORIA MÉNDEZ


Si el grafiti fuera una persona, ya tendría un trabajo estable, vivienda propia y hasta sus primeras canas. Este arte, nacido en la década de los años setenta en el subterráneo de Nueva York, ganó estatus al cambiar el anonimato y la clandestinidad por los reflectores de los museos y las galerías europeas y estadounidenses. El fenómeno también se ha hecho sentir en el país. Desde ayer, 20 colectivos y artistas urbanos exponen sus obras en la sala Espacios Libres del Centro de Arte El Hatillo, en la muestra Caracas Street Art.

La exposición fue curada por Leonardo Girón, promotor de espectáculos de breakdance y hip hop, que reunió a algunos exponentes del street art del área metropolitana. "La idea es dar a conocer el trabajo de creadores que hasta ahora sólo han podido expresarse en las calles, a pesar de que se han formado en institutos universitarios de arte y diseño".

La sala alberga diversas modalidades del arte callejero que han invadido otras áreas de la cultura visual, como la publicidad y el activismo político. Una de las piezas exhibidas es un "grafiti bomba", como se conoce en el argot a las firmas hechas con spray que presentan caracteres gruesos y de varios colores. La obra del artista Dinamo SP no fue pintada sobre una pared, sino sobre tres lienzos.

En la exposición participa Flix, ganador de la edición 2009 del Salón SupercableJóvenes con FIA con la controversial pieza Vomitando periódicos. Es uno de los más conocidos artistas del esténcil, una modalidad del grafiti que emplea una plantilla con una imagen grabada o recortada. En esta ocasión presentará sus robots sobre papel, muchos de los cuales pueden ser vistos en paradas de autobuses y casetas telefónicas del este de Caracas.

También destacan los grafitis y esténciles conceptuales del colectivo Reklamarte, cuyos integrantes Vaki y El-Ale usan las propias herramientas del street art para denunciar la contaminación visual.

Ambos artistas son conocidos por el uso de íconos como peces muertos y gorilas, que plasman sobre papel. El dúo trabaja generalmente a puerta cerrada, en lugar de usar las paredes públicas. "Nos interesa llevar el grafiti a otro nivel, que la gente lo valore y venga a verlo en las instituciones culturales", dice El-Ale.

El colectivo CMS, uno de los más representativos del grafiti en Caracas, dispone de una pared que integra pintura y fotografía. También presenta una señal de tránsito "bombeada" con spray.


Rebeldía vs control.
La muestra fue financiada por los propios expositores. Jorge González, el coordinador de la galería municipal, indica que decidió abrirle las puertas a los artistas del spray para que tengan una vía de expresión distinta a la calle.

"En El Hatillo tenemos muchos problemas con los grafiteros, así que decidimos acercarnos a ellos y ofrecerles otros espacios para que puedan exhibir y vender sus obras. La idea es que cambien las paredes por los lienzos".

Para Girón y los colectivos participantes, la exposición es una oportunidad de quitarle la etiqueta de vandalismo a las expresiones urbanas. "El street art sigue siendo arte y debe formar parte de la programación de las galerías independientes, como ocurre en otras ciudades del mundo, sin sacrificar su lado contestatario", dice el curador.

Aunque Girón y González coinciden en que es hora de que el grafiti abandone las calles, son conscientes de que estas expresiones nunca podrán ser erradicadas totalmente.

"Eliminar del todo el grafiti de los espacios públicos no sería lo ideal. Creo que existirá siempre, pero ahora se avanza hacia una ética que define qué lugares pueden ser intervenidos y bajo qué condiciones. Si se abren otros lugares, habrá menos gente pintando en las calles. Por otro lado, soy consciente de que el género conservará su cara vandálica, si se la quitan dejaría de ser grafiti".

de una guerra napoleónica


EL NACIONAL - Lunes 26 de Julio de 2010 Escenas/2
Tergiversar el mundo
PALABRAS SOBRE PALABRAS
LETRAS
FRANCISCO JAVIER PÉREZ


Éste es el dictamen que leemos en uno de los libros testimoniales más inteligentes escritos sobre y en contra de Napoleón Bonaparte: Diez años de destierro (Lumen, 2007) de Madame de Staël.

Su autora fue referencia de buen hacer y buen decir en los predios de la literatura de su tiempo. Venerada por el encanto que desprendía su aguda conversación y la verdad inclemente de sus críticas, empieza a ser temida por el tirano, al que admiró al comienzo como todos y cuya autocoronación ya desvela al mundo la pasta de su naturaleza y la vileza de sus intenciones: "Me ha perseguido con minucioso esmero, con una actividad cada vez mayor, con una rudeza inflexible, y mis relaciones con él me han permitido conocerle mucho antes de que Europa haya comprendido la clave del enigma, dejándose, en su ignorancia, devorar por la esfinge".

El libro, que comienza a escribir en 1811, contará no sólo las desdichas de la escritora, desterrada en 1803, sino las desdichas de Francia y Europa y ofrecerá una reflexión aquilatada sobre las causas de la tormenta y una interpretación certera sobre las motivaciones del demonio que azotó el mundo y que intentó cambiarlo a su antojo utilizando el despiadado método de tergiversarlo, para poder reinar sobre las confusiones.

El libro hace una defensa noble de la libertad general y de prensa, tan censurada por el emperador: "Mi padre solía decirme que si en Francia se publicara un periódico libre de censura, éste haría más daño a Bonaparte que un ejército de cien mil soldados".

El libro deja generosa constancia del monstruo y señala su paralelo con los del pasado y con los del presente, divulgando sus tretas para el engaño y para la fragua de la maldad. Napoleón y su gobierno tienen algo en común: el desprecio por el intelecto. La bestia se entiende salvadora y procura el engaño: "Había presentado la paz a Francia como si fuera una esperanza que iba unida a su gobierno, cuando en realidad defendía la guerra perpetua". Cuando intenta hablar, pervierte la lengua y la trastoca para sus fines malsanos: "Ha descubierto que el artificio verbal es mucho más efectivo que el disfraz del silencio e inculca en sus interlocutores las frases que le interesa que se repitan". Atapuza a los bobos con verbos comunes y vacíos: "La revolución ha contado para todo aquello que ha querido con ciertas palabras destinadas a llenar la boca de los tontos".

Si de moral se trata, será inmoral: "Su mayor talento consiste en asustar a los débiles y sacar provecho de los inmorales y en apoyarse, contra unos hombres que valían más que él, en sentimientos que valían más que esos hombres". En suma, la escritura lo entiende malo, desmañado y audaz: "Albergaba el infierno en el corazón y el caos en la cabeza; la desmaña de un advenedizo se había unido a la audacia de un tirano".

Al morir, en 1817, Madame de Staël habrá vivido la derrota de su expoliador en Waterloo. Sin embargo, nunca sabrá que le espera condena y muerte en la distante y calda Santa Helena. No importa, ha hecho a Satanás pagar sus culpas en libro tan despiadado como fulminante. Lo hace literatura y eso convierte a la desterrada en un ser grande, pues clama clemencia para el íncubo. Lo hace digno de lástima; el peor castigo para el tirano.

baño etíope


EL NACIONAL - Sábado 24 de Julio de 2010 Escenas/3
LIBRO Un sello argentino editó Balnearios de Etiopía
Javier Guerrero: "Hay algo precario en nuestra concepción del cuerpo enfermo"
La primera novela de quien fue director de la Cinemateca Nacional entre los años 2000 y 2004 trata sobre una dolencia desconocida
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ

Javier Guerrero: Tanto la enfermedad como el cuerpo están tan codificados hoy en día que resultan exasperantes CORTESÍA JAVIER GUERRERO


El cuerpo enfermo se convierte en la metáfora de aquello que la cultura contemporánea considera abyecto y excluye de la realidad en la primera novela de Javier Guerrero, Balnearios de Etiopía, que le editó hace poco el sello argentino Eterna Cadencia Editora.

La narración comienza con la descripción de lo que ocurre cuando atacan enfermedades desconocidas, entre ellas la Apis mellifera scutellata, las polillas hermafroditas y los ginecomegenes. Primero se enferma el novio y luego el mismo narrador de la historia, en la cual los relatos homoeróticos y las fantasías incestuosas ribetean los estados de sueño y vigilia ­a veces no se sabe si el que habla está dormido o despierto­ que caracterizan el mal descrito.

Guerrero, que entre los años 2000 y 2004 fue presidente de la Cinemateca Nacional y en el último lustro se ha dedicado a organizar festivales de cine venezolano en la ciudad estadounidense donde reside, termina su tesis doctoral en la Escuela de Literaturas Hispana y Portuguesa de la Universidad de Nueva York, titulada "El cuerpo bajo sospecha. Plasticidad y exhibicionismo en América Latina". Además, finaliza una nueva novela cuyo título tentativo es Pretoria y que trata sobre dos hermanas que viven de la usura y disfrutan espiar la precaria vida sexual de sus vecinos. También prepara un libro junto con Sylvia Molloy sobre peleas literarias y polémicas epistolares en América Latina.

­ ¿Qué le atrae de los cuerpos enfermos? ­Tanto la enfermedad como el cuerpo están tan codificados hoy en día que resultan exasperantes. Aunque mi intención no es celebrar la enfermedad, me doy cuenta de que es una circunstancia esperada del cuerpo que sin embargo es constantemente metaforizada como el mal, el fracaso o la pérdida de control sobre el cuerpo y el fin de la vida. Suele generar, a su vez, vergüenza y pudor. Con la novela planteo una visión menos conservadora y por lo tanto más liberadora y creativa del enfermo.

La enfermedad es parte del cuerpo. Hoy la obsesión por normalizar el cuerpo es feroz: hay revistas, programas de televisión, campañas publicitarias y políticas públicas encargados de instalar un puñado de cuerpos que encajen en la fascinación humana por las oposiciones binarias.

­¿En qué se parecen la enfermedad y la vida contemporánea? ­La enfermedad es indisociable de cualquier vida, la contemporánea o la que ha quedado atrás. Sin embargo, creo que esta década ha sido suficientemente transparente en relación con las tecnologías de la enfermedad. Las ansiedades que detonó la gripe AH1N1, por ejemplo, son suficientes para afirmar que hay algo precario en nuestra concepción del cuerpo enfermo.

­¿Cómo Balnearios se asocia a La enfermedad de Alberto Barrera Tyszka? ­Creo que ambas novelas parten de proyectos disímiles y posiciones de escritura distintas, pero ambas se vinculan con una literatura que indaga en estas circunstancias del cuerpo sin idealizar la salud ni romantizar la enfermedad. Este tópico ha sido revisado por la literatura reciente en Latinoamérica, como quedó claro con Excesos del cuerpo, y en Venezuela ha tenido sus mejores páginas en la poesía. Destaco a Jacqueline Goldberg, Yolanda Pantin, Mariela Casal y Patricia Guzmán.

­¿Qué ventajas expresivas le ofrecen las metáforas de la muerte en Balnearios? ­Más que de la muerte, las metáforas que convoqué en la novela son metáforas militaristas de la enfermedad, pero únicamente lo hice para deshacerlas. Balnearios está llena de asociaciones, juegos libres y exuberantes que parten del cuerpo enfermo. Además, me interesó trabajar la lengua y las maneras de narrar lo que le pasa a los cuerpos. En la novela hay temor a morir, no quise encarnar este temor en metáforas de la muerte.

el pasado como noticia


EL NACIONAL - Lunes 26 de Julio de 2010 Cultura/4
El foro del lunes
MARÍA ELENA GONZÁLEZ DELUCA ocupa la silla marcada con la letra Y, que perteneció a Virgilio Tosta
«Bolívar ha pasado a ser casi un militante del PSUV»
Para la investigadora, que desde el jueves es individuo de número de la Academia Nacional de la Historia, la exhumación de los restos del Libertador fue una medida política y la posible revisión de los de su hermana, María Antonia Bolívar, está relacionada con los antagonismos del Presidente con la Iglesia Católica
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ / FOTOGRAFIA: ERNESTO MORGADO


María Elena González Deluca ve con preocupación lo noticioso que se ha vuelto el pasado en los últimos meses. Le preocupa porque ahora ella misma estará en el ojo del huracán de los acontecimientos.

Sin embargo, aceptó gustosa la tarea que ahora le toca cumplir.

El jueves 22 de julio, la investigadora se convirtió en la numeraria más reciente de la Academia Nacional de la Historia, institución donde ocupa el sillón marcado con la letra Y, que hasta hace poco perteneció a Virgilio Tosta, quien falleció en septiembre.

González Deluca se desempeña como profesora de la Universidad Central de Venezuela desde el año 2002. Además, es coordinadora del posgrado en Historia de América de la casa de estudios. En su extensa obra destacan ensayos sobre los siglos XIX y XX venezolanos. Historia e historiadores de Venezuela 1950-2000 (2007), Biografía de Antonio Guzmán Blanco (2007), Descubrimiento del norte. Miranda en el extranjero (2003) y Balance de una pasión. Ideas para entender las representaciones de Eva Perón (2000) son algunos de los títulos de sus investigaciones.

Fiel a su preocupación por el presente, su discurso de incorporación como individuo de número a la Academia de la Historia versó, justamente, sobre las preguntas que deben hacerse los historiadores y los venezolanos en general sobre hechos de los cuales este año se conmemora el bicentenario: el 19 de Abril, la formación de la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII y la firma del Acta de Independencia. Para González Deluca, en el pasado están las metáforas del presente.

"Una de las cosas que dije en mi discurso es que entre el 19 de abril de 1810 y el 5 de julio 1811 ocurrió el primer salto de talanquera en la política venezolana. Como los saltos de talanquera actuales, aquellos fueron muy tímidos. Quienes el 19 de abril se declararon a favor de la monarquía, aunque no sabían si la dinastía de los Borbones regresaría al poder, rompieron relaciones con ella abiertamente apenas un año después", relata.

--¿Cómo interpreta, desde el punto de vista de historiadora, la decisión del presidente Hugo Chávez de exhumar los restos de Simón Bolívar? --No es la primera vez que se hace una exhumación de los restos de Bolívar. La primera vez que esto ocurrió fue cuando se trasladaron desde Colombia a Venezuela, en el año 1842. Luego hubo otra, en tiempos del presidente Rafael Caldera; de hecho, el esqueleto de Simón Bolívar que se vio el otro día por televisión fue reconstruido con unos alambres para que tuviera la forma de un cuerpo humano, porque lo que había allí, hasta ese momento, era una urna con los huesos en desorden.

El problema no es la exhumación, que no hubiera sido gran cosa de tener un propósito claro. Uno se pregunta por qué este héroe en particular no puede descansar finalmente en paz, como es el derecho de todos los muertos.

Es evidente que esta exhumación tiene causas políticas.

Aparentemente no se quiere sólo comprobar cómo murió Bolívar, sino también averiguar su ADN y si verdaderamente se trata de los restos del Libertador.

--Pero si esos no son los restos de Bolívar el presidente Chávez quedaría muy mal después de lo que escribió en Twitter.

--El Presidente tendría entonces que decir que el corazón le falló.

--¿Y cómo interpreta que ahora se quiera también exhumar los restos de la hermana del Libertador, María Antonia Bolívar? --Levantar los restos de María Antonia Bolívar es una acción oportunista y tiene que ver con el conflicto con la Iglesia que se desarrolla por estos días, porque esos restos están en una cripta privada que está ubicada en la Catedral y, para exhumarlos, haya que pedirle permiso a la Iglesia, porque María Antonia no fue una heroína de la revolución independentista, por el contrario, era realista.

--¿Diría que las exhumaciones de los hermanos Bolívar esconden motivos políticos? --Sí, sobre todo tienen que ver con la obsesión que tiene Chávez con Bolívar, que se conoce desde la época en la que era candidato a la Presidencia de la República. Últimamente Bolívar ha pasado a ser casi un militante del PSUV, es decir, un militante socialista en una versión de la historia que no tiene ninguna base, porque cuando uno lee la documentación del Libertador, cuando conoce bien su pensamiento, se da cuenta de que nada tiene que ver con el socialismo. Las ideas revolucionarias de Bolívar lo eran con respecto a su época y no tenían nada que ver con una revolución socialista ni mucho menos.

--¿Es coherente que se quiera identificar al Bolívar revolucionario con las luchas sociales que cabían entonces, como la de la libertad de los esclavos? --Luego de la sangrienta Guerra de Independencia, la institución de la esclavitud quedó muy disminuida, pero no porque se hubiera hecho mucho por la libertad de los esclavos, sino porque los mantuanos prácticamente desaparecieron como clase social y las grandes plantaciones quedaron arruinadas y, aunque quedaron unos cuantos miles de esclavos, ya no eran la base de la economía, como lo fueron durante la Colonia.

--Ante todos los retos que impone la coyuntura política actual, ¿cuál es el papel que debe asumir la Academia de la Historia? --Es difícil saber qué hacer.

Hubo un episodio reciente con los archivos del Libertador y de Miranda. En otras circunstancias la Academia es una institución pública y forma parte, en cierta forma, del ordenamiento del Estado y no debería haber contradicción entre la actuación del Gobierno y el desenvolvimiento de la Academia, de manera que una situación como la ocurrida con los archivos no tenía por qué haberse planteado así, mucho menos para ponerlos "al servicio de la revolución", como dice el decreto, lo cual me parece absurdo.

Los documentos de los próceres viven en la medida y en el momento en el cual el historiador les pone el ojo para analizarlos en función de un tema, pero si no son apenas papeles que están en un archivo; entonces, eso de que se les considera ahora al servicio de la revolución o del pueblo me parece la cosa más absurda del mundo. Por otra parte, esto tiene que ver un poco con la actitud del Gobierno, que siente que aunque la Academia no ha hecho pronunciamientos políticos, lo cual no le corresponde, la mayoría de los numerarios que reúne no son afectos al Ejecutivo.

Bajo ninguna circunstancia una academia debería ser una institución del Gobierno, en el pasado no lo ha sido y en esta coyuntura menos, es una institución académica y punto.

tonos de travesía


EL NACIONAL - Sábado 17 de Julio de 2010 Papel Literario/4
El cuerpo y el estupor
VÍCTOR BRAVO

En la poesía de Álvarez el árbol se prolonga en el yo al igual que en la poética montejiana STCK.XCHNG

La poesía de María Auxiliador a Álvarez (1956) irrumpe en 1985 con un libro ya emblemático, Cuerpo, que alcanzaba su expresión en el clima de una época donde la poesía venezolana era centro de confluencia de reflexividad y belleza.

Confluencia de una poesía que brota del cuerpo femenino para, desde allí, revelar las inflexiones del cuerpo como lenguaje y el lenguaje como cuerpo; en correspondencias con poemarios fundamentales como Hago la muerte (1987), de Maritza Jiménez, donde concurren el cuerpo femenino abierto, en la herida del parto y en la arista del dolor; en poemarios como De mí lo oscuro (1987), de Patricia Guzmán, en el que hace un profundo reconocimiento del otro a través de lo amoroso; en Restos de viaje (1979) o Épica mínima, (1996) de Márgara Russotto, donde el decir poético desde la condición femenina expande como un manto la sensibilidad sobre el mundo: en una intensa fidelidad a la poesía, desde Cuerpo hasta Paréntesis del estupor (2009), etapas de la poesía reunida por Monte Ávila, bajo el título Lugar de pasaje, y por Editorial Candaya en Las nadas y las noches, antologías de 2009, la obra poética de María Auxiliadora Álvarez, en once títulos, es un profundo viaje del yo por los mundos subjetivos y por el reconocimiento y la resignificación del cuerpo, hasta la salida de sí en el encuentro con el otro y con el mundo por medio de una sensibilidad luminosa y frágil.

El cuerpo intervenido, tocado por las aristas del dolor, caído sobre sí mismo, diluido en lo ominoso de la sangre, se abre en sus más estremecidos pasajes hacia el mundo: el pasaje de la herida, que "se extiende en los bordes, no en el centro", que es "un animal vivo", que "se desplaza sobre sí misma"; la herida que, como se dice magistralmente en un poema de Paréntesis del estupor, "nacida para el encierro de lo abierto". Pasaje desde el dolor, acaso la más alta significación de lo corporal. Pasaje e intensidad que afirma lo que se prolonga en el yo: lo amoroso del hijo, de la madre, del padre; y, en mirada hacia el horizonte, el árbol, como en la poesía de Montejo; y prolongándose desde el árbol al cielo, el pájaro, como en la poesía de Gerbasi.

Desde la sensibilidad de lo amoroso la poeta podrá decir, haciendo de la reconstrucción de la sintaxis una forma esencial del decir poético: "Mi ella; mi él"; podrá expresarse en un hermoso poema de amor y decir: "Di tu nombre suavemente sobre el mío // de modo que mi nombre se vaya borrando / bajo el tuyo /y tu voz / sea el único / sonido de existir". En esta afirmación el pájaro podrá construir "el ideograma de la poesía" y el poema convertirse en la necesidad esencial de Dios, en la más antigua de las intuiciones poéticas que es la identificación de lo estético y lo divino.

Afirmación y pérdida: si el poeta trae los signos de lo que es consustancial con el yo, también trae recados de lo que se desprende de nosotros, como la más contundente paradoja de la vida, para darnos de bruces con la soledad. Así preguntará el poeta: "¿A dónde fue mi río de agua dulce? ¿A dónde mi amanecer?;" así, comprende que la mirada que "la muerte barre lo escrito/seca lo húmedo/ entibia lo frio". La poesía, de este modo, nos da la plenitud y la conciencia de la pérdida, los cielos y el infierno, "las nadas y las noches". Un verso parece describir a la perfección el sentimiento humano, demasiado humano, de la soledad, ante lo entrañable que se desprende y nos deja en la respiración creciente de la herida abierta: "Nosotros en la punta de lo lejos".

San Agustín nos ha dicho: "Cuando San Pablo vio la nada entonces vio a Dios". Quizás el pasaje de la herida, quizás el silencioso desprendimiento, la implacable y recurrente pérdida que es el vivir sea tránsito hacia alguna condición esencial de la existencia. Así dirá el poema: "Todo lo que quiero decirte hijo Es que atravieses el sufrimiento / Si llegas a su orilla si su orilla te llega Entra en su noche y déjate hundir // Todo lo que quiero decirte hijo Es que del otro lado del sufrimiento hay otra orilla".

La noche, como el poema, así lo intuyeron los románticos, albergan en su vientre la plenitud y la nada; la poesía es la lámpara de Diógenes que ilumina y permite la travesía entre los muros de la trascendencia y los desfiladeros del abismo; travesía que parece ser la de la poesía de María Auxiliadora Álvarez.

Ilustración:
http://leiter.files.wordpress.com/2009/06/pablopalazuelootonos3.jpg

lluvia en los labios




EL BESO

Licores embriagadores,
sin sentidos y sin controles,
capaces de saltar a las orillas sin temores,
desinhibidos los temblores,
arrancaron por fin el primer beso,
concentrando los sabores,
en el centro de las bocas el silencio,
manos sujetas conquistadas,
pecho a pecho sin pudores,
beso largo y duradero,
sin signos vitales de palabras,
cerrados los ojos mirando nada,
sumidos ahora están
en lo profundo de este verso,
no existe nada alrededor,
nada que pueda perturbar este momento,
solo los silencios y las bocas,
que permanecen sujetas,
ellas muerden y alaban,
delicados sabores,
de licor lleno de amores
del beso arrancado voraz
y dulcemente bajo la lluvia.


ROSITA CARO

Fuente:
Rosita Caro (Facebook)
Ilustración:
Giovanna Verni (Facebook)

lunes, 26 de julio de 2010

afantasmados


EL NACIONAL - Sábado 17 de Julio de 2010 Papel Literario/3
"Un pasado sin memoria no tendría significado"
Fernando Yurman es psicoanalista, profesor universitario, narrador y ensayista. Entre algunos sus títulos están Psicoanálisis y creación; La temporalidad y el duelo; Sigmund Freud; Crónica del anhelo; La identidad suspendida y La pesquisa final. Fantasmas precursores. La función histórica del trauma acaba de ser publicado
ENTREVISTA
GRACIELA PANTIN

Así como el habla es individual y colectiva, la memoria se ordena sobre formas y valores compartidos, aunque su ejercicio sea individual SXC.XCHNG

¿Por qué aquí y ahora este libro? Creo que el tema concierne a muchas interrogantes sobre el peso del pasado en la actualidad venezolana. La dimensión traumática da cuenta de los aspectos no historizados de la historia, aquello que podría ilustrar motivaciones oscuras, poco entendibles.

Por otro lado, la historia de los sefardíes y su posible incidencia en el tema independentista aportan cierta pluralidad. El maniqueísmo y la rigidez política afectan también la visión histórica, y desagregar esa perspectiva unilateral siempre es provechoso.

La experiencia de haber sobrevivido a un hecho traumático, ¿puede ser superada de manera saludable? Sí, claro que es posible, a eso apuntan los tratamientos clínicos. En muchos casos enriquece, una vez elaborado el trauma, la perspectiva vital.

¿Es posible extrapolar características, impacto o superación del trauma del colectivo al ámbito de lo individual? No todo puede ser extrapolado, ya que la dimensión individual incluye proyectos, fines y vínculos que nos son los mismos que los de la escala colectiva, pero algunas estructuras o funciones del duelo sí pueden usarse para entender fenómenos de ese orden.

¿El sentimiento de culpa, amenaza o condiciona a quien lo siente? Sí, amenaza y condiciona a quien lo siente, y tiene efectos a veces dañinos, pero también es un factor organizativo. Parte de las funciones normativas psíquicas derivan del sentimiento de culpa, parte de la ética se sostiene también en la culpa. Lo problemático es la intensidad y expresión de la culpa, que puede dar lugar a inhibiciones, pero también a actitudes reparatorias y constructivas.

Si los efectos de un trauma colectivo exceden generaciones, ¿puede su interpretación histórica ayudar a superarlos? Creo que sí, que en parte las interpretaciones históricas están destinadas a elaborar los enigmas traumáticos de cada cultura.

¿Cuánto tiempo toma reconfigurar esa memoria e historiografiarla? No tengo la menor idea, pero debe ser cambiante porque todo indica que el pasado, la historia, el sentido de la historia, cambia históricamente y también culturalmente.

¿Tendrá el perdón algún efecto sobre el trauma? Es una buena pregunta, pero supongo que se refiere a traumas específicos.

Quizás forme parte del olvido o de la disolución traumática, que a veces implica no tanto el perdón al otro sino el perdón a sí mismo, la relativización del suceso, de la responsabilidad o el reproche, etc.

¿Es el trauma algo insuperable, no importa cuantas generaciones posteriores existan? Es superable, porque mientras se traslada generacionalmente se transforma, toma nuevas figuras y probablemente en esa transformación hay una superación.

Posiblemente su tiempo no es el del calendario sino el del psiquismo, donde muchas escenas retornan hasta modificarse.

¿La comprensión del pasado está vinculada a la memoria individual o colectiva? Sí, está directamente vinculada a la memoria, porque la memoria es el pasado organizado con un sentido.

Un pasado sin memoria no tendría significado. Y esa memoria es individual y colectiva, porque existe en un sujeto en interacción. Así como el habla es individual y colectiva, la memoria se ordena sobre formas y valores compartidos, aunque su ejercicio sea individual.

¿Se comparten, no los recuerdos sino el cómo estos han sido organizados? Sí, se comparte su organización y referencias, y el más particular de los recuerdos adquiere sentido sobre referencias que incluyen a los otros. Las experiencias místicas más inefables son recordadas por los místicos sobre referencias compartidas, sino no podrían ser entendidas por el propio sujeto que la ha vivido porque la capta con una batería de lenguaje compartida. Aún con toda la singularidad, los versos de San Juan de La Cruz "Los ríos sonorosos", etc. , apelan a lo compartido que le permite captar su experiencia absolutamente particular.

¿Cuáles son los factores más importantes que influyen en la organización de los recuerdos? La estructura de la personalidad y, junto a ella los sistemas de creencias, ideologías, religiones, etc. El primero genera mecanismos psíquicos distintos que le dan diferente sentido a lo vivido, lo otro se acopla. Hay culturas más presentistas o melancólicas, y hay muchos factores sociales, pero parece la personalidad lo que determina fundamentalmente la memoria.

¿Existe una historia no subjetiva? Algunos historiadores pretenden que sí, pero todo indica que, como dijo alguien, no hay historias sino historiadores. Una historia ya es un ordenamiento subjetivo del tiempo, cargado de referencias valorativas inevitables y cambiantes en el tiempo, con diferencias retóricas y conceptuales sobre los acontecimientos. Eso que la diferencia de un análisis de las capas geológicas u otros procesos físicos naturales (aquello que el materialismo dialéctico e histórico quería fundir con sus mitos cientificistas).

¿Esa capacidad de acumular y leer la memoria varía a lo largo de la vida de un individuo, de una persona a otra, de un tiempo a otro, de un grupo a otro? Creo que sí, que cambia muchísimo, hay pueblos que casi no tienen historia y ejercitan una memoria operativa, dejando el resto a cargo del mito. Otros la revisan constantemente. También varía en las personas y en las edades; la gente mayor tiende a fusionar su propia memoria con la historia contemporánea, simboliza los sucesos porque tiene más distancia.

Actualmente hay una cultura más ligada a la extensión que a la intensidad, y la memoria pierde peso como valor cultural.

¿Son los traumas inevitables? Sí, creo que son inevitables, son las marcas que nos configuran. Así como hay una alienación destructiva, que enajena y despoja, y otra que es inevitable en la condición humana porque fija a un sujeto, así el trauma tiene una función ordenadora del psiquismo.

¿Lo que es un trauma para unos significa triunfo para otros? Sí, eso es posible aunque no necesario, ya que el trauma es particular, y su sentido para los otros es impredecible.

¿Cuáles serían nuestras formas inconscientes fantasmagóricas? Eso no puede definirse porque no son formas fijas, excepto en algunas teorías como las de Jung o Melanie Klein. Para el psicoanálisis freudiano se configura en cada sujeto.

¿Son necesarios los procesos de duelo? ¿Cambian de época a época? ¿Grupo a grupo? ¿Se comparten? Sí, siempre habrá duelo, despedida, pérdida, porque es una función estructural de la condición humana, pero esa función cambia culturalmente. La Antropología y los Estudios Culturales muestran como cambia la manifestación y valoración de lo perdido.

¿Cuál es el papel de la reconstrucción semántica, terapéutica o reelaboración artística en la vida de una comunidad y en la del individuo? Creo que la función del arte en la cultura es la de darle una segunda oportunidad a la realidad, rebasarla por la ilusión.

¿Actualmente estamos viviendo en Venezuela una trauma colectivo? Es difícil definirlo de manera taxativa, sobre todo por las muchas simplificaciones que se han hecho al respecto y el discurso ideológico polarizado que rodea todo, pero sin duda las relaciones fundamentales con el "otro" están siendo dislocadas con efectos imprevisibles: pérdida de sistemas normativos, desvalorización de la vida, trastornos en las creencias y percepciones, y dejarán secuelas mayores que las que mide la economía o la política.

Hablando de los clásicos como referentes universales de la memoria social, ¿cuáles serían los clásicos venezolanos? Creo que hay algunos que siempre vuelven: Reverón, Uslar Pietri y su siembra del petróleo, el gendarme necesario, la Venezuela heroica, son lugares por donde siempre se vuelve a pasar, ¿no? ¿Cuáles son nuestros crímenes clásicos? Hoy por hoy, parece el secuestro, el express de nuestra calles, y el paulatino que se ejerce sobre las instituciones y la ciudadanía mediante la política degradada paso a paso por la farsa y la simulación sistemática.

Con el tiempo y la función de la memoria cambian las interpretaciones históricas, ¿dónde entonces está la verdad? La verdad es un anhelo religioso, metafísico, no científico, ya que la ciencia busca el conocimiento, que es provisorio, no la verdad. Como la historia es tendenciosa, y la interpretación de la memoria también, "la verdad" allí nunca será conocimiento sino un valor, la justicia, la gloria, la bondad, etc.

¿Se puede afirmar que a mayor velocidad en la comunicación, menor memoria? No sé, pero parece una buena idea.

En la página 73 señalas: "El enjuiciamiento de los victimarios, en los crímenes colectivos, no devuelve lo perdido, no compensa lo dañado, ni repara cabalmente, pero tiene un insoslayable nivel simbólico.

El proceso jurídico cumple un valor relevante como configuración normativa para la sociedad, que repone así su sentido regulador en los vínculos intersubjetivos". Hoy en Venezuela, ante la debilidad de nuestro sistema judicial, ¿podemos iniciar, cuanto antes, un proceso para adelantarnos y evitar sus consecuencias traumatizantes? ¿O debemos esperar tener las memorias de la impunidad? No, no habría que esperar la impunidad. Afirmar los valores aunque no se cumplan, dictar las sanciones, aunque no se efectivicen, preservan sentidos para cualquier sociedad.

Si las experiencias traumáticas, colectivas o individuales son "embolsadas", no tratadas, su impacto es mayor, ¿llegaremos a necesitar los venezolanos tratamientos terapéuticos colectivos para superarlas? ¿Existen algunos? Desconozco que existan esos tratamientos, pero la experiencia cívica constructiva tiene a veces funciones terapéuticas, también la creación cultural.

¿Nos ayudará nuestro tempo caribeño a olvidar más rápido el trauma? Ojalá que sí, esperemos que sí.

Si los traumas, individuales o colectivos, marcan y dejan huella, ¿no lo hacen también las situaciones o vivencias no traumáticas, placenteras? ¿Es el impacto traumático más fuerte que el no traumático? Para Freud la experiencia placentera deriva de una primera experiencia de satisfacción que es irrepetible, y por eso se renueva.

Podría asimilarse a un rasgo traumático temprano por su función. Lo que no hay duda es que la experiencia placentera es terapéutica y correctora, porque el principio de placer está vinculado al principio de realidad, y ello corrige la dimensión desbordada del trauma.

Comentaste que los resultados de la venta de este libro serían donados al Centro de Estudios Sefardíes de Caracas, ¿qué actividades realizan? Se los he donado porque me permitieron usar su biblioteca y documentos, a pesar de que yo no soy sefardí fueron muy generosos a pesar de las diferencias. Ellos se dedican a preservar su memoria, tienen también una identidad religiosa, mantienen un museo (ahora lo gerencia Federica Palomero) y tratan de difundir aspectos artísticos o culturales cercanos a su tradición (poesía, música, historias, etc.). También tienen una cátedra de judaismo en la Universidad Católica, mantienen el Cementerio judío de Coro, que es muy antiguo.

Y, para concluir, volvemos a la pregunta inicial, ¿buscas con esta obra historizar para comprender el trauma venezolano actual? Sí, creo que hay algo de eso, pero también el convencimiento, más allá de Venezuela, de que la Historia ha resultado, como muestra la misma historia, una ficción, un tipo de mito de gran movilidad, y en cambio el trauma es una explicación plausible, sin grandes horizontes ideológicos, pero con una material verificación de la condición humana.

deserticósis


EL NACIONAL - Sábado 17 de Julio de 2010 Papel Literario/4

La isla desierta de Payares
La debilidad es llorar sin lágrimas.
Maurice Blanchot He vuelto a ser un faisán.
Herta Muller
GINA SARACENI

Hay libros que nos dejan a la intemperie, expuestos a una vastedad inconmensurable que nos sobrecoge al mostrarnos la desnudez de la que estamos hechos. Libros que señalan el quiebre que irrumpe e interrumpe la cotidianidad volviendo más trágico el desgaste de la rutina.

Libros, finalmente, que se detienen a mirar el resto de las pequeñas catástrofes del día a día y que despliegan su mirada por el desierto de huesos del que está hecha la experiencia humana.

Cuando bajaron las aguas (Premio Autores Inéditos, Monte Ávila, 2008) del joven narrador venezolano Gabriel Payares (Londres, 1982) pertenece a esta especie de libros que nos posicionan ante el fracaso y la derrota que nos determina como seres humanos.

Un conjunto de diez relatos que pone en escena una poética del deterioro y de la precariedad a través de un lenguaje sobrio, sin excesos, cuya fuerza mayor radica en su compostura y capacidad de nombrar la "excepción" como algo predecible, ordinario, común, incluso en sus manifestaciones más irreversibles.

En este primer libro Payares incursiona en la cotidianidad como lugar de revelación e interrupción; justo allí donde la vida se repite a través de sus rutinas y hábitos, lo extraordinario tiene lugar e inaugura un nuevo orden de las cosas; abre un hueco en el tejido de la vida de donde no podemos regresar.

Llama la atención que un escritor tan joven tenga el aplomo y la madurez de representar el desencanto y la desesperanza como devenires predecibles de la vida. Sin asombro, sin lamento, el desastre se instala en la experiencia, es su hueso y Payares hace que su escritura hable a través de una lengua despojada de expectativas pero a la vez testaruda porque no abandona la necesidad de buscar aquello que todavía no conoce.

La intemperie que sus relatos ponen en escena no sólo se manifiesta en la orfandad de "El Duro", indigente y recoge latas que camina sin tregua por la ciudad porque no tiene hogar donde volver. Sino también es el desarraigo que se descubre dentro de la casa, en el entorno familiar, en lo más propio, como si la ésta fuera también esa sombra siniestra que inquieta el orden conocido e instala la extrañeza en lo que creíamos protegido de toda amenaza y peligro (pensemos en "Los herederos", "Cuando bajaron las aguas", "Con miedo a los perros", "Timbalero", "Nota de suicidio #5").

A través de la exploración de temas como la familia, la casa, la herencia, la convivencia, las relaciones de sangre, el tedio, el abandono, la pérdida, la enfermedad, la soledad, Payares explora estados de desolación y decadencia que se manifiestan en un universo quebrado donde se desplazan seres disminuidos, mutilados, reducidos a la mínima expresión; seres que flotan, cual fantasmas, en un espacio que les devuelve sólo el reflejo de su degeneración.

Los habitantes de estos relatos son seres incompletos, puestos a prueba por las mínimas épicas de la vida; conscientes de la inutilidad de lo que se considera necesario; de la caída que zanja cualquier intento de construcción; de la vida animal que pulula debajo de la piel de lo visible, esa realidad escondida donde se alían las especies abisales, donde los monstruos celebran sus orgías, donde lo animal ladra e irrumpe, donde la sangre funda estirpes imprevistas que habitan la casa por debajo, por las raíces podridas del afecto.

Este libro nos hace recorrer un paisaje hecho de escombros, de objetos a la deriva, oxidados, putrefactos, inservibles; habitado por restos y sombras que están allí para mostrar su inutilidad y, a la vez, para revelar la potencia de sentido que se esconde detrás de su vencimiento y destrucción. Seres y cosas que sobreviven a duras penas; que se mantienen a flote en las aguas de un río que "nos había arrastrado hacia el más allá, lejos de todo el mundo conocido" (32).

Seres exiliados de sí mismos, sin lugar, fuera de lugar, inadecuados, incapaces, impotentes de reconocerse en el orden del día, en el mandato de la sangre, en el pasado heredado, en la ortopedia de la norma. Seres que avanzan dando tumbos, sin ruta, fuera de ruta, que llevan en la espalda un saco de deshechos, una "fétida abundancia" que les otorga la certeza de no "esperar nada de nadie" y que les proporciona un saber del agotamiento que recorre sus intentos de construcción de algo que perdure.

En una escena de la novela La carretera (2007) del escritor norteamericano Cormac McCarthy, un hijo le pregunta al padre cuando están frente al mar: "¿Qué hay del otro lado?". "Nada" es la respuesta que recibe. Pareciera ser ésta la pregunta que Payares propone en estos relatos que hurgan en esa línea que corta de tajo cualquier posibilidad de renovación y recuperación; ese horizonte que determina la imposibilidad de volver de la derrota pero que a la vez impulsa la escritura hacia ese más allá que se abre como un enigma que exige ser reconocido y dicho. Eso es lo que la escritura de Payares captura en su intento de trazar el naufragio de un barco que sólo sabe que la sobrevivencia tiene un costo que se paga toda la vida.

Sobrevivir a la casa y a las pruebas que nos exige, hacerse cargo de los fantasmas que habitan en sus paredes, confrontarse con el legado de la memoria, con esa tumba que es el pasado agotado y empequeñecido por el tiempo es lo que los personajes de Payares hacen. En este sentido, el presente y sus acontecimientos cotidianos son el lugar donde estos seres escuchan ese "gemido prolongado, silbante, parecido al de alguien a quien le cuesta respirar" (60).

Payares escribe sobre el llamado de la extrañeza, sobre ese quejido que se esfuerza por seguir tartamudeando y que exige ser atendido, incluso cuando no puede respirar, cuando el alfabeto se le resiste y hay que inventar una lengua que exprese el desierto que la rodea. Su libro manifiesta una inconformidad ante el presente y toma el riesgo de "embarcarse a la deriva" y de asumir el naufragio como posibilidad de decir lo indecible; pero, a pesar de su mirada desencantada y procaz, sin reparo en asumir el desastre que nos conforma, este texto nos revela también un llanto que llora sin lágrimas, un llanto que nos conmueve y nos deja cerca de la tristeza y el dolor.

En rumano, "He vuelto a ser un faisán" significa "He vuelto a fracasar".

juegos de guerra



De un estallido a otro
Luis Barragán



Convengamos en un divertido e irrepetible escenario para el anuncio de la ruptura diplomática con Colombia, permitiéndose deslizar la posibilidad – nada más y nada menos – que de una guerra. Maradona lo miraba atónito y, acaso, el festejado futbolista visitante todavía no entiende para qué es útil en la vida política que puede también tentarlo, luego de probar de todo o casi todo en la vida.

A Chávez Frías le es fácil y cómodo pasar de un estallido a otro, confabulando la emoción deportiva junto a un gravísimo tema estratégico. Magnífica versatilidad de acróbata nada callejero, revienta las costuras que deja ver de una pelota de rebotes peligrosos, pues, públicos, comunicacionales y notorios, son muchos los testimonios y denuncias de las agrupaciones guerrilleras en territorio venezolano que hasta imparten justicia como para un desmentido temerario, falaz y cínico de Miraflores.

El problema inicial reside – precisamente - en intentar engañar a los venezolanos, con el concurso de todos los órganos del Poder Público, convertidos en los enemigos internos por excelencia según la aventurada hipótesis de un conflicto que voltea o distorsiona toda noción de seguridad y defensa, básica y recta. Por lo demás, tamaña locura le proporciona elementos adicionales a la habilidosa diplomacia colombiana que hacen al comandante-presidente una pieza menor en el tablero mundial, irresponsablemente vanidosa y melodramática.

El otro problema inicial, pues no hallamos con facilidad los secundarios en la sala de terapia intensiva en la que todos nos conseguimos, consiste en la absolutamente individual decisión presidencial, pues, si fuese cierta la situación tan calamitosa en la que nos pone la agresiva Colombia, debería inmediatamente convocar el consejo de seguridad nacional con participación de la oposición política y de todos los sectores sociales. Agreguemos, los partidos y demás entidades oficialistas representan a un segmento muy reducido de la población, el que está y disfruta del poder, pues ni siquiera lo hace con el proletariado, por lo que se impone la amplitud correspondiente al caso que invocan.

Es necesaria la cautela, al pasar despreocupadamente del Cardenal Urosa a la ruptura de relaciones con Colombia, hinchadas las encías por asuntos como Pudreval y la delincuencia de cada día. No se requiere de un elevado coeficiente intelectual para adivinar que en la guerra, civil o interna, está la clave de supervivencia del régimen. Y éste, angolizándonos como la Cuba de años atrás, es capaz de buscar camorra allende el mar para mantener esa curiosa noción de patria que se empeña en vendernos. Empero, entre uno y otro estallido, hay dos piedras en el zapato que no le permiten consumar el gesto acrobático.

En efecto, por un lado, el coraje de quienes disienten con sobriedad como el gobernador Pérez Vivas. Y, por el otro, como ha acontecido en toda guerra que se trama, la progresiva comprensión de una exigencia de sangre que Chávez Frías hace y hará principalmente a la muchachada que dice ser partidaria de su gobierno, a los padres que le siguen y deberán “abonar” a sus hijos por una causa que – en el fondo – la saben absurda e injusta.

Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2010/07/de-un-estallido-a-otro/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=676579
Ilustración:
Tomada de la red de redes

fascismo que rueda también en el túnel


De la anomia e inducción fascista
Luis Barragán


Insistamos en el asunto, lo más didácticamente posible, recordando – por ejemplo - la necesidad de acceder a una taquilla agolpada, fustigada por numerosas personas también hastiadas. La regla suele consistir en un acceso ordenado, paciente y pacífico que – paradójicamente – conceda a todos la oportunidad de ganar tiempo (despacio para llegar más rápido). Sin embargo, la consabida alineación de los demandantes puede sufrir y sufre alteraciones, rompiendo o acabando con la norma (anomia).

Ocurre que la ruptura puede ser positiva, constructiva o progresiva, en el caso del espacio físico que obligue a la distribución de cupones o tickets numerados, por orden de llegada y hasta discapacidad de algunas personas. Por más revuelta que parezca la escena, cada quien se ubicará como mejor le parece, calculando – además – el tiempo para realizar otras diligencias menores, con el único deber de atender al llamado de un taquillero más holgado, sereno y confiado.

Y – también – el rompimiento puede ser negativo, destructivo o regresivo, al imponerse el más habilidoso e, incluso, físicamente fuerte, ocupando una posición que no le corresponde con el literal atropello del otro legítimo ocupante. Y nos referimos a los venezolanísimos coleados que, de alguna década para acá, no sólo emblematizan nuestras actividades más cotidianas, sino representan una clara e incontrovertible tendencia de la sociedad – valga el dato - ultrarrentista que somos.

Tendencia que deja atrás la anecdóctica lección sociológica de bachillerato, para abrir las fauces de un fenómeno que ha estructurado lenta, pero seguramente, el fascismo en Venezuela. Vale decir, la anomia negativa nos lleva a una diaria batalla campal en los espacios públicos donde el Estado exhibe todas sus heridas, en una sociedad que es de supervivientes, resultado ya agudizado de un socialismo – precisamente y no por azar – campamental.

LA GASOLINA ANOMICA
Bastará con citar el caso de los motorizados de las ciudades, pueblos y caseríos de todo el país que, sin saberlo, encarnan una opción política y reclaman una modalidad que no es la de una justa convivencia social. Y es que, con las excepciones de rigor, son los agentes por excelencia de una desocialización que pretende legitimar y legitima – en última instancia – la de un relacionamiento exclusivo con el Estado, susceptible de la militarización más descarada..

Por una parte, dibujando las incapacidades del Estado que ya parece sintetizarse en un aparato armado de simulación estatal, constituye un derecho adquirido el radical incumplimiento de todas las reglas de circulación, violentando las leyes que – junto al celebérrimo Manual de Carreño – tienen una mayor y esencial duración que cualquier Constitución de la República. Huelgan los comentarios al respecto, pero importa resaltar que ni el flechado tan sensato y previsivo, como el resto de las señales y disposiciones públicas, se mantienen en pie por las sobrevenidas y cambiantes reglas tajantemente impuestas por la fuerza, propensas – obviamente – a degenerar en otras peores.

Por otra parte, entendemos que tamaño fenómeno de anomia negativa es toda una inédita política del artefacto armado de simulación estatal en el que se ha convertido el Estado, ya que – de un lado – tiene por origen la curiosa concepción e implementación de las llamadas redes de inteligencia social que autorizó y autoriza a cualquier agente, uniformado o no, importando poco su identificación, a abusar de sus pretendidas prerrogativas para imperar, confundiéndose con el delincuente ordinario que ahorra sus agresiones frente al joven fiscal de tránsito terrestre, pitador indefenso de las calles y avenidas que lucha por sobrevivir. Y – del otro lado – revelando una necesidad estructural del régimen, al juntarse el hambre con las ganas de comer, sintoniza con la nada inocente y masiva importación de motocicletas, en la era del control de cambio, con la inmensa demanda laboral de quienes no tienen siquiera ocasión de un inicial entrenamiento laboral, excepto en las casas de bingos y casinos, tan diferente como ocurría antes con el INCE o el sistema bancario y su captación o reclutamiento de mano de obra juvenil.

FASCISMO
Luego, acotemos la inmensa gravedad de legitimar la violencia, porque el ritmo diario de las agresiones físicas a la integridad de las personas y de sus bienes ha aumentado exponencialmente. Ya no se trata de la real invasión de los espacios públicos para la instalación arbitraria de las tiendas o del escaso o ningún adiestramiento que los caracteriza para el transporte inmediato de las personas, sino de las reacciones provocadas en ese increíble circuito de supervivientes en los que nos hemos convertido.

Nada gratuitas son esas reacciones, porque parecen responder a un libreto macabro: digamos del motorizado que frecuentemente incurre en una mortal falta y concita el apoyo espontáneo de sus colegas, proclives al inmediato linchamiento de quien es – verazmente – víctima de las acrobacias imprudentes; o de la desesperada defensa que pudiera ensayar la víctima, ya dispuesta a emplear un arma de fuego contra los agresores. Tratamos del desprecio a la vida del conductor que instala sobre dos ruedas a toda una familia, o –ganado por el estereotipo que le sirve de explicación a su mesocrática decadencia – del que hace de sus cuatro ruedas, un arcabuz desesperado.

Solemos recordarles toda la progenitura al motorizado abusador, acreedor de los miedos que acumulamos, propensos a intercambiar los golpes de rigor con la pérdida de una perspectiva, la del arma de fuego que puede asomarse súbitamente. Y, para más señas, dado el insólito empobrecimiento insólito de nuestra cultura política, responder con el argumento que se tiene más a la mano por razones de condición social, raza y hasta sexo.

Finalmente, por más emprendedor que sea el motorizado creador de una cooperativa, con deseos de trabajar un ramo de los servicios que – en otras circunstancias – lo premiaría con un perfeccionamiento gerencial, como lo sospechamos de algunos que se preocupan hasta del uniforme de faena, lo cierto es que forma parte del gigantesco lumpemproletariado, fundamento de toda experiencia fascista. Y es que, como lo observamos personalmente, aún sin saberlo y quererlo, el agente de la peste anómica sirve a un proyecto de poder del que es completamente ajeno: tratamos del motorizado que va cargado con un bebé y su madre, evadiendo el semáforo para caer por una estúpida maniobra de viveza; el conductor del vehículo de transporte público que jamás lo rozó siquiera, con derecho de pasar, se detuvo por razones humanitarias a auxiliarlos; llegaron los restantes motorizados para agredirlo, mientras los ocupantes de la camioneta protestaron ante el abuso, temiendo involucrarse en algo muy serio; los fiscales que se hallaban en el lugar, dijeron no haber visto nada, demostrando cierta voluntad de arreglar las cosas a cambio de algún favor; no supimos de la suerte del niño, llevado por un taxista renuente con prontitud; y, al fin, el motorizado recibió un dinero y cabalgo hasta perderse de vista, mientras el otro transportista lamentó haber perdido la mañana de trabajo, colmado de insultos para atascar la avenida.


COLETILLA: En el fondo, el Comandante-Presidente nos promete comer piedras envíe o no la gota de petróleo a Estados Unidos, como soberana y unilateralmente suele decidir el destino de los venezolanos. Explica nuestra vida común en el túnel de un gigantesco barril, cultores del rentismo que nos agobia, ahora como negocio de guerra.

Fuente:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/5227-de-la-anomia-e-induccion-fascista
Ilustración:
Eneko, Economía Hoy, Caracas: 28/07/1990

wikipédicos


La Nación, BB. AA., 26 de Julio de 2010
La compu
Diderot y d´Alembert inventaron Wikipedia
Ariel Torres

Nunca falla. Cada vez que sale el tema de Wikipedia, alguien me pregunta si la información que aparece en la enciclopedia libre es confiable . Es una pregunta comprensible, y quienes se la plantean lo hacen de buena fe. El único problema es que equivale a preguntar "¿Cuán redonda es una esfera?"

Lo que sigue quizá ponga a alguien de mal humor. No es para menos. No sólo voy a poner en duda el concepto de Verdad, sino también el que Wikipedia sea la primera enciclopedia libre. Intentaré demostrar que Wikipedia es la primera enciclopedia legítima, libre o no; no lo haré caprichosamente. Consultaré al hombre que inventó todo el asunto: monsieur Denis Diderot (1713-1784), co-fundador y editor en jefe de la Encyclopédie .
Más o menos

Empecemos por la verdad. Hagamos una pregunta sencilla. Capciosa, pero sencilla. ¿Cuántos kilómetros hay entre el Obelisco, en la ciudad de Buenos Aires, y el Monumento a la Bandera, en Rosario? Trescientos kilómetros. Eso es lo que se decía cuando era chico.

Con el GPS del celular el dato es hoy mucho más preciso, con unos pocos metros de error. Es más, desde la pantalla de mi PC, por medio de Google Earth , obtengo este valor: 277,35 km.

Por lo tanto, no era del todo cierto lo que siempre me dijeron: 300 kilómetros. Pero, ¿por qué esa cifra nos suena verdadera? ¿Por qué 400 kilómetros parece una exageración o un error? Bueno, posiblemente, porque 400 kilómetros sería una hora más de auto.

En el contexto de movilizarnos de la manera más usual entre dos ciudades cercanas (micro, auto, tren), la precisión del GPS es innecesaria. Más o menos de la misma forma que la geometría no-euclidiana no mejora el diseño de un edificio o la decoración del cuarto del nene. Esto cambia diametralmente cuando el navegador satelital dictamina: "Doble a la derecha".
La paradoja de Eubulides

Existen un número de teorías sobre la verdad: la constructivista, la pragmática, la minimalista, la performativa, y así. Una cosa es la verdad en lógica y otra en física. A veces, es imposible alcanzar la verdad por falta de instrumentos adecuados; en otras, por la naturaleza misma de nuestra razón o del lenguaje.

Si alguien dijera: "Lo que declararé a continuación es falso. Y lo que acabo de declarar es verdad", ¿cómo establecer qué es cierto? La bien conocida paradoja de Eubulides de Mileto ha sido resuelta de diversas formas, no sé si con éxito, pero si descubrimos que alguien nos miente una sola vez, nos costará años volver a confiar en su palabra. No es poca cosa, pues, la confiabilidad de una enciclopedia. Ni es fácil desentrañar la naturaleza de la verdad.

Uno puede proclamar en un artículo que Sirio está a 8,59 años luz de la Tierra. Pero no podemos saber si Sirio existe en este momento. Si no existe, entonces no está a 8,59 años luz ni nada. Podemos asegurar que Sirio existía hace 8,59 años a esta distancia. Claro que esto se interpretaría como que Sirio ya no existe, lo que casi seguramente no es cierto, aunque tampoco lo podemos aseverar, porque la velocidad a la que viaja la información por el universo es un límite que no podemos superar. Por ahora.

¡Ah, el tiempo! Estábamos tan felices con Newton. ¡Algo era inmutable y puntual en esta vida tan cambiante! Hasta que 239 años después apareció el impertinente Albert Einstein con la peregrina idea de que el tiempo también era relativo.

Bueno, ya habíamos oído ridiculeces de todo calibre en esa época, afirmaciones que obviamente no podían ser verdad. Por ejemplo, que los ángulos internos de un triángulo no sumaban 180°. O que la luz viajaba en paquetes. Por favor. ¡Sólo faltaba que la docta manzana de Woolsthorpe también fuera una fábula!

Hoy sabemos que, a su modo, ambas cosas son acertadas, el tiempo de Newton y el de Einstein; el quinto postulado de Euclides y la geometría hiperbólica de Lobachevsky y Riemann. La teoría ondulatoria de la luz y la cuántica. Sabemos también que llegará el día en que ambas caigan en descrédito. La ciencia es una historia de refutaciones.
La verdad es un prejuicio

Lo que tradicionalmente recogían las enciclopedias era una verdad acordada entre partes. Los errores podían resultar cómicos, aunque los hubo también perversos.

Stephen Jay Gould reúne en The Mismesure of Man las tramposas maniobras de los científicos del siglo XIX para justificar el determinismo biológico y demostrar por qué los negros eran inferiores a los blancos. El libro de Gould, aunque recibió críticas negativas de parte de algunos científicos, sigue siendo indispensable para entender hasta qué punto la verdad es sólo una ilusión, un acuerdo entre partes; en ocasiones, un prejuicio.

Poco más de 100 años después de las estrafalarias demostraciones científicas de los sabios del determinismo biológico, Estados Unidos tiene un presidente negro. Que los defensores de la Verdad Enciclopédica Absoluta me expliquen eso.

***

No hay nada de malo en que la verdad se parezca más a nuestra época que a la realidad; somos humanos, no dioses. Nos importa más buscar la verdad que alcanzarla, quizás porque en el fondo sabemos que la realidad también es una construcción de nuestro intelecto. Deberíamos, por lo tanto, renunciar al fundamentalismo enciclopédico y dejar de pegarle a Wikipedia. Porque la Wikipedia también es hija de su época. No es que contenga más falsedades y errores que la Britannica , que sea menos confiable . Contiene los errores (o, si se quiere, los aciertos) que corresponden a su tiempo.

Cuando adquirir conocimiento era caro y difícil, las enciclopedias eran costosas y su acervo se encontraba estrictamente vigilado por unos guardianes llamados expertos . El número de artículos era limitado: 100.000, en el caso de Britannica .

Las enciclopedias tradicionales constituían, además, una de las paradojas más extraordinarias de la modernidad: unos pocos escribían y todos los demás leíamos. Pero adivine qué. ¡Nadie leía las enciclopedias! Se las compraba, se las hojeaba un poco y luego constituían un fetiche, un ícono del saber. Por regla general la enciclopedia no era leída ni consultada. Era venerada.

La Wikipedia tiene un espíritu muy diferente y, en mi opinión, se ajusta mucho más a la idea original de Diderot y d?Alambert, los iluministas del siglo XVIII que definieron lo que ahora entendemos por enciclopedia .
El plan de Diderot

En primer lugar hay muchos más artículos: 15 millones en 250 idiomas. No diré que esto sí representa todo el conocimiento humano, pero con 3.321.000 artículos en inglés, es unas 32 veces más exhaustiva que Britannica o Encarta . ¿Importa esto? Sí, a juzgar por lo que el mismo Diderot asegura en el artículo sobre el término enciclopedia que escribió para la Encyclopédie : "Cubrir todo lo relacionado con la curiosidad humana, sus trabajos, necesidades y placeres", así caracterizaba el propósito de una enciclopedia. Bueno, en Wikipedia es posible encontrar un artículo sobre una pequeña banda de garaje, la apertura Ponziani o los resultados electorales de Balaclava. Y continúa creciendo.

En segundo lugar, Wikipedia nace consciente de sus defectos. Por ejemplo, hay mucha más información sobre computadoras (obvio) que sobre pediatría. No sólo es sano conocer nuestros defectos y límites, sino que es una característica de nuestro tiempo: hemos aprendido que nada es perfecto. Pero hay más: Diderot inicia su Encyclopédie consciente de que semejante obra no puede estar exenta de error. Mucho después se construyó el mito de la exactitud enciclopédica con el que hoy se estigmatiza a Wikipedia.

Wikipedia ha cambiado también las relaciones entre los protagonistas, colocándolos de nuevo en su lugar, y yendo más allá. La enciclopedia libre es un sitio de consulta. No está de adorno. No la veneramos. Somos parte de ella, de un modo u otro. La usamos, eventualmente la editamos o contribuimos con nuevos artículos.

Se la critica mucho (lo que es excelente, porque esto desarticula la idolatría), pero se la usa todavía más.

Por añadidura, Wikipedia introduce una alteración del orden normal de las cosas: los lectores pueden ahora crear y editar artículos. ¡Válgame Dios, esto es el acabóse!

Mucha gente se resiste a esta idea y me dice: "¿Cómo podés confiar en una enciclopedia en la que escribe cualquiera?" Mi respuesta es simple: si no podemos ni siquiera crear una enciclopedia entre todos, ¿cómo podemos pretender construir y llevar adelante una sociedad entre todos?

Pero el concepto de que los lectores contribuyan a la enciclopedia es una anormalidad o una degradación es otro mito, fabricado al mismo tiempo que el de la exactitud ineluctable.

Diderot sostiene en su artículo que una enciclopedia, al intentar plasmar el total del conocimiento humano, no puede ser obra de un solo individuo. Añade que debe ser construida por hombres de todas las academias. Y luego, en un párrafo simplemente visionario, reconoce: "Necesitaremos la asistencia de un gran número de hombres que pertenecen a diferentes clases, hombres de un valor inestimable para quienes los portales de las academias están sin embargo cerrados, debido a su condición social".

Es notable que Diderot haya tenido más apertura mental en 1751 que algunos críticos de la Wikipedia hoy. Si hubiera nacido dos siglos después habría visto en Internet y la Web 2.0 la oportunidad, por primera vez en la historia, de cumplir su sueño de publicar un compendio de todo el conocimiento humano.

Encyclopédie online

El artículo de Diderot tiene alrededor de 200.000 caracteres, unas 80 carillas A4, y hay mucho más que podría decirse sobre sus visiones. Donde no pudo acertar, obviamente, fue en el asunto de completar el trabajo. En aquella época, la única forma de publicar era en papel. Si hubiera conocido Internet habría descubierto que una enciclopedia como la que él soñaba era un trabajo en eterno progreso, como el conocimiento, como la verdad.

El lector curioso puede consultar una versión en inglés de este revelador artículo en el sitio del proyecto de traducción colaborativa de la Enciclopedia de Diderot y d?Alembert de la Biblioteca de la Universidad de Michigan ( http://quod.lib.umich.edu/d/did/ ). La dirección al artículo es: http://quod.lib.umich.edu/cgi/t/text/text-idx?c=did;cc=did;idno=did2222.0000.004;rgn=main;view=text

Si una frase demuestra que Diderot y d'Alembert estaban pensando en algo más parecido a Wikipedia que a los costosos productos enciclopédicos irrecusables es la que se cita al pie de la portada de este proyecto: "Este es un trabajo que no puede ser completado sino por una sociedad de hombres de letras y artesanos diestros, cada uno trabajando en lo suyo separadamente, pero todos unidos sólo por su celo por los mejores intereses de la raza humana y un sentimiento de mutua buena voluntad". Hace dos siglos y medio, cuando sólo los privilegiados leían y escribían, la separación que hace Diderot tenía sentido. Hoy todos somos hombres de letras, expertos o artesanos diestros en alguna rama del conocimiento, y podemos aportar a una enciclopedia global.

Por eso, ¿es confiable la Wikipedia? Sí. Tanto como nosotros mismos.

bolsillos rotos


Reporte, Caracas, 20/07/10
REPORTE: Deuda per-cápita de los venezolanos es de Bs.F 5.432

La deuda pública desde el año 1999 (2.530 millones de bolívares fuertes) hasta marzo de 2010 (63.974 millones de bolívares fuertes) se ha incrementado nominalmente en 2.428%; el incremento en término real es del 191 por ciento, imprimiéndole continuidad al proceso de "Casino Financiero". La deuda externa cerró en el año 1998 en un nivel de 23.137 millones de dólares; al cierre de marzo de 2010 se ubicó en 35.027 millones de dólares.

En términos per-cápita la deuda de cada venezolano pasó de 636,58 bolívares fuertes (636.584 bolívares) a 5.432,94 Bs. fuertes (5.432.948 bolívares) registrando un incremento del 754%...

Ilustración: tomada de la red

amemoria


EL NACIONAL - Sábado 17 de Julio de 2010 Papel Literario/1
Las turbulentas conexiones de la memoria
NELSON RIVERA

La mujer es divorciada, tiene 40 años y vive con dos hijos adolescentes.
El caso se inicia en Texas, la madrugada del 30 de abril de 1979. Alrededor de las 2:30 un intruso la despierta. Lo sucedido a continuación agobia: la bestia los reunió a todos en una habitación, les amarró las manos a la espalda y violó a la madre y a la hija adolescente, una y otra vez.

Entonces un hombre llamado Clarence Von Williams fue acusado y juzgado en Louisiana por la violación de las dos mujeres. Mientras Von Williams insistía en que era inocente, el mundo a su alrededor se derrumbaba.

Su esposa inició los procedimientos que la conducirían al divorcio. La mayoría de sus familiares y amigos lo condenaron y se negaron a prestarle cualquier ayuda y consideración. Encerrado en un mínimo calabozo y desahuciado por su mundo de afectos, uno de sus amigos confió en su inocencia.

Buscó un abogado, comenzó a recoger dinero para pagar la defensa e inició una campaña para ganar el apoyo de la opinión pública (por ejemplo, imprimió en varios centenares de bolígrafos la frase "Von Williams es inocente").

No dispongo aquí del espacio necesario para sintetizar los pormenores del juicio y de las testificaciones de las víctimas. Lo esencial es esto: madre e hija reconocieron en el juicio al hombre que las había sometido. Von Williams cayó abatido ante el anuncio de que la pena correspondiente era de cincuenta años de prisión. De pronto, su vida había perdido todo sabor, todo sentido.

Von Williams se había hundido y el aparato judicial avanzaba al cumplimiento de su alta misión, cuando en otro procedimiento policial, que ninguna relación tenía con el acusado, fue capturado el que sería conocido como "el violador de la máscara", autor de más de 60 violaciones en varios estados, que incluían a las dos mujeres que habían señalado a Von Williams. En las actas de su confesión, el verdadero criminal narró, con detalles que calzaban al milímetro, los hechos ocurridos aquella madrugada en un hogar de Texas. A Von Williams le fue reconocida su inocencia. Pero ya liberado su vida no recuperó nunca el orden que había perdido con las declaraciones de las violentadas. La pregunta, que se levanta como un escándalo es, ¿cómo es posible que madre e hija hayan incurrido en el mismo error? ¿Qué factores confluyeron para que ambas señalaran de forma categórica que había sido Von Williams quien las había violado?


La falibilidad del testigo
Hay algo exasperante en la historia de Clarence Von Williams, estructurada sobre una especie de principio de fragilidad: a lo azaroso y aplastante de la afirmación hecha por las testigos-víctimas, parece corresponderse la inesperada vuelta de tuerca, el accidente que, aun cuando no le restituyó los elementos esenciales de su existencia previa, al menos dejó en claro que no era un violador. El oscuro e incierto episodio que estuvo a punto de liquidar la vida de un hombre corriente, reaparece con su misma gratuidad y descontrol para declarar su inocencia.

Lo que perturba de Juicio a la memoria. Testigos presenciales y falsos culpables es la ocurrencia, la insistencia con la que el testigo, en particular la víctima-testigo yerra, se equivoca de modo enfático, pero en algunos de forma extrema: un estudio sobre 29 casos de testigos que inculparon a personas que nada tenían que ver con los hechos arrojó que sólo en dos de ellos, los señalados guardaban parecido físico con los autores reales de los delitos. Otro estudio citado nos recuerda que en Estados Unidos, a lo largo del siglo XX, fueron ejecutados unos 7 mil condenados a muerte. De ellos, al menos 25 nada tenían que ver con los crímenes que les atribuyeron, es decir, se trató de 25 inocentes que fueron conducidos a la muerte por las palabras de los testigos.

Elizabeth Loftus, doctora en Psicología por la Universidad de Stanford y autoridad mundial en el tema de los falsos recuerdos, ha participado en centenares de juicios durante las tres últimas décadas. Una perspectiva sustancial de su libro (escrito en colaboración con Katherine Ketcham) se refiere a los muchos fallos, deliberados o no, de procesos judiciales, que han contribuido a la conformación o producción de señalamientos equívocos por parte de los testigos (como por ejemplo, insinuaciones o preguntas sugerentes que realizan oficiales de policías en las rondas de sospechosos, o montajes de sospechosos dispuestos de modo tal, con el propósito de conducir al testigo a señalar a una determinada persona, dar con un culpable y cerrar el caso, lo que finalmente mejorará las estadísticas de la justicia). También se interesa por la capacidad de las víctimas-testigos de memorizar con precisión el momento del ataque (Loftus cita las conclusiones de la llamada Ley de Yerkes-Dodson, según la cual a mayor intensidad de estrés, menor es la capacidad de procesar información y almacenarla en la memoria).

Pero estos errores atribuibles al funcionamiento de cuerpos policiales y tribunales no explican por qué Recuerdo y Verdad no siempre coinciden. Y esta brecha se torna todavía más dramática cuando se piensa en el peso, en la rotundez, en la credibilidad casi irrefutable que tiene la figura del testigo, no sólo entre policías, fiscales y jueces, sino también mucho más allá: entre los familiares de las víctimas, en los medios de comunicación, en la opinión pública y en las instancias donde cada persona decide qué puede y qué no puede adoptar como una verdad.


Billones de procesadores
Loftus y Ketcham citan la historia contada por Jean Piaget sobre su primer recuerdo (tenía casi 3 años), que mantuvo nítido y vívido hasta que tuvo 15 años. Podía visualizarse sentado en su coche, mientras la niñera lo paseaba por los Campos Elíseos. Un maleante se aproximó para raptar al niño. La mujer se interpuso, luchó con el facineroso y le arañó el rostro, hasta que al aparecer un policía en las proximidades, el desconocido huyó corriendo. Piaget recordaba todos los elementos de la escena y podía recapitularlos a su antojo. Hasta que a los quince años, la niñera confesó que tales hechos no habían ocurrido y que todo había sido una invención con el propósito de ganarse la buena voluntad de la familia.

Que seamos capaces de representarnos y visualizar las palabras o los recuerdos de otros, y experimentarlos como propios, es apenas uno de los indicadores de la maleabilidad de la memoria humana.

Los ocho casos que Loftus reconstruye con pericia detectivesca, así como los muchos otros que describe al paso, muestran que la memoria, además de borrar la realidad (cosa que todos hemos experimentado alguna vez) la hace crecer (adiciona recuerdos, datos o hechos provenientes de otras realidades); la sustituye por otras (cambia fechas, lugares, personas, hechos y escenas); o rellena con elementos provenientes de otros momentos-lugares, los contenidos del recuerdo que está en proceso de reconstruir.

Aunque Loftus se cuida de no emitir conclusiones definitivas (se trata de una materia compleja, asociada a distintas lógicas: la del suceso, la de las razones que lo motivaron, las relativas a la conducta del agresor, etcétera), una doble conclusión se levanta de su experiencia pericial: mientras la vida no nos reclama a cada instante recuerdos precisos, el papel de testigos nos exige minuciosidad, detalles, trazos exactos. Y es aquí donde los recuerdos se someten a la representación historiadora (el concepto es de Paul Ricouer), que es la necesidad del recuerdo expresado de constituirse en una narrativa y, por lo tanto, construir(se), rellenar(se), para que esa narrativa proclame una lógica, un sentido y alcance a cumplir con su finalidad de contar con una versión acabada, básica o suficiente de lo ocurrido, que es una de las experiencias de la plenitud humana: decir el qué, el cómo, el quién y el cuándo del relato.

Ilustración: fotografía de perfil de Natasha Kravchuk, tomada de Facebook.

el otro catastro


EL NACIONAL - Sábado 17 de Julio de 2010 Papel
El poder y las víctimas de catástrofes
JAIRO GARCÍA MÉNDEZ

Toda relación de los seres humanos con el poder, y especial- mente con el poder político, económico y jurídico que ejerce el Estado, trae consecuencias casi siempre funestas, a pesar de las "buenas" intenciones de quienes representen esa organización. Por eso no son descabelladas las ideas que propugnan la desaparición del Estado, a pesar de que los intentos de ejecutarlas han terminado con estados más monstruosos de los que se suponía trataban de desmontar: burocracias totalitarias. Pero la idea utópica de desmontar el Estado, cualquiera sea la ideología que la revista, sigue siendo válida e higiénica en el pensamiento político.

Diga mos ejemplos pa ra tratar de explicarnos mejor.

La relación entre el Estadopunitivo o castigador de las "desviaciones sociales" y el ser humano (delitos y penas) resulta casi siempre en la destrucción de seres humanos (pensemos nada más en las cárceles que tenemos en nuestro país); la relación entre el Estado-administrador y los particulares, termina dañando y perjudicando los bienes, la libertad, la conciencia y la integridad de los seres humanos (observemos lo que ocurre con el control cambiario y sus consecuencias para la libertad de los venezolanos).

Y si nos metemos en las honduras psíquicas, emocionales y hasta físicas, de las consecuencias que se derivan para quienes ejercen el poder estatal, basta con recordar esa frase tan citada y certera de Lord Acton (1887): "El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente".

En síntesis, la relación con el poder, con mucha frecuencia, termina perjudicando a seres humanos, que es una forma de dañar a la humanidad toda. Así que pensar en la disolución de todo poder no es nada irrazonable cuando se trata de afirmar la humanidad y su concreción: la dignidad y los derechos humanos.

La gran pregunta, tan vieja como el hombre, es cómo organizar la vida social sin relaciones de poder.

Todo lo dicho me sirve de excusa para invitar a leer Poder y catástrofe. Venezuela bajo la tragedia de 1999, de la excelente antropóloga venezolana, Paula Vásquez Lezama.

Creo que es la primera vez que se estudia una de las catástrofes venezolanas, en relación con el poder estatal, de manera tan documentada y con tanta lucidez y, como si fuera poco, narrada y expuesta con un estilo lleno de frescura y amenidad, a pesar de la naturaleza trágica del tema y del rigor académico.

Paula Vásquez analiza los pormenores de la relación entre las víctimas (damnificados) de la tragedia de Vargas y los funcionarios encargados por el Estado de "dignificarlos", por orden presidencial. Nos muestra de manera contundente las perversiones de esa relación de poder, en las cuales lo humano sufre y es golpeado: seres humanos desamparados que caen en las trampas de una burocracia ineficiente y que se inventan y reinventan para salir de ese entramado.

Poder y catástrofe es un libro que nos aporta todos los elementos necesarios para comprender lo que nos pasó a los venezolanos en la tragedia de Vargas y, especialmente, lo que nos pasó con el Estado y desde el Estado. De manera inteligente no adelanta opinión sino información, definiciones y testimonios delicadamente narrados, para ir comprendiendo la tragedia, en sus distintas fases o dimensiones, la natural, la social y la política, y pensar en los daños sufridos por las víctimas, especialmente por los damnificados "atendidos" desde el gobierno.

tertulianos


El País, Madrid, 25 de Julio de 2010
Elogio de la tertulia
Gabriel Jackson

Lo más especial de mis años en España fue la franqueza y la falta de puritanismo de sus tertulias

Todo comenzó de manera lenta e imprecisa. Hace unos 20 años, un excelente novelista criticaba constructivamente el manuscrito de una novela que yo estaba escribiendo. En ese momento yo era invitado ocasional en la casa de un profesor de literatura de secundaria, muy locuaz, divertido, versado en ciencias sociales y conocedor de la actualidad política española. Entre los demás asistentes estaba una profesora de antropología de una universidad barcelonesa, que, de origen francés y gran experiencia como investigadora en el norte de África, era, al igual que nuestro anfitrión, una excelente conversadora, con múltiples intereses fuera de su ámbito profesional. Además, entre sus buenos amigos estaba un matrimonio compuesto por un economista y una profesora de francés de secundaria.

El novelista que me ayudaba y la profesora de antropología se habían conocido en una cena celebrada en mi casa. Como la reunión había acabado a la una de la madrugada, una hora que a ellos les pareció muy temprana, después se habían quedado hablando en un bar alrededor de una hora más. Entonces pergeñaron el plan de organizar una tertulia partiendo de las seis personas mencionadas. La antropóloga y su buena amiga la profesora de francés, pensando que para una tertulia lo ideal era contar con entre 12 y 15 miembros, eligieron a unas 10 personas más a las que invitarían a participar en la tertulia. Dieron por hecho, con razón, que el novelista y yo estaríamos encantados.

Al volver la vista sobre mis 15 años de pertenencia al grupo (todavía en activo, según me dicen entusiastas mensajes de correo electrónico y llamadas de teléfono), comprendo que el éxito de nuestra tertulia dependía de tres elementos fundamentales. El primero era que el locuaz profesor de literatura y su compañera ofrecieran su casa como lugar de reunión un sábado por la noche al mes. El segundo es que las mujeres del grupo asumieran la responsabilidad de la cena, ayudando también encantadas a bañar y leer un cuento a los pequeños de la pareja anfitriona. Como me dijo en una ocasión la antropóloga francesa, esta tertulia mayormente formada por progresistas seguía dependiendo de la tradicional asunción de las tareas domésticas por las mujeres. Las tertulianas hacían la compra y cocinaban, mientras que a los tertulianos se les pedía que trajeran una botella de vino. El trabajo, lo que se dice el trabajo, lo hacían ellas. El tercer elemento es que las dos mujeres que decidieron a quiénes había que invitar demostraron tener gran intuición al pensar cuáles de sus conocidos disfrutarían de verdad reuniéndose mensualmente con otras personas y aceptando diferencias de opinión considerables, sin que ello coartara la conversación o generara resentimientos dentro de la tertulia.

Nuestra tertulia fue adoptando una especie de pauta que seguía tres fases: 1) 30 o 40 minutos de saludos y conversación introductoria; 2) lectura en voz alta por parte del novelista de páginas que él estuviera escribiendo o de alguna pieza corta que admirara especialmente, seguida de un debate general sobre el texto que acababa de leer; y 3) cena en la que se hablaba sin tapujos, sobre todo de libros, películas, viajes, política y recuerdos personales.

Lo que hizo tan memorables esas veladas se puede resumir en pocas palabras: ausencia de puritanismo. Personas de diversas edades y temperamentos se besaban en las dos mejillas, hablaban sin miedo o vergüenza de cuestiones "delicadas" y se referían a los mismos periódicos viendo en ellos toda la verdad o solo basura, sin que todo ello suscitara animosidad personal entre asistentes de muy diversos credos políticos.

Debo señalar la gran diferencia existente entre mi contexto social en Estados Unidos y en España. Durante mi vida profesional en el primer país, había ocupado varios puestos que con frecuencia habían requerido cautela por mi parte, incluso en conversaciones de lo más "informal". Mis años en España vinieron después de mi jubilación en la Universidad de California, San Diego. Yo investigaba y escribía por mi cuenta, al margen de obligaciones institucionales, y por tanto era libre para elegir a mis amistades y expresar mis opiniones.

Con todo, a pesar de que muchos de los miembros de la tertulia se encontraban en ese momento en situaciones comparables a la mía en Estados Unidos, su conversación no revelaba ninguna de las inhibiciones morales que con frecuencia habían erradicado la sinceridad en gran parte de la vida social que yo llevaba en mi país. De manera que cuando ahora los amigos me preguntan qué fue lo más especial de mis años en España, yo elogio la tertulia, y su franqueza y ausencia de puritanismo, elementos que confío sigan caracterizando a España y que me atrevo a esperar que puedan instalarse en Estados Unidos.

Traducción de Jesús Cuéllar Menezo.
(*) Historiador estadounidense (nos permitimos agregar que su libro sobre la República y la guerra civil en España es extraordinario, incluyendo una novela muy posterior editada por Plaza&Janés, si mal no recordamos)
Ilustración, Roy Lichtenstein:
http://obviousmag.org/archives/2006/11/o_caminho_da_ab.html